Capítulo 5: Mr Spider-Man

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No pensé en Alicia y el sombrero más que dos meses, cuando en medio de un vuelo la niña junto a mi compañero de asiento puso "Alicia en el País de las Maravillas" en el portatil, y se me crispó el corazón. 

─Ha visto esta película más veces de las que me gustaría. Y debo admitir, que me gusta. ─ dijo el hombre a del otro lado de la niñita, que lo observó como si jamás hubiera visto esa película y se estuviera perdiendo la información que le brindaban por nuestra conversación. 

─A mi me da un poco de miedo- daba, me daba un poco de miedo. ─ me corregí, no quería quedar como una idiota. 

─¿Por qué? Si alicia es majísima ─ dijo la niñita con un acento español marcado. Le sonreí. 

─Por nada en particular, ¿es tu peli favorita? ─ le pregunté. 

─Desde siempre ─ dijo la pequeñita mientras tomaba en sus manos una de sus trenzas rubias. 

─En tu defensa, también me daba miedo de pequeño. Ahora... tuve que superarlo. ─ dijo el hombre. Le sonreí en respuesta.

─¿Es tu hija? ─ pregunté. 

─Mi sobrina. ─ responde. 

Y en ese viaje, conocí a mi novio. 


Patrick siempre se había portado de la misma forma conmigo. De ahí a si eso era bueno o malo... 

Era una persona muy graciosa, y me cuidaba. Pero también prefería pasar domingos de fútbol a pasar tiempo conmigo, o le gritaba a la tele como si ésta pudiera escuchar. No era el estereotipo de novio que podría querer... pero, en cierto punto, era mejor que estar sola. 

Y después de todo, yo quería un acompañante para la fiesta de Halloween. 

Creo que era el único motivo por el cual no había terminado con él aún. 

Ese año, él nos había llevado a Justine y a mí. 

Manejaba como si quisiera morir, pero al fin y al cabo, llegamos. 

Íbamos de Hércules y Megara, mientras que Justine iba de Britney Spears. Personalmente estaba negada a vestirme de otro personaje de los 00's. 

Con Patrick era todo un poco diferente, sobre todo, porque él hacía demasiado deporte. Por consiguiente, yo hacía demasiado deporte. Y él no tomaba alcohol, así que me sentía casi grotesca si yo pretendía hacerlo delante de él. Jamás me diría nada sobre mí, pero sus miradas a mis vasos vacíos ya eran más que suficientes. 

Lo tenía en claro, terminaría con él el primero de noviembre, es decir, al otro día exacto. 

Durante las primeras horas, no ví a Thomas. Ni a su Alicia. 

Tampoco los busqué. Solamente estaba bailando con mi novio. Con mi novio, mi acompañante, la persona que se suponía que amaba. 

Solo que en realidad, no lo hacía. Yo estaba completamente cegada en olvidarme de alicia en el país de las maravillas. Y como dicen, nada bueno comienza en un auto de escape. 

Sobre todo, si el auto de escape resulta medio soso. 


Por eso, cuando me encontré en la mitad de la sala con un traje de Spiderman, y unos rulos entre castaños y rubios que me daban la espalda, se me puso la piel de gallina. No solamente porque el traje ceñido estaba haciendome cosas, sino porque esperaba, deseaba, con todas mis fuerzas, que ese Spider-man no tuviera a su MJ, o peor, a su Gwen. Cosa que podía ser, puesto que la novia de Tom en el año anterior había sido rubia... me negaba rotúndamente. 

We meet on Halloween | Tom HiddlestonTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon