Veían a los pequeños correr entre sonrisas y bromas, lo único que en ese momento deseaba era verlos felices.
Sus brazos le daban la calidad que necesitaba, imaginar por cuánto han pasado era inexplicable.
La mano del Pasha cae en la de ella dándole un calor único que no sentía hace mucho, quería reconfortarla, que este en paz consigo misma, ya estaba ayudándolos y era lo único en lo que debía pensar.
— Debe estar tranquila sultana, ellos estarán bien.
— No comprendo como hay personas tan crueles Bali Bey.. — y no solo lo decía por lo que había visto si no que era la primera vez después de tanto tiempo que los niños jugaban fuera sin ningún miedo.
Solo porque una vez intentaron llevarse a sus hermanas.
— Son solo niños.. solo Alá sabe por todo lo que han pasado.
— Estoy seguro que nunca olvidaran cuando una sultana visito su casa y cambio sus vidas. — una sonrisa de lado es lo que provoca sus palabras.
— Quiero que estudien. — se compone para verlo mejor — Tengan una casa y los cuiden hasta que puedan verse por si solos.
— Ya lo estoy solucionando su majestad, no se preocupe más.
— No lo entiendes... — regresa su mirada a los niños sonrientes — cuando los abrace, le pedía a Alá que me diera todo su dolor, que ya no cargaran con tanto sufrimiento..
Había visto su lado rebelde y molesto muchas veces, pero ahora solo veía su bondad acaparar todo los recuerdos en su interior.
Como podía ser tan frágil con una pequeña escena, si también a él le conmovía, no era lo pero que había visto, como guerrero se enfrentaba a muchas cosas y ver a quien sería su esposa romperse con algo tan desgarrador lo sorprendía.
Con varios murmullos se acercan los pequeños dejando que la tristeza se fuera de su rostro y ahora sonreirá, vuelve a agacharse para verlos y escucharlos con mayor atención.
— Mire, recogimos estas flores para usted. — en sus pequeñas manos cargaban flores muy diminutas, pero que se deleitaban de belleza.
— ¿Para mi? — se enternece por su bello accionar — Son muy hermosas, gracias.
La más pequeña toma dos de las flores para acercarse más, al ver sus intenciones sus delicadas manos bajan su capucha dejando en cascada su hermoso cabello para permitir que las diminutas manos coloquen las flores a un lado de su rostro.
La sultana no tintinea al hacer lo mismo con las pequeñas quienes se emocionan por ello, ahora en su cabello también se recargaba las flores al igual que su majestad.
— Sultana, yo soy un gran soldado, podré cuidar de usted. — le sonrie por tal ocurrencia y valentía.
— Cuando crezcas entonces serás mi fiel soldado, lo prometo.
— Yo vencere a todos los que quieran dañarla.
— Eso lo se. — se acerca para besar su mejilla y tomar una de las dos últimas flores — Por ahora cuida de esta flor por mi.
Deja reposar la flor en su pecho siendo sujetada por su chaleco marrón, sus labios forman un puchero, según él no era adecuado que un guerrero lleve tal flor.
— Pero eso no lo llevan los soldados.
— ¿Quien te dijo tal mentira? Claro que si.
— Le falta a su esposo. — la voz de la niña silencia todo a su alrededor cuando habla y señala al Bey.
Era mentir si decimos que las mejillas de ambos no se enrojecieron, guardan un poco de silencio, pero no podían hacerlo por mucho.
La última flor es tomada por la sultana quien se pone de pie para acercarse lo más que puede a su futuro esposo quien no se mueve ni pensaba hacerlo.
Sus manos vuelven a tocar su pecho siendo tan afortunado por ese echo, volvía a usar el color que tanto le gustaba a damisela sintiendo siento celos por no ser ella quien lo vistiese por la mañana.
Con un suave movimiento alza el pequeño dobladillo de su traje para guardar la raíz de flor y esta sea el único llamativo objeto en el cuerpo del Pasha.
Su mirada se alza por unos segundos siendo tan bien correspondida, la pregunta era donde estaba ese alejamiento, las cosas tan rectas que pidió el Bey, todas estas se esfumaron en cuando su aroma lo había cautivado cediendo a sus encantos.
— Sultana.. — la voz de la doctora los separa.
— Nasu.. — llama al hombre que había llegado al oír los rumores de las personas, le forma un ladeo para que se lleve a los niños.
Este asiente y capta la atención de los pequeños que no dudan en ir a su encuentro y seguir jugando.
— Dime, ¿Que es lo que tiene?
— Sus huesos ya son débiles mi sultana, necesita estar en observación.
— ¿Se recuperara?
— No si sigue en este estado.
— No te preocupes, irán a otro lado, Bali Bey..
— Todo esta listo sultana, el pago de la escuela y la vivienda..
— Bien, tu los acompañaras, cuidarás de ella día y noche. Desde ahora ese será tu trabajo.
— Si mi sultana.
— Nasu. — se acerca lo más rapido que puede para escuchar sus palabras — Llevaras a los niños y a su abuela a su nueva casa, tu responderás por ellos. Todo lo que necesiten me lo harás saber.
— Si sultana.
— Confío en ti Nasu.
Con una amena sonrisa sonrisa se despide de los niños, pues ya no podía estar más tiempo fuera del palacio de su padre.
Les promete y asegura que volverá a verlos, que cualquier asunto y deseo se lo hagan saber.
Su camino vuelve a ser el mismo que hace unas horas, ahora todo dejaba de ser incómodo por lo sucedido anteriormente. Su cercanía comenzaba a ser más seria de lo normal.
Sus ojos ven al hombre, ya estaban frente a su caballo y sabía que volverían como llegaron.
— ¿Iras conmigo otra vez?
— Claro, sultana. Así no quisiera, no tengo otro caballo.
— Ya me siento mejor, quiero ser yo quien monte el caballo esta vez.
— Lo siento sultana..— suelta con gracia — eso no pasara.
— Bien.. — con rapidez se sube al para coger los tirantes del caballo — Buena suerte llegando al palacio a pie..
Si tan solo se hubiera marchado sin avisarle, sus intenciones hubieran tenido éxito, sin embargo la rapidez del Pasha logra que se subiese a su atrás tomando su cintura de inmediato.
Sus grandes y fuertes manos toman las suyas para ser él quien diriga el caballo, un puchero sale de sus labios para dejar todo el control en su casi esposo.
— No se será fácil deshacerse de mi sultana.
Con una pequeña sonrisa arrogante sigue su rumbo hacia el palacio con su "amada"
KAMU SEDANG MEMBACA
𝑼𝒏 𝑷𝒂𝒔𝒐 𝒂𝒍 𝑨𝒎𝒐𝒓 | 𝑴𝒂𝒍𝒌𝒐𝒄𝒐𝒈𝒍𝒖 𝑩𝒂𝒍𝒊 𝑩𝒆𝒚 | TERMINADA
Fiksi Penggemar~ 𝑬𝒍 𝒉𝒆𝒄𝒉𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒆𝒏𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒄𝒆𝒓𝒄𝒂 𝒚 𝒏𝒐 𝒑𝒐𝒅𝒆𝒓 𝒕𝒐𝒄𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒂 𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒓𝒎𝒆, 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒐 𝒂 𝒄𝒂𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒖𝒔 𝒑𝒊𝒆𝒔 𝒚 𝒆𝒔𝒐 𝒎𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒐𝒄𝒐. ~ 𝔈𝔰𝔱𝔢 𝔩𝔦𝔟𝔯...
