12 | MI LIBERTAD

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--- Te gusta perder sangre, ¿no? --- Le dijo Laila a Tom quien estaba sentado mientras ella le cosía el brazo.

--- Fue sólo un rasguño. --- Respondió sin expresión.

--- La bala te atravesó el brazo, Tom. --- Laila lo miró y él soltó una carcajada.

--- Ya me han atravesado el brazo varias balas, ¿qué hay de nuevo? --- dijo Tom --- Voy a ver a LS esta noche, necesito darle un puñetazo en la cara a un macho borracho.

--- No, te quedarás aquí esta noche. --- Dijo Bill, entrando a la cocina mientras sacaba su arma.

--- Iré, pasé meses en ese infierno y ahora soy libre.

--- Por eso te quedas aquí, toda la ciudad te busca, de hecho, a todos nosotros. Nos pondrás en riesgo. --- dijo Bill. --- No quiero tener que meter tu cabeza en un congelador y usarla como recuerdo.

--- Bill, ¿sabes lo que es oler a tu propia mierda y tener que cagar estando en cuclillas? --- Tom lo miró burlonamente. --- Yo iré y eso es definitivo, soy el mayor y estoy a cargo aquí.

--- ¿Y qué hacemos con ella? --- Laila me miró y los tres me estaban mirando ahora, Bill miró a Tom con una mirada preocupada por lo que su hermano iba a hacer y Tom sonrió diabólicamente.

---¡No, Tom! ¡No!. --- Bill le gritó a su hermano quien se levantó y vino hacia mí.

Yo, que estaba sentada en la báscula, me levanté rápidamente y corrí hacia mi habitación mientras Bill le gritaba a Tom que me dejara ir. Esa era la promesa, no podía matar a Hel, no era a mí a quien necesitaban, ¿por qué todavía tenía que quedarme aquí? Tom corrió detrás de mí y chocó contra la puerta de mi habitación con una mirada malvada, Bill lo jaló por el hombro y me dijo nuevamente que me dejara ir.

Sin embargo, el gemelo mayor siguió mirándome. Me acurruqué sobre mis piernas en la cama esperando que allí no pasara nada, Tom se acercó a mí y se agachó a mi lado, sus trenzas cayeron a un lado de sus hombros y sus manos tocaron mi brazo suavemente.

--- Te dejaría ir, pero ya sabes cómo es, ¿no? Me gusta encerrar ovejas. --- Él se rió.

--- ¡ESA NO ERA LA PROMESA! --- Le grité en la cara y miré a Bill. --- ¡ME DIJERON QUE PODÍA SALIR CUANDO LO SAQUE DE LA CÁRCEL!

--- No me grites, loca. --- Bill hizo una mueca y señaló el dedo medio.

--- Resulta que técnicamente todavía estoy en la cárcel, si salgo a la calle la pandilla de Lakel me disparará o la policía me arrestará. --- Respondió Tom.

--- ¡Que te jodan, ya te saqué de la PUTA PRISIÓN! --- La respuesta volvió a cambiar.

--- ¡ESTA CIUDAD ES UNA PUTA PRISIÓN! --- Tom gritó en respuesta. --- TE ESTOY DANDO UNA ORDEN Y SI DIGO QUE TE VAS A QUEDAR, ¡TE QUEDAS!

--- Te saqué de la cárcel, Kaulitz. Pero puedo ponerte allí de nuevo. --- Me burlé con una sonrisa en mis labios, Bill cerró los ojos con una mirada de decepción y Tom se rió mientras bajaba la cabeza.

--- Prepárate.

--- ¿Qué?

--- Prepárate, Violet. --- Repitió Tom con firmeza, parándose frente a mí. --- Ponte algo de ropa informal, volveré aquí en diez minutos, prepárate.

--- ¡No iré a ninguna parte contigo!

--- Lo harás. --- Dijo dándome la espalda. --- Porque si no, me encantaría sorprender a tu hermana.

--- ¡NO TE ATREVAS A TOCAR SCARLET!

--- ¿Crees que me gobiernas? Si no haces lo que te digo, será peor. --- Tom me respondió y salió de mi habitación, cerrando la puerta.

ᴛɪᴛᴀɴ¹ | Tom Kaulitz. Where stories live. Discover now