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Ruby Fleming

Al día siguiente baje las escaleras como de costumbre, tome un café y quería ir a la escuela pero me encontré con una escena que me lo impediría un poco.

—Pilar ha muerto—dijo Lilia—se ha suicidado

Mis ojos se abrieron en sorpresa, esas cosas no solían pasar acá, jamás había hablado con ella pero siempre fue un miembro activo de la comunidad y escuchaba de ella, la veía en los pasillos, entrar y salir de la iglesia, mi hermana y ella a veces hablaban.

—El funeral será unas horas—dice Leigh con la voz quebrada—por favor ven...

—Hazlo por respeto, Ruby —dijo Lilia con voz firme

Solo asentí con la cabeza. Me acerque a mi hermana y puse mi mano en su espalda.

—De verdad lo lamento, Leigh. Fue una buena chica.

Con eso me retire, baje al sótano un rato, ahí se encontraba mi piano, me senté en el banquillo y puse las manos sobre las teclas.

En este pueblo me veían en matrimonios y funerales.

El último funeral fue tan silencioso que nadie se enteró, ni siquiera una tumba.

***

Mi familia había partido al funeral de Pilar, yo aún no acaba de arreglarme.

¿Wilson? ¿Pueblo perfecto? ¿Un suicidio?

Me mire al espejo analizando mi aspecto; Tenía unas botas negras con pantalones, camisa y blazer del mismo color, mi cabello estaba peinado a los lados de mi casa haciendo contraste con mi pálida piel y un labial vinotinto tan oscuro que parecía negro con poca luz. Me veía como una figura delgada y oscura tan alargada capaz de tocar el techo sin estirar mucho la mano.

Baje al jardín y corte una rosa roja para después dirigirme al cementerio.

Al llegar me quedé un poco alejada mirando a lo lejos viendo como esa familia se acercaba a la multitud, Mila y Kaia llevaban unos hermosos vestidos, se veían verdaderamente hermosas y únicas, los demás probablemente las juzgarían, a mi me parece que no tienen algo más interesante que hacer en sus vidas como por ejemplo estar en un funeral en vez de fijarse como vienen vestidos los otros. Valter, Frey y Heist también llevaban unos divinos trajes más costosos que todas las casas de este pueblo juntas.

Decidí acercarme y por un momento la atención del pueblo dejo de estar en ellos para posarse en mi. Hice una pequeña reverencia y pase al lado de los Stein, podía sentir sus miradas sobre mi. La mirada de Frey sobre mi. Aún no habían visto mi rostro.

Me acerque al ataúd y ahí deje la rosa.

—Lo siento mucho—dije a los padres de Pilar.

—Gracias por estar aquí, Ruby—me dijeron ellos entre lágrimas, yo les di una sonrisa triste y me puse al lado de mi hermana.

Mientras todos veíamos como el ataud de esa joven bajaba a tres metros de tierra yo sentía la lluvia golpear con los paraguas pues llovía para complemento, debí traer un paraguas.

—Los Stein te están viendo, el chico, el gemelo de Kaia te ve. Frey.—susurro Leigh

Yo gire los ojos para por fin encontrarme con sus caras y ellos con la mía, la sorpresa en sus ojos al verme y darse cuenta de mi parecido idéntico con Leigh, yo puse mis ojos sobre los de Frey, el entorno la vista y yo sonreí levemente..

¿Que me dices, Frey?

Blanches [Frey Stein × Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora