ALYSS

REENCUENTRO CON ROY - HANK

Hank.

Al ver a Alyss entrar al salón con esa expresión de confusión, supuse de inmediato que lo inevitable había sucedido. Podía ver la decepción en sus ojos, el dolor y el odio así misma que estaba sintiendo en ese momento. Cuando el profesor la envió a buscar los planos pensé en que debía ir detrás de ella para hacerle saber que estaba ahí, que no estaba sola, que yo estaba ahí para ella. Así que hablé con el profesor y fui detrás de ella.

Al llegar, Roy la tenía aprisionada a su cuerpo, me tense y sentí unas ganas infinitas de estampar una vez más mi puño en su rostro.

Me acerqué y tomé a Alyss atrayéndola hacia mí con fuerza para liberar su cuerpo de las manos de Roy ¿Quién eres tú para tocarla? Pensé con frustración y enojo a la vez. Quise enfrentarlo, pero Alyss me detuvo en un pequeño murmuró. La entendía y no quería que pasara por más, no lo merecía, solo quería ocultarla y sanarla. Presione su mano y caminamos devuelta a la sala con la idea de ir por nuestras cosas e irnos lejos de toda la mierda de ese momento, pero sabía que tenía parte de culpa en esa decepción por no contarle mi encuentro con Roy. Le pedí que me esperara mientras iba a dejar los planos y nuestros bolsos, pero cuando salí, ella ya no estaba.

Con prisa salí al exterior para buscarla, pero no estaba y pensé que podía estar en el estacionamiento, pero tampoco estaba ahí, aunque su moto si estaba estacionada. Volvi a ingresar y busque en sus lugares recurrentes, pero no había señales de ella. La llame y al principio sonaba ocupado, hasta que lo apago y perdí toda oportunidad para alcanzarla. Podía imaginar la confusión de ese momento dentro de ella y me arrepentí por no haberle contado antes sobre mi encuentro con Roy.

Ese día fui al Dark Bar, porque ahí trabajaba un amigo y me contó que había llegado un chico similar al boceto que le había mostrado tiempo atrás, así que fui por más detalles. Antes de entrar al bar escuché unos gritos provenientes del callejón de al lado y de seguro nada bueno estaba sucediendo ahí.

Escuchar los gritos de una mujer fue suficiente para acercarme y ver que estaba sucediendo. No soy un superhéroe, pero suelo pensar que podría ser mi madre o Alyss y odiaría que nadie las ayudase si yo no estoy. Me acerqué y vi a dos tipos acosando a una mujer o eso supuse, ya que la mujer estaba forcejeando para soltarse de ambos hombres. Camine en su dirección y uno de los hombres me vio y también comenzó a caminar hacia mí.

— ¿Qué mierda miras? ¡Lárgate de aquí! ¡Este no es tu asunto! — grito como si fuese a intimidarme.

—Bien, sácame— lo dije con un tono superficial y encogiéndome de hombros.

Lo primero que hizo fue tirarme un puñetazo en la cara y eso era muy predecible, lo esquive y le di un puñetazo con fuerzas en su costilla como si pudiese darle un poco del dolor que aquella mujer sentía. Tan solo pensar en mi madre o Alyss la euforia aumentaba y con ella mi enojo. No le di tiempo a que se recuperara y lo lance al suelo y estampe mis puños en su rostro hasta dejarlo inconsciente y oí su voz.

—¡Vaya! ¡Vaya!... pero ¿No es mi amigo de la infancia? —pregunto con diversión y sarcasmo. Alce una ceja en señal de qué mierdas hablas— ¡Vamos! Soy yo... Roy—comento apuntando su rostro, mientras la mujer de atrás intentaba acomodar su ropa.

—Vete de aquí— le dije a la mujer, pero Roy se dio vuelta, la miro y esta se quedó paralizada— ¡Vete, te dije!— volví a replicar con autoridad y esta vez la mujer no lo dudo, acomodo sus ropas y salió corriendo.

Roy voltio y me miro con molestia.

—No me gusta que me molesten cuando me estoy divirtiendo— comentó con fastidio.

—Y a mí me importa una mierda lo que te gusta— replique con desprecio.

—Entonces no deberías meterte donde no te llaman, porque entonces yo también me podría meter en tus asuntos, empezando por... Uhm... A ver... Alyss—respondió con diversión en su cara, mientras se lamía los labios—Aunque eso sería aburrido, porque ella sola vendría a mí.

Camine velozmente y lo estampe en la pared, mientras colocaba mi antebrazo en su cuello.

—¿Crees que Alyss es un juego? —pregunte con enojo.

—Debo reconocer que me he divertido bastante viéndola como me busca.

—¡Escúchame con atención! —Presione con más fuerza su cuello—Si te acercas a ella o la lastimas, te juro que te haré pagar cada puto segundo de su dolor—presione aún más mi brazo en su cuello— ¿Te quedo claro? —Roy comenzó a golpear mi antebrazo en señal de que había entendido y que no podía respirar. Hice presión un poco más, lo solté y cayó al suelo

— Olvidaba... que desde niño eres un matón—comento con diversión, mientras sobaba su cuello e intentaba respirar más despacio.

—Mantente alejado de ella—Ordene y me di media vuelta para irme.

—No me digas que aún te gusta—me detuve y él comenzó a reírse—Todavía te gusta—comento entre risa, reafirmando su pensamiento—Qué patético eres Hank.

—Solo mantente alejado— volví a ordenar con voz fría y segura.

—Pero... ¿No deberías mantenerla a ella alejada de mí? Después de todo es ella quien va detrás de mí como una perrita buscando a su dueño— comento riéndose.

No lo pensé dos veces, me voltee y lo patee en la cara con todas mis fuerzas y todo su cuerpo cayó hacia un lado. Comencé a golpear su rostro con mis puños, hasta borrarle esa sonrisa de mierda que tenía en su rostro. En ese momento escuché unas voces aproximándose y me fui dejándolo en el suelo.

No podía contarle la versión original a Alyss, no porque no fuese objetiva con la situación o por miedo a que no me creyese, sino simplemente porque no quería arruinar su primer encuentro. Sea como sea hoy Roy, ella se merecía descubrirlo por sí misma y claro que trate de persuadirla, pero sabía que no tendría ningún efecto en ella y su búsqueda.

El reencuentro entre Alyss y Roy fue una decepción de la cual todos éramos consiente menos ella y si por mí fuese hubiese evitado que eso sucediera de esa manera. Ella para mí es más que una amiga o compañera, es aquella persona por la cual estaba dispuesto a enfrentar el mundo si de ella se trataba, pero sabía que no ocupaba ese lugar en su corazón y que solo debía limitarme a protegerla a mi manera y dentro de mis posibilidades.

...