Atenea
Me agarró del lavamanos después de vomitar hasta el alma y lavar mis dientes, el piso bajo mis pies está dando vueltas. Me levanté más temprano de lo normal con unas terribles náuseas dejando solos a los chicos en la cama, inclino mi cuerpo hacia el lavamanos y lavo mi cara, abro la gaveta que tiene el mueble y saco alcohol notando algo.
Los tampones y toallas están intactos.
Palidezco al ver que aún se encuentran en su caja, no puede ser ¿Verdad?
Teniendo en cuenta que follamos como conejos si es una gran posibilidad. Salgo del baño aún medio mareada y me dirijo a la mesita de luz que tiene la cama a los lados donde se encuentra mi teléfono, lo tomo y rápidamente texteo un mensaje.
Atenea: Necesito tu ayuda, es urgente.
Apagó el celular y lo dejo donde estaba tomando rumbo al clóset para vestirme, saco un vestido blanco corto con unas zapatillas negras y un bolso negro, peino mi cabello y cuando ya estoy lista dejó un beso en las frentes de mis chicos para salir de casa notando como estos se remueven buscando más contacto que justo ahora no puedo darles.
Tengo que sacarme las dudas.
*****
Lía: ¿Cuándo fue tú último periodo?
Pregunta luego de tener que sostenerme luego de que un mareo amenazara con tirarme al suelo. Su pregunta me hace darme cuánta de que fui muy tonta al no darme cuenta antes.
Atenea: Hace... hace casi tres meses.
Me ve a la cara mientras me pasa un vaso de agua, estamos en su casa.
Lía: Joder, tenemos que comprar pruebas de embarazo.
Asiento con la cabeza y luego de estar un poco mejor las dos juntas vamos a una farmacia cerca de su casa, cuando llegamos compramos una caja de cada marca para estar seguras. Volvemos a su casa y con los nervios a flor de piel me dirijo a su baño a realizar la prueba, leo las instrucciones y saco ocho prueba de diferentes tipos y marcas.
Una por cada pendejo.
Hago lo que tengo que hacer y las acomodo en el lavamanos con manos temblorosas, al cabo de unos minutos Lía toca la puerta mientras yo estoy en un estado de trance, no puedo creer lo que mis ojos estan viendo. Abro la puerta con manos temblorosas y una ansiosa Lía entra por ella.
Lía: ¿Y? ¿Seré tía?
No puedo responder, las palabras no me salen ¿Que estoy sintiendo? ¿Estoy triste? ¿Feliz?
No sé que sentimientos estoy experimentando en este momento.
Atenea: yo... ellos.... yo
Lía se acerca a las pruebas y al observar lo mismo que yo suelta un grito ahogado.
Dos rayitas en cada puta prueba.
Lía: Estás embarazadisima.
Quiero reír por su comentario y lo hago, joder que lo hago, río no sé si por los nervios o por la dicha que siento, río de lo nerviosa que me encuentro, río de la reacción de los chicos, río de todo y nada a la vez.
Me calmo un poco sintiendo mis mejillas húmedas pero aún así mi garganta no deja de vibrar en suaves risa.
Lía: Nea cálmate ¿Quieres agua?
Asiento con la cabeza ya que mi voz no sale, Lía me lleva al sofá de la sala y al rato vuelve con un vaso de agua que tomó agradecida tranquilizando al fin mi ataque de risa.
Atenea: yo ¿Cómo se los diré a los chicos? ¿Y si no quieren ser padres? ¿Y si no están listos?
Sería un golpe muy doloroso para mí ya que aunque me acabo de enterar de su existencia ya amo al bebé que crece en mi interior.
Lía: ¿Qué dices? Ellos te aman y también amaran a ese bebé que llevas en tu interior, después de todo solo no se hizo.
Tiene razón pero ¿Y si se equivoca?
*****
Regreso a casa viendo cómo está todo vuelto un desastre, los chicos han tomado la gran decisión de ponerse a cocinar y el único que sabe hacerlo es Hermes y se encuentra sentado en una silla mirándolos tratar de seguir sus instrucciones y eso hace que por lo menos ya no esté tan nerviosa.
Atenea: ¿Qué hacen?
Todos voltean en mi dirección y se abalanzan como toros a saludarme.
Apolo: Rojita ¿Dónde estabas?
Benjamín: ¿Por qué no te despediste de nosotros?
Zeus: ¿Estás enojada?
Hades: ¿Ya no nos amas?
Detengo sus miles de preguntas al mismo tiempo cuando escucho tan absurda pregunta.
Atenea: Cállense, estaba donde Lía, no estoy enojada y la última pregunta me ofende un poco ¿Cómo no voy a amarlos?
Thor: Es que... es que tú...
Lo interrumpo antes de que siga.
Atenea: El día que deje de amarlos será el día en que muera y dudo que deje de hacerlo aún cuando no respire- mis ojos se cristalizan, malditas hormonas- los amo a todos ustedes.
Hermes: No llores, osita. Ves, ya la hiciste llorar.
Le reclama a Hades mientras me abraza y yo escondo mi rostro en su cuello.
Bastián: Nosotros te amamos más, gatita.
Todos, de una forma muy extraña e incómoda me abrazan a la vez mientras dejan un beso en mi frente, nariz y boca.
Apolo: Ven, vamos a comer.
Asiento con la cabeza y cuando Hades termina de besar las lágrimas en mis mejillas nos dirigimos todos al comedor donde ya está puesta una ¿Pasta?
Atenea: ¿Qué es eso?
Veo el orgullo en los ojos de todos antes de que me respondan.
Benjamín: Es pasta y la hicimos nosotros especialmente para ti.
Mi pecho se oprime al ver que tuvieron tan lindo detalle aunque el detalle en si no sea tan bonito. Dejó un beso en sus labios y nos sentamos a comer pero joder que hubiese deseado no hacerlo, siento mis entrañas subir a mi garganta con el solo olor que desprende y joder que no huele mal, me levanto como un resorte de la silla en la que me encontraba y voy al baño más cercano a descargar todo lo que e ingerido hoy que es el agua que me dio Lía en su casa.
Joder.
Hades: Pequeña ¿Estás bien?
Siento unas manos agarrar mi cabello y otra acariciar mi espalda.
Hermes: Les dije que la iban a intoxicar.
Escucho decir y joder que en otro momento me hubiese reído pero ahora me encuentro muy ocupada vomitando hasta mi alma.
Zeus: ¿La rompimos?
Pregunta temeroso.
Me embarazaron, pendejos.
Nota de la autora
Perdón por la tardanza pero tuve que hacer malabares con los pies para poder publicar un capítulo hoy por motivos de electricidad por las lluvias.
Feliz lectura, Wattperos.
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Las Siete Voces [+21]
RomanceCuando empiezas a cuestionarte el motivo de tu existencia sabes que no todo va tan bien como aparenta, todo esto Atenea Smith lo sabe muy bien. Levantarse y saber exactamente lo que harás llega a tal punto de resultar asfixiante, todo esto hasta que...