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En su mano tenía una pequeña bolsa con cosas de Manjiro y con la otra mano acariciaba la cabeza del pequeño, quería transmitirle que ella estaba con el, tomando un suspiro se adentro al hospital y se acerco a la recepción

—Buenas tardes, vengo a visitar a una amiga que está en quimioterapia, su nombre es Suzuki Aizawa— dijo —¿me puede decir en que habitación se encuentra?—

—La paciente Aizawa me dijo que una amiga podría venir a visitarla— la recepcionista tecleo un par de veces en la computadora —¿usted debe ser Haruka no?—

—Exacto—

—La paciente Aizawa está en el quinto piso, habitación veinticuatro en la sala de quimioterapia— le indico de manera amable

—Muchas gracias— agradeció con una leve reverencia para irse hacia el elevador

°°°°°

Se meneo un poco al ver como Manjiro se removía y balbuceaba, le sonrió al verlo abrir sus ojitos y bostezar

—Hola pequeño— le saludó con una sonrisa, Manjiro balbuceo, pronto el podría hablar de manera fluida

Cuando estuvo frente a la puerta de la habitación donde estaba Suzuki

<Aquí vamos>

—Suzuki soy yo, Haruka— tocó suavemente la puerta un par de veces

—Puedes pasar—

Al entrar la vio recostada en una silla conectada a sueros, ya no tenía ese cabello rubio sino un gorro, al parecer antes estaba usando una peluca

No quiso mencionar nada, sabía que eso solo deprimiría más a Suzuki, rápidamente empezó a hablar sobre cualquier tema

—Como te dije, vine con Manjiro a verte al hospital— suspiró de manera honda acercándose a ella y dejando la bolsa en una mesa sacando un biberón de leche —ahora acabó de despertar así que toca darle el biberón— explicó sentándose en un sofá que había frente a Suzuki

Con cuidado sacó a Manjiro del cargador, lo sentó en su regazo, Manjiro tomó con sus manitas el biberón el cual empezó a tomar con hambre

—¿Por que cuidas a un bebé ajeno siendo tan joven?— preguntó

—Porque amo a Shinichiro— responde alzando su mirada —te seré sincera, yo ni siquiera quería ver a Manjiro porque odio a los niños, repito, odio a los niños pero no odio a Manjiro, supe que si quería estar con Shinichiro tenía que también tenía que querer a Manjiro, aprendí a quererlo como mi propio hijo porque amo a Shinichiro—

—Yo quería abortar pero mi madre me obligó a tener al bebé, tu hubieras hecho lo mismo—

No quería darle la razón pero decía la verdad

—No hablemos de eso, ¿si?, me estoy muriendo y no quiero pasar mis últimos minutos hablando de algo que no me interesa— Suzuki hizo una mueca incómoda, trató de sonreír pero no lo logró —hablame de Manjiro— señala al pequeño

—Como debes saber acaba de cumplir un año, es un bebé muy dormilón, alegre y comelon— se encoge de hombres —está empezando a hablar aunque balbucea ahora me dice mamá—

—Te mereces que te llame así, yo no soy nada para Manjiro, aunque yo biológicamente sea su madre prácticamente no soy nada—

—Si— murmura

Ambas se quedaron en un silencio incómodo donde solo se escuchaba los balbuceos de Manjiro que terminó de tomar su leche

—¿Puedo cargarlo?—

—Claro—

Se levantó del sofá y se acercó a Suzuki que de manera cuidadosa tomó a Manjiro en sus manos dejándolo me su regazo

Manjiro la miró con curiosidad, después miró a Haruka, en su inocente mirada ella pudo saber que Manjiro se preguntaba quien era aquella mujer

—Hola bebé— saludó Suzuki sonriendo, Manjiro la miró —has crecido mucho desde que eras solamente una cosita muy pequeña—

Manjiro estiró su manita tocando la nariz de Suzuki, ella rió tomando en su delgada mano la pequeña manita del bebé

—Cuando Manjiro nació era calvito pero ahora es una bolita de pelos—

—Shinichiro lo dijo, me dijo Manjiro apenas tenía tres pelos—

Recordó con felicidad cuando Shinichiro le mostró una foto cuando Manjiro tenía apenas un mes de nacido, se veía raro con casi poquito pelo y su carita estaba arrugada

—Es muy bonito, me recuerda a mi—

—Supongo que el heredó tu cabello rubio—

—Exacto, pero tiene los ojos de Shinichiro y aún así Manjiro se parece más a el—

—¿Por que querías conocer al hijo que abandonaste?—

Preguntó al fin, tenía aquella duda desde que Suzuki le pidió ver a su hijo, aunque no quisiera quitarle a Manjiro ella quería ver a las criatura que abandonó

—Me voy a arrepentir de muchísimas cosas pero no quería arrepentirme de ver a mi primer bebé—

—¿Tu primer bebé?—

—El primero y único, claro está—

Le pareció raro pero le quiso restar importancia

Porque era muy estúpido que ella volviera a embarazarse después de tener a Manjiro para volver a abandonar otro hijo, simplemente era ridículo

Padre adolescente soltero |Shinichiro Sano × Lectora|Where stories live. Discover now