7

401 48 21
                                    

—Amiga, cálmate. A mí también me hubiera desconcertado que alguien me dibujara desnuda y en una escena erótica —dijo July del otro lado del celular, haciendo énfasis en la palabra «erótica».

Había decidido llamarla en cuanto me desperté y, necesitaba un apoyo emocional en mi situación de vergüenza e impotencia, a parte era su hermana, lo conocía mejor que yo.

—Lo entiendo, me pude haber equivocado pero tampoco para que piense que soy una cualquiera —respondí.

—Deberías aprovechar y pedirle tener sexo, si tienes suerte te acepta —comentó con un tono de picardía en su voz.

A veces me molestaba ese lado de July, que era muy directa y para nada empática en las situaciones serias. O sea, el chico que me atraía físicamente acababa de descubrir que yo era una pervertida total, justo cuando había conseguido tener una amistad con él y mi querida amiga insistía en que le dijera para tener sexo.

¿En qué cabeza el más cuerdo haría eso?

Ya la había cagado lo suficiente con él y debía encontrar una manera de disculparme antes de que me odie por el resto de mi vida.

Pero como July no me entendía lo suficiente para darme un buen consejo, uno de verdad, preferí encontrarlo yo misma, así que me despedí de ella sin más y colgué la llamada.

Ya no quería saber más nada el resto del día, solo encerrarme en mi habitación a escuchar música triste y pintar un cuadro expresando mis emociones en ese momento, cosa que me saldría muy mal pero tenía que hacerlo si quería calmar mi mente, intentar pensar en otra cosa que no fuera Jake.

Habíamos quedado mal el día anterior, no podía olvidar su rostro, uno de completa decepción hacia mí, me imagino que pensaba que yo era una buena chica con la que podía entablar una bonita amistad, y en cambio; yo solo se lo arruiné todo.

Cagué la primera impresión, la segunda y la seguía cagando cada vez más, me preguntaba si mi destino era pasar vergüenza siempre ante el chico que me gustaba. Recordé lo que sucedió con mi primer amor.

Ese con el que sientes muchísimas mariposas y te ilusionas hasta tal punto de imaginarte junto a él en el altar, con tan solo trece años, ya te imaginabas hasta cuántos hijos tendrías con ese niño, estaba completamente enamorada de él, tanto así que recordé haberle hecho una carta y enviarle flores con una amiga de ese entonces.

Pero no fui bien recibida, cuando supo que se trataba de mí, me volteó a ver en el salón, con las flores en manos y la carta que le había hecho con tanto cariño, con todo mi amor, mi corazón se destrozó al ver que la rompió.

Tiró las flores al suelo y las pisoteó junto a mi amor por él, ese día me fui a casa a llorar en los brazos de mi mamá. Fue una experiencia horrible que me dejó marcada en cuanto a recibir amor de alguien. Es decir, creo que por esa razón me era difícil imaginar que un chico podía sentir lo mismo que yo sentía por él...

A excepción de los dos novios que tuve, supe que sí me querían demasiado tarde, ambos me dejaron por mis inseguridades de preguntarles a cada rato si de verdad me amaban o solo estaban conmigo por satisfacción propia.

Dejando eso de lado, fue el detonante de que me volviera una pervertida fanática del porno y que las ganas de tener sexo casual aumentaran, para nada sentimental, sin mezclar el amor en ello, ya había pasado unos malos ratos con eso.

Zeus me sacó de mis pensamientos y se sentó en mis piernas solo para maullarme, lo tenía bien gordo que hasta me pesaba cargarlo, ya debía de bajarle un poco a su dosis de comida si no quería que sufriera por temas de salud.

El sexy chico del café [COMPLETA]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ