Capítulo 26

9.4K 717 10
                                    

Atenea.

Lunes y me siento como el gato Garfield, joder ¿Desde cuando la vida es tan difícil?

Me levanto de la cama con toda la pereza del mundo para ir a la jodida universidad.

¿Por qué no fui una paja o algo así? Mundo cruel.

Entro en el baño modo zombie y me meto bajo la lluvia artificial. Siento el agua fría impactar contra mi cuerpo y ni eso sirve para quitar mi pereza. Hoy será un gran día.

Nótese el sarcasmo.

Salgo del baño luego de media hora medio durmiendo bajo la lluvia artificial y entro en el armario de mi habitación para sacar la ropa que vestiré el día de hoy, está nublado así que opto por algo abrigado y cómodo, siempre cómodo.

Elijo unos joggers rojos con una sudadera también roja y un top blanco con mis típicas zapatillas blancas.

Que no se note que me encantan.

Me veo en el espejo y peino mi cabello con una coleta alta y algunos mechones rebeldes por fuera. Salgo de la habitación con la mochila y mi teléfono en manos, cuando llego a la sala me encuentro con Robert sentado leyendo el periódico mientras toma café, paso por su lado ignorando su mediocre existencia pero él no parece pensar lo mismo.

Robert: ¿No saludarás a tú padre?

Padre, padre, padre.

Si, claro.

Atenea: ¿Sabias que las ratas solo viven entre dos a tres años?

Robert: No y...

Atenea: Tienes tres años jodiendo mi existencia y esos son solo los que recuerdo ¿Cuantos días, semanas o meses durará esta rata pululando a mis alrededores?

Si usa su cabeza para pensar entenderá la amenaza en mis palabras.

Atenea: Adiós, papá.

Suelto estas últimas palabras en un tono sarcástico y burlón antes de abandonar la casa. Voy camino a la universidad escuchando música y arrastrando mis pies, no estoy con las mejores energías el día de hoy, anoche me quedé despierta hasta tarde leyendo un libro y chateando con los chicos.

Llego a la universidad y siento un ambiente tenso mientras escucho a las personas susurrar "ha vuelto, volvió, esta aquí, vino a acabar lo que empezó" e infinidad de estupideces que no entiendo. Veo a Lía con el mismo chico de la fiesta y antes de poder acercarme a ellos ella camina en mi dirección.

Lía: ¿ por qué tienes cara de zombie?

Atenea: No dormí bien anoche ¿Quién era ese chico?

Veo como su rostro enrojece furiosamente.

Lía: Un amigo.

Atenea: Ajá, si claro.

Lía: Es la verdad.

Atenea: No estoy diciendo que no, cálmate.

Parece que vuelve a respirar luego de mis palabras.

Lía: Es algo complicado.

Atenea: Lo entiendo.

Cortamos la conversación para que no se sienta incómoda con cuestionamientos que no quiere responder y empezamos a caminar por los pasillos de las instalaciones de la universidad. Llego a mi clase y Lía sigue de largo luego de despedirse.

Justo ahora tengo evolución de las teorías psicológicas, entro en el aula y veo como poco a poco se va llenando hasta que el maestro cierra la puerta dando inicio a la clase de hoy.

No doy para más y recién empieza.

Luego de unos minutos con el profesor hablando sobre lo mismo de la clase pasada se escuchan unos toques en la puerta, si es un estudiante dudo que lo dejen pasar ya que el maestro es muy estricto.

El profesor va y antes de que siquiera toque el pomo de la puerta esta se abre pegándole un fuerte golpe en la cara al profesor.

Me dolió.

Profesor: ¿Qué diablo...

Cuando levanta su cabeza sus palabras se quedan a atrapadas en su boca mientras su cara toma una palidez casi enfermiza y su cuerpo se tensa.

Chico: Buenos días, maestro.

Escucho una jodida voz tan ronca y excitante que me hace verlo con curiosidad, subo mi vista poco a poco viendo sus grandes botas militares y sus largas piernas enfundas en un jean negro, sigo mi recorrido deteniéndome un poco mucho en su entrepierna, me ruborizo al darme cuenta de aquello, sigo con su torso cubierto por una ramera blanca y una chaqueta de cuero, levantó la vista a su rostro y jodidamente se me corta la respiración.

¿Esto es un puto sueño? ¿Me dormí sin darme cuenta?

Veo su cara igual a la mía, sus ojos, labios, nariz, cabello, solo le faltan las jodidas pecas y sería mi yo masculino aunque aún sin ellas lo es.

Es una jodida copia mía, da miedo.

Siento mi respiración acelerada y como poco a poco va entrando menos oxígeno a mis pulmones. Siento las mirada criticadoras en mí, siento una mirada penetrante y cuando miro al frente me topo con sus ojos verdes idénticos a los mío y siento que desfallezco.

Joder, no puedo respira.

Me levanto de mi asiento y dejando todo atrás salgo del aula apresurada rumbo al baño, cuando llego a este me meto en un cubículo y trato de tranquilizarme.

No quiero tener un jodido ataque de ansiedad.

Cuanto hasta 20 pero nada funciona, siento que estoy apunto de sufrir un colapso. Escucho la puerta del baño siendo cerrada pero no le doy importancia y sigo concentrada en calmarme. Cuando siento que estoy un poco mejor salgo del cubículo y me dirijo al lavamanos y cuando me miró al espejo noto que mis mejillas están empapadas de lágrimas y mi nariz y ojos están rojos.

¿En que momento empecé a llorar?

Lavo mi cara y tomo profundas respiraciones antes de salir del baño pero la jodida puerta no abre, la maldita puerta está trabada.

Joder no.

✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿

Nota de la autora.

Atenea soy yo en clase xd.

Se viene drama señores

Voten y comenten si les está gustando la historia.

Hasta pronto, wattperos.

Las Siete Voces [+21]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt