152. El Prometido de Yun Yi.

938 101 10
                                    

Cuando llegó al estacionamiento, Yun Yi se dio cuenta de que había dejado un papel con información importante en la suite donde estaba anotado el número del contacto de un inversionista importante. Cuando regresó para buscarlo, escuchó claramente la conversación entre Ye Linghan y el gerente del club.

"Estaba pensando en tomar un poco de aire fresco y coger frío", dijo Ye Linghan con una sonrisa, su tono estaba lleno de orgullo y apenas lo disimulaba, como si le estuviera dando una bofetada en la cara, dejándolo extremadamente avergonzado.

Esa bofetada lo despertó. ¿Cómo pudo olvidar que Ye Linghan no era digno de confianza?

Decía que lo amaba, pero luego se comprometía con otra persona al girar la esquina. Hablaba de amor pero también lo humillaba, lo había mantenido prisionero, le rompió las piernas, y lo había convertido de un Alfa a un Omega, forzándolo a tener un hijo y usando a ese niño como una herramienta para chantajearlo.

Un canalla despreciable como ese, ¿Cómo podía siquiera pensar que cambiaría?

Cuatro años atrás, Ye Linghan lo había engañado completamente.

Cuatro años después, Ye Linghan lo había vuelto a engañar.

Aunque uno tiende a aprender de sus errores, él seguía cayendo en sus manos una y otra vez.

Al recordar cómo había cuidado de él en estos dos últimos días, Yun Yi se sintió completamente estúpido. ¡Se dejó ablandar tan fácilmente y Ye Linghan seguramente estaría sintiéndose muy triunfante!

No importaba en quién se convirtiese, o cómo cambiara su identidad y estatus, Ye Linghan siempre terminaría manipulándolo a su antojo.

Cuando Ye Linghan se volteó y lo vió, su sonrisa se congeló en su rostro.

La expresión de Yun Yi era tan sombría que incluso daba miedo, sus ojos negros estaban llenos de una agitada marea oscura.

"Ran Ran..."

Ye Linghan habló apresuradamente, corriendo hacia el, trató de explicarle, pero Yun Yi se dio la vuelta y salió sin mirar atrás, sin un ápice de nostalgia.

"Ran Ran, escucha, déjame explicarte. Las cosas no son como tú piensas."

Ye Linghan intentó agarrar el brazo de Yun Yi, pero este lo apartó sin piedad: "¡No me toques!"

Yun Yi usó una gran fuerza, haciendo que Ye Linghan diera un traspié.

Después de estabilizarse, lo persiguió: "Reconozco que me enfermé a propósito, pero realmente quería tener la oportunidad de estar a solas contigo. Si no lo hubiera hecho, ya te habrías ido hace dos días".

Las palabras justificativas de Ye Linghan no mostraban ni una pizca de remordimiento. El rostro de Yun Yi se puso lívido de ira, se dió la vuelta y gritó furioso: "¡Realmente me das asco!"

Los montes pueden cambiar, pero no su naturaleza. ¿Cómo podía esperar que una escoria como Ye Linghan podría redimirse para mejor?

El desprecio que había en el rostro de Yun Yi hizo que el corazón de Ye Linghan doliese.

Él no pensaba que estaba equivocado. Le gustaba Yun Yi y quería arreglar las cosas con él. ¿Qué había de malo en usar algunos métodos para lograr sus objetivos?

¿Debería dejar que Yun Yi se alejara cada vez más de él, arriesgándose a dejarlo ser marcado por alguien más?
Las veces en que Yun Yi entraba en celo no siempre coincidían con sus encuentros. Si no tuviera la misma suerte la próxima vez, Yun Yi estaría sin defensas durante esos momentos y podría llegar a ser marcado por otra persona.

El ex esposo quiere volver a casarse otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora