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—¿No es esto genial?, ahora los dos cuidamos de pequeños niños que dependen de nuestras vidas—

—Esto es el karma— Taiju dejó caer su cabeza contra el volante de su auto —me pasa esto por decirte que no cuides niños ajenos— volvió a golpear su frente contra el volante —ahora ѕoy yo el que cuida niños ajenos—

—¡Taiju son tus hermanos!— le reclamó Haruka

—¡Hermanos mi culo!— gritó y la miró, se notaba muy molesto y cansado por sus profundas ojeras —no dormí en toda la maldita noche, ensuciaron toda la casa y rompieron mi preciosa mesa de cristal—

—Sabes que fue un accidente—

Yuzuha jugando la pelota junto a Hakkai, rompieron la mesa del centro de la sala, ambos empezaron a llorar y Taiju sin saber que hace también empezó a llorar... cuando se calmó le pidió a Haruka que no le dijera a nadie que se puso a llorar, su orgullo era muy grande

—Los niños son una bendición— dijo Haruka, Taiju soltó una fuerte carcajada hasta toser

—Hace un mes tu decías que los niños eran una creación del diablo y solo venían al mundo a gastar dinero— la sonrisa de su cara de borró —y yo decía que era mentira pero ahora que cuido de mis dos hermanos se que es cierto— un aura oscura lo rodeó, se había deprimido de un momento a otro

Haruka analizó las palabras de Taiju, el tenía razón en lo que dijo, hace días atrás, odiaba a los niños, no soportaba estar cerca de ellos pero ahora convivía con varios pequeños

No iba a mentir, seguía odiando a todos los infantes pero no a los que ahora eran cercanos a ella, ella adoraba a Manjiro y el tiempo que convivió con Yuzuha y Hakkai, se dio cuenta que eran niños muy dulces

No odiaba a su pequeña familia pero si a los demás, ¿no es curioso?

°°°°°°

¡Mamá!— exclamó Manjiro

—Pero que guapo está mi niño— Haruka besó la mejilla de Manjiro

Vestía una ropita café que tenía orejitas y cola de oso, se veía tan malditamente adorable que le daban ganas de apachurrarlo para siempre

—Shinichiro ya conoces a mi mejor amigo Taiju y viceversa, Taiju este pequeño es mi hijo Manjiro— Haruka se dio la vuelta para mostrarle a Taiju, Manjiro

Taiju solo hizo una mueca, en cambio Manjiro se puso a llorar, por su cabeza solo pasaba que aquel tipo era demasiado feo y aterrador

—¿Pero por que está llorando?— Haruka confundida acariciaba la espalda del pequeño Manjiro que se aferraba a su ropa

Shinichiro se aguantó de soltar una carcajada pero se limitó a sonreír un poco y tratar de tranquilizar a su hijo

°°°°°°

A su alrededor se sentaron sus amigos que lo miraban de manera rara

—Te has bañado, no tienes ojeras, hueles a perfume de mujer y sonríes como un idiota— Takeomi frunce el ceño —seguro que has vendido a tu hijo a una mujer rica que no puede tener hijos—

—Takeomi tienes que dejar de ver esa serie rara que ves— Wakasa rueda sus ojos

Desde que Takeomi veía esa Rosa de Guadalupe solo sabe decir palabras raras o hablaba idioteces

—Chicos la vida me sonríe— Shinichiro ignoró todo lo que dijo Takeomi —¿se acuerdan de mi novia?, pues ella aceptó cuidar a Manjiro que ya le dice mamá—

Los tres se miraron en silencio hasta que Takeomi empezó a reír demasiado fuerte llamando la atención de algunos del salón

—Shinichiro no te lo tomes a mal pero no creo que ninguna chica de nuestra edad quiera hacerse responsable de un bebé ajeno— Wakasa negó con la cabeza

—¡Es verdad!— reclamó frunciendo el ceño —se los voy a demostrar—

Shinichiro sacó su celular y les mostró una foto donde Haruka abrazaba con amor a Manjiro, se veían muy tiernos y bonitos

—Haruka cuidó de el mientras yo dormía, ella me va a ayudar a cuidar de el mientras yo estudio y trabajo en mi nuevo taller— miró la foto con una boba sonrisa, realmente Haruka era un ángel

—¿Eres millonario o te mide treinta centímetro?— Takeomi soltó una carcajada —es muy bonito todo eso pero no me trago ese cuento de que ella cuide a un niño que no es suyo, menos siendo tan joven y bonita—

—Cierra la boca— le retó Wakasa mirando a su amigo —no le hagas caso Shinichiro, aunque tenga un muy mínima razón si de verdad se aman me alegro por ustedes, me has contado mucho de Haruka y se ve que es una excelente chica—

—Y lo es— afirma con seguridad —ella no lo sabe pero será mi esposa en un futuro—

Se veía con Haruka y Manjiro, los tres eran una feliz familia donde se amaban mucho, Manjiro le diría mamá a Haruka de la manera más amorosa posible mientras se abrazaban

No se podía imaginar un futuro sin Haruka

Padre adolescente soltero |Shinichiro Sano × Lectora|Where stories live. Discover now