𝗖𝗔𝗥𝗠𝗘𝗦𝗜 - 06

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T/n no llevaba mucho tiempo vigilando la entrada del bosque esa noche

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T/n no llevaba mucho tiempo vigilando la entrada del bosque esa noche. Con el tratado que firmó con Karina su tranquilidad había aumentado un poco, la jauria, ahora como su aliada les daba el chance de estar más protegidas, cosa que confirmó cuando a lo lejos está escuchó un aullido, muy seguramente de Karina, dando órdenes a sus miembros para que empezarán a vigilar el bosque.

La azabache dió una repasada a las marcas de la familia Im en los árboles. Con el toque de sus dedos en la madera del roble miles de recuerdos pasados llegaron a su mente. Recuerdos de hace varias vidas, cuando recién había llegado al pueblo de Hwang-Gak Gu y el alcalde en aquel entonces, un miembro de la familia Im, le dió la bienvenida.
En los doscientos tres años que llevaba viviendo en el pueblo, había visto ir y venir a cinco generaciones de dolor en el culo con el apellido Im. Cada uno de ellos más molesto que el anterior.

Desde la muerte en extrañas circunstancias de Seulong, la paz entre cazadores, vampiros y licántropos había reinado, años enteros de tranquilidad y una vida relativamente normal era todo lo que T/n había pedido desde que aquella mujer de cabello blanco la había condenado a sufrir de manera eterna.

Sus recuerdos de aquella vampiresa eran cada vez más borrosos con el pasar del tiempo, su primer amor, Aria... T/n sonrió como estúpida al recordarla, ¿Quién iba a pensar que el primer amor de su vida la haría sufrir para siempre?

Está, con sus pensamientos yendo a súper velocidad por toda su mente dió un paso hacia el frente cuando un gruñido algo lejos se escuchó por las cercanías donde estaba ella.

T/n rápidamente se puso alerta, y sacando sus garras está se puso en posición de defensa detrás de un enorme árbol. Según lo que sus sentidos podían captar, está pudo escuchar varias pisadas acercándose, por los golpes y la distancia entre cada uno de ellos, T/n pudo deducir que se trataba de un pequeño grupo que perseguía a una presa. Los segundos pasaban y la persecución estaba cada vez más cerca, la presa, que aún no podía identificar bien les llevaba una gran ventaja.

-¡No dejen que se escape!

El grito, aunque lejos, fue perfectamente escuchado por T/n. La azabache guardo sus garras, ella era bastante poderosa, pero si se enfrentaba a ese grupo claramente estaría en desventaja, está se de quedó dónde estaba a espera de que, el grupo se alejara o siguiera derecho. Grande fue su sorpresa cuando una flecha se incrustó con fuerza en el tronco frente a ella.

En ese momento una chica cayó a sus pies. T/n fácilmente pudo identificar que se trataba de una vampiresa, su color de piel pálido y la falta de coloración en su cuerpo le decían eso, lo único que no le quedó bastante claro fue el por que aquella mujer cayó a sus pies. Varias flechas más quedaron incrustadas en distintos árboles, si la presa era aquella vampira que se estaba empezando a desangrar y esas flechas de acero puro bañadas en verbena -algo característico de la familia Im- muy seguramente el grupo se trataba de cazadores. Cazadores muy peligrosos.

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