01

43 8 0
                                    

No importa cuántas veces haya pasado por lo mismo, nunca terminaba por acostumbrarse a algo que estaba fuera de su control; la muerte, un destino que todos tienen en común, pero que todos lo obtienen de diferente manera.

Sakura apretó con fuerza sus manos cubiertas por unos guantes de tela, mientras veía la caja en dónde estaba la mujer y a su lado, su pequeña, ambas estaban siendo veladas en su casa. Sakura temblaba, no podía dejar de hacerlo, sus ojos
estaban irritados e hinchados de
tanto llorar, no sabía que hacer,
estaba desesperada y sentía la
culpa en sus hombros.

-Disculpe -una voz la hizo
sobresaltar y al mismo tiempo,
girarse a ver a la persona que la
había llamado. -¿Usted es familiar? - preguntó una mujer, mirando de reojo ambas cajas, dónde estaban madre e hija. Muertas.

Sakura miró hacía esa dirección, y temblando, y negó con la cabeza.

-N-No...p-pero, S-soy su vecina -respondió con mucha dificultad,
Su rostro estaba pálido, como si
fuera a desmayarse en cualquier
momento.

-¿Quieres un poco de agua o
un poco de alcohol? Para que lo
pongas cerca de tu nariz, estás muy pálida, muchacha - ofreció con preocupación.

Sakura iba a responder que no,
que estaba bien, sin embargo,
unos desgarradores gritos se
hicieron escuchar de repente, miró rápidamente hacia enfrente, en dónde estaban los ataúdes, ahora había un chico, llorando y gritando sin consuelo, algunas personas se acercaron a tratar de calmar al esposo de la fallecida, pero este no parecía tener conciencia en ese momento. Había perdido a su
esposa y su pequeña y eso, volvía loco a cualquiera.

El temblor en sus manos se
hizo aún más intenso y mordió su labio con fuerza, sintiendo el sabor metálico en su boca.

La primera vez que Sakura había predicho o mejor dicho, visto con sus propios ojos, la muerte de
alguien, había sido de su madre,
quien murió siendo arrollada por un auto que era manejado por un ebrio sin responsabilidad, su mente se había quedado en estado de shock al ver dos veces, la misma escena, la primera fue en su cabeza y la segunda, fue frente a ella.

Y la segunda vez que había visto la muerte de alguien más, fue de su abuela, la única persona que le quedaba en el mundo, habia perdido la vida después de ser asaltada por un idiota, que la apuñaló hasta morir.

Había sido maldecida con el peor de los dones, ya que después de perder a dos personas que formaban parte de su pequeña familia; vinieron más muertes el señor Song, las esposa de Pain quien había Sido su amiga.  La señora y el señor Choi, y finalmente la señora Karin y su pequeña de seis años, las cuales cruzaban la calle, cuando un loco que perdió el control del auto las arroyo.

Su vida giraba entorno a las tragedias, y muertes de personas que conocía y amaba, no sabía qué debería de hacer ahora.

Por otro lado su maldición había venido de generación en generación, ya que su abuela lo heredó a ella, cosa que le pareció extraña, ya que su madre no heredó dicha maldición; su abuela le había explicado como evitar ver las muertes de otras personas, y también lo que nunca deberia hacer con ese don.

Sakura al principio creyó que sería una bendición, ya que asi podría prevenir a las personas de su muerte o al menos darles una aviso. Sin embargo su abuela se lo recalcó mil veces antes de morir...

“Sakura nunca trates de evitar las muertes de las personas, puedes evitar tocarla y ver su desafortunada muerte, pero no evites lo que el destino por ley ha escrito, si llegas hacerlo alteraras el curso de este, y dónde hay muerte siempre habrá muerte. No te enfrentes con algo que no puedes manejar”

Sus palabras se repetían una y otra vez en su mente, pero quería odiarlas, quería que aquellas
palabras salieran de su cabeza y
jamás regresarán, porque debido a esas palabras, no puede hacer nada para salvar a las personas de su alrededor.

Después del funeral, regreso a su departamento, las vecinas de al lado siempre se la pasaban hablando mal de ella, incluso al llegar a casa, la miraron de pues a cabeza antes de darle una mala mirada y seguir con sus chismes.

Sakura no tenía tiempo, ni ganas de pelear con esas señoras y mucho menos porque su turno en la tienda de conveniencia, empezaría pronto y no podía darse el lujo de perder ese trabajo. Le había costado mucho conseguirlo.

-Abuela...- murmuró, mirando el
retrato que estaba a un costado del sofá, encima de la mesita en dónde había una lámpara — Ya no quiero que haya más muertes - mencionó entre sollozos —lamento no obedecer te lo siento mucho.

Ya no iba permitir la muerte de alguien más, los salvaría, no importa si el destino tuviera un castigo para ella, lo soportaría.

Yadech👑

«Destino Incierto » (Sasusaku) +18 Where stories live. Discover now