CAPITULO 39

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Es ahora....

Kira

–No te preocupes, sabes que haremos todo lo posible por traerla

Las palabras de Cruzito no me reconfortaban, yo quería, deseaba que esas misma palabras salieran de otra boca

–Tengo miedo –confesé

–¿Por qué?

–Mi hermana.... Ella no.... Es injusto esto

–Kira, las cosas suceden por algo, así me decía mi abuelo –cuenta– Y se lo que sientes, y déjame decirte que no es tu culpa, tu no tuviste nada que ver, tu no le dijiste a esas personas, oigan, vengan y llevense a mi hermana, Así que no te tortures que lo único que logras es inquietarte

–Y si le pasa algo, si le hacen algo....

–Eso no ocurrirá, el jefe no lo permitirá

Me temo que llegue tarde

–¿Y si muere? –creo que voy a llorar– No lo soportaría, te lo juro, que no

–No te adelantes, ese es tu problema Kira, no das tiempo, piensas que todo sucederá como tú cabeza lo dice, pero no, pueden suceder muchas cosas –indica– Ve con lo íbamos hacer, prefieres huir que dar la cara

–Dijiste que no ibas a juzgarme....

–Y no lo haré, solo te digo mi parecer, no lo tomes a mal, lo que quiero decir es que antes de que suceda quieres abandonar

–Soy una cobarde, y lo sé –reconozco– Pero eso no va a borrar mi decisión, puede que mi muerte ni llegue a hacer una tragedia, serían felices sin mi

–No digas tonterías y ni siquiera lo piensas –nego apartando ese comentario– Y te digo algo, para mí la muerte no es algo malo

–¿Por qué lo dices?

–Porque morir no es una tragedia, es reposar el cansancio para ya no sentir lo que nos duele

–Lo dijiste en un tono melancólico que te juro que la piel se me puso de gallina –rió

–Te lo cuento porque tu idea es errónea –analiza– Además, también quería agradecerte por no juzgarme, te conté algo que para mí era demasiado íntimo y no hiciste ningún astibo de indiferencia

–Porque no tengo razones, yo no soy nadie para juzgar –site sus propias palabras– Y también porque aún así te quiero, tu confesión no hizo que el cariño que siento por ti cambiará, tus gustos no me afectan, si te gustan y te sientes atraídos por lo chicos, que más da, yo me cogí a mi cuñado y aún así te tengo aquí, a mi lado, y no me dejarás ¿Verdad?

–Claro que no bonita –me rodeo abrazándome– Te lo prometo...  Pero eso último que mencionaste, no lo vuelvas a decir, ¡Por Dios! Cómo tienes esa boquita para decir palabrotas

Seguimos platicando de más cosas, no me he movido de mi habitación, mi única compañía a sido Cruzito , Max quería llevárselo como a Javier, pero le dije que lo necesitaba, necesitaba a una persona conmigo, y a regañadientes acepto

Mi Querida No Luna ©(Finalizada Y Editando)Where stories live. Discover now