ɪ. ᴋᴀʀᴀᴏᴋᴇ ᴇɴ ᴍᴀᴅʀɪᴅ

369 47 77
                                    

Aunque casi me cago del susto cuando escucho el claxon y el frenazo que pega el coche que casi me atropella, no me detengo y sigo corriendo, a riesgo de que en el próximo paso de zebra no tenga tanta suerte y termine espachurrado en mitad de la ca...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Aunque casi me cago del susto cuando escucho el claxon y el frenazo que pega el coche que casi me atropella, no me detengo y sigo corriendo, a riesgo de que en el próximo paso de zebra no tenga tanta suerte y termine espachurrado en mitad de la carretera. La gente protesta y me insulta cuando voy pasando (a empujones si es necesario), y aunque siento la tentación de pedir perdón a todo el mundo, tengo prisa, por si no se notaba.

Una señora me pega con el bolso cuando casi me la llevo por delante, y como sé que me lo merezco solo sigo corriendo. Si llego tarde me matan. Es casi cuestión de vida o muerte. Casi.

- ¡Mira por dónde vas, gilipollas!

Muchas gracias.

Siento un enorme alivio al cruzar las puertas del edificio donde trabajo, pero mi maratón no ha terminado. Paso por recepción como alma que lleva el diablo, y la mujer que ahí trabaja apenas puede saludarme cuando ya estoy subiendo las escaleras de dos en dos, incluso de tres en tres. Son cinco plantas, pero sé que soy más rápido que el ascensor. Si cuando llegue arriba me muero del cansancio, nadie se va a sorprender. Con las carreritas que me pego yo solo...

Logro llegar a la planta 5 con todo intacto, pero jadeando y sudando como un cochinillo. Y no me detengo. Corro todo lo que puedo y, cuando llego frente a la puerta de cristal que separa el pasillo de la sala de reuniones, me detengo, me ajusto la corbata, trato de regular mi respiración y compruebo si el sudor me hace oler tan mal como me lo parece a mí.

Si no me despiden, me mandan a casa a ducharme, mínimo.

- Carlos, justo a tiempo. Íbamos a empezar sin ti - mi tío me sonríe nada más me ve entrar, y me señala el sitio libre.

- Lo siento, había un atasco - murmuro sentándome al lado de mi primo, que me mira con una ceja enarcada, poniendo una mueca de asco cuando le llega mi hedor a sudor. - Me ha retrasado un poco.

- Por ducharte seguro que no ha sido - se burla en voz baja, ganándose un codazo de mi parte.

Mi tío y los demás de la sala fingen que no han visto (ni oído) nada y la reunión da comienzo. Y así me paso una hora escuchando hablar sobre finanzas y bla, bla, bla... Pero lo peor es que a mí también me toca hablar y exponer informes que hice anoche a última hora. Por eso esta mañana me he dormido cuando ha sonado el despertador. Por eso casi llego tarde. Soy muy consciente de que sigo en esta empresa porque le pertenece a mi tío. Si no fuera así, habría acabado en la calle hace mucho. Cuando la reunión termina, mi tío se encarga de dejármelo claro.

- ¿Te crees que esa es manera de presentarse al trabajo? - Me riñe cuando ya sólo quedamos él, mi primo y yo en la sala.

- No, no lo es, pero iba tarde...

- Joder, Carlos, pues llega tarde. Pero llega presentable, no apestando a atleta y jadeando como un bulldog con asma - interviene mi primo, dándome una colleja. - Ya tienes una edad para ir haciendo estas cosas.

Remember Us This Way || CarlandoWhere stories live. Discover now