La Sultana que Enamoró perdidamente al Sultán (Sultán Suleyman) - [Finalizada]

Capitulo 37; El Fin de una era (parte 2)

- Madre - Mire a Murad, quien estaba parado en la puerta

- ¿Que sucede?, No te quedes parado, ven - Camine hacia el sillón y lo invite a sentarse conmigo, lo cual hizo inmediatamente, dejándome sorprendida por la rapidez en que lo hizo - ¿Todo está bien?, ¿Que tienes? -

- ¿Por qué no me lo mencionaste? - Suspiré al entender la razón de su visita

- Tu padre no quería preocuparlos, le rogué de que era necesario, al menos entre nosotros saberlo, pero no importo cuánto discutimos, nada lo hizo cambiar de opinión, ya sabes cómo es el -

- ¿Y sobre la conquista que está llevando a cabo? -

- ¿Que querías que hiciera Murad?, Tal vez sea mi Esposo y el padre de mis hijos, pero es el Sultán, el gobernante de un reino que se hace cada vez más grande, sin importar lo que yo le dijera, el jamás me haría caso, por más que me ame, debe pensar primero en el reino - Ví como su rostro se arrugó en amargura, tome sus manos, preparando mis palabras para lo que vendría - Y debes comenzar a hacer lo mismo tu también -

- ¿Que?, ¿De que hablas? - Soltó mis manos de inmediato y se levantó - ¡No ha muerto todavía! - También me levanté

- Murad... - Mis ojos se llenaron de lágrimas - El no va a regresar de la guerra y lo sabes - Se giro hacia la pared de la habitación, me acerque y coloqué mis manos en sus hombros - Por lo cual debes comenzar a prepararte para asumir del trono, y eso conlleva a qué debes comenzar a pensar como uno - Sentí con mis manos como su cuerpo se tenso - Se que es difícil, pero tú sabías que este día llegaría -

- Si, pero es muy pronto, yo... - Me quedé esperando sus palabras, las cuales nunca salieron de su boca

- Hijo mírame - Le di la vuelta y quedamos frente a frente - Eres el hijo del gran Sultán Suleyman, desde que naciste se te preparó para esto, sin importar que suceda, se que serán un gran Sultán, pero para eso, debes comenzar a creerlo, a prepárate más que nunca, tiempos difíciles se acercan, nuestros más antiguos enemigos han esperado que tú Padre muriera hace tanto, y cuando lo haga tú debes dar la cara por nosotros y levantar esa espada para defendernos -

- Es demasiada presión - Lo mire a los ojos -

- Lo se, pero no estás solo, están tus hermanos, tu esposa e hijos, y yo - Nos abrazamos - Y mientras Allah me de salud, jamás me iré de tu lado, saldremos de esto juntos hijo mío, no tengo dudas de que vas a honrar a nuestra dinastía -

Se bien que Murad está asustado, pero no tenemos otra opción más que seguir avanzando...por más que duela...

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- Suleyman... - Lo mire a través del espejo - ¿De verdad vas a hacerlo? - Veía como los sirvientes terminaban de arreglar sus ropas -

- Halime... -

- Lo se...lo se, simplemente, debía intentarlo una última vez -

Habían pasado dos meses, los cuales Suleyman estuvo en cama descansando para este día, el que no quería que llegara nunca

- Mi bella Luna - Salí de mis pensamientos al sentir su toque en mis mejillas, no pude evitar comenzar a llorar al solo pensar que tal vez está sería la última vez que lo sentiría - Sin importar que suceda, quiero que sepas, que te amo mucho - Sonreí entre lágrimas - Jamás lo olvides -

- No lo haré, porque yo también te amo - Sentí sus labios en los míos, así que disfrute cada segundo de este beso que cada vez rompía más mi corazón, porque sería el último

- Ya debo irme - De alguna forma esas palabras tenían un significado distinto para mí, se sentía como una despedida más allá de solo irse a la guerra