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desde aquella noche donde minho obligó a felix a correrse múltiples veces con el propósito de saciar su curiosidad, no dejó de pensar en algo.

le gusta felix. trató de desmenuzar sus pensamientos, trató de evitar pensar en su roomate de esa manera pero no pudo. todo lo que llenaba su cabeza eran los gemidos que felix dejaba salir y todas las veces que se corrió junto con él.

felix además de precoz, era multiorgásmico. y eso fue un sueño hecho realidad para minho, se imaginó demasiados escenarios de ellos siendo pareja, de ellos probando muchísimas cosas nuevas porque la condición de felix les permitía experimentar.

y no tardó en externar sus sentimientos, una de las veces que se encontraba chupando a felix, soltó -lixxie, ¿te gustaría ser mi novio?

La excitación de felix había caído, remplazada por miedo. había sido repentino y jamás imaginó que su compañero quisiera tener algo más con él.

felix no aceptó rápido, él le pidió citas, salieron muchas veces para experimentar y ver si podían ser compatibles.

lo que les sorprendió fue notar que efectivamente, eran tan compatibles que les extrañaba. incluso, tendían a copiar los movimientos del otro inconscientemente.

entonces empezaron a salir, oficialmente.

sus amigos se sorprendieron mucho porque, obviamente no se lo esperaban. los veían cercanos pero no a ése punto.

ahora, felix se encontraba de espaldas en la cocina, era su primer mes como novios oficiales y quería preparar algo especial por la fecha. minho lo observaba, sentado desde la mesa.

minho suspiró, jamás habría pensado en que su roomate terminaría siendo su novio y que estarían juntos durante tantos días. tampoco esperó sentir tanto amor por él, creyó que al principal sólo le gustaba el sexo con felix, creyó que era sólo eso, sexo. pero se sorprendió cuando se dio cuenta de que estaba enamorado. los sentimientos lo tomaron desprevenido porque no había planeado eso, jamás lo habría pensado.

pero ahora, estaba observando a su novio mientras se movía libremente por la cocina y no podía evitar suspirar enamorado, era tan hermoso, su figura, su rostro, su cabello, felix tenía un aura de belleza que se extendía fuera de él y minho lo adora.

-¿sabes, felix?- minho habló, con la barbilla recargada en sus brazos, apoyado en la mesa. -mi plan inicial fue descubrir cuántas veces podías correrte en una noche, pero ahora quiero saber cuántas veces podrás hacerlo por el resto de nuestra relación.

felix rió desde su lugar y le aventó una papa a minho.

-¡no digas esas cosas! haces que me ponga nervioso.

minho sólo rió feliz, estaba seguro de que felix nunca pensó que ser precoz tendría su lado bueno. él espera ayudarlo a descubrir las demás cosas buenas que su padecimiento puede tener.

FIN.

precozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora