CAP 16: MARCAMÉ

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-Te he echado de menos, pecas.

-Yo también, princesa.

Nos dimos la mano, y nos acercamos al final de la sala.

-Quiero que me marques.

-¿Que, que?

-¿Que me hagas chupetones por todo el cuello, hasta dejarme sin piel.

-Lo que tu me pidas, pecas.

Comencé a darle suaves besos en su cuello, durante unos minutos estuve dándole besos, y dejándole le marca por todo el cuello.

Cuando paré, Alex estaba sonriente; entonces le dije.

-Alex, mañana me puedes dejar en el centro para que haga unas compras.

-Claro princesa, y quiero que te lleves mi tarjeta y me la explotes.

Sonreí y le dije a Alex.

-¿Me lo pides o me lo exiges?

-Te lo exijo.

-¿Enserio?

Movió la cabeza indicando que si, y entonces miré la hora en el móvil.

-¡Es la una Alex!

-¿Y que?

-Pues que mañana tenemos instituto.

-¿Quieres que nos vayamos?

-Si, que si no me va a dar pereza levantarme mañana.

Alex me agarró de la mano y pasamos entre la multitud; al llegar a fuera estaba lloviendo, y le dije.

-Alex, me voy a arruinar el vestid.

Me cogió de las manos, me miró a los ojos con sus grandes ojos verdes y dijo.

-Princesa, si quieres te puedo comprar toda la tienda, pero súbete conmigo en esta aventura.

Corrimos hacia la moto, el se sentó, me subí detrás y me agarre fuerte a su cintura; el arrancó y me encantó.

Al llegar fuera de la casa, me dijo.

-¿Un baile, princesa?

Dijo mientras se medió arrodillaba.

-Por supuesto pecas.

Puso una canción de vals, y bailamos bajo la lluvia, le miraba a los ojos y me fundía en ellos.

-Princesa, ¿Te gustan mis ojos?

-No, pero cada vez que los miró las piernas se me debilitan, siento que me enamoro cada vez mas, me fundo en ellos y su color verde azulado, ah pero no me gustan.

-Eso....es un ¿si?

-No preguntes que lo fastidias.

Y le bese, eso era felicidad extrema, sus labios sabían a mi futuro; cuando el beso terminó corrí hacia la casa, y Alex me siguió por detrás.

-A que no me pillas pecas.

 -Veras que si.

Corrí mas, pero Alex me agarró por detrás y me elevo.

-Me has atrapado.

Reímos por mucho rato, pero entonces salió su padre por la casa y nos gritó.

-Entrad tortolitos, que vais a coger una neumonía.

Alex me bajó y fuimos a la casa cogidos de la mano, disfrutaba cada momento con el.

Subí las escaleras para entrar a mi cuarto, antes de entrar le di un besito a Alex y me metí dentro.

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