Hᴀᴄᴇʀ ᴜɴᴀ ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ ᴀ ᴜɴ ᴀsᴇsɪɴᴏ ᴘsɪᴄᴏ́ᴘᴀᴛᴀ ᴘᴜᴇᴅᴇ ᴄᴀᴍʙɪᴀʀ ᴛᴜ ᴠɪᴅᴀ ᴅᴇ ʟᴀ ᴍᴀɴᴇʀᴀ ᴍᴀ́s ʀᴇᴛᴏʀᴄɪᴅᴀ.
Mares y cielos de sangre navegamos tú y yo en medio de la muerte. Vé a dormir y no te despiertes, sueña con la vida que ahora dejó de existir, amor...
Go to...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Sienna Prescott
Tras caer la noche, ya me encontraba con pijama y en mi cama. Pero antes de dormir siempre leo algún libro para relajar mi mente y dormir más tranquila. Pero me sobresalté al escuchar un ruido en mi ventana, giré mi cabeza hacia la ventana, pero no ví nada extraño, así que ignoré aquéllo y seguí leyendo mi libro.
*¡Toc, Toc!*
Esos ruidos se escucharon más claros y parecían ser toquidos, es como si estuviesen tirando piedritas a mi ventana. Cerré mi libro y me levanté de la cama para verificar qué fue eso. Al recorrer la cortina quedé petrificada al verlo afuera de mi ventana...
Ahí está él...
«Jeff The Killer».
Ni siquiera grité, ni retrocedí con rapidez, simplemente me quedé quieta como una piedra por el miedo que siento ahora mismo.
Me alejé un poco cuando el mismo filo de su gran cuchillo abrió lentamente la ventana para entrar. Me quedé congelada y muy petrificada cuando ya lo tenía frente a mí, mirándome de pies a cabeza con esa enorme sonrisa que resalta en la oscuridad, pues es muy grande y aterradora.
El día de hoy, Jeff luce muy tranquilo, pero sin dejar de lado su sonrisa. Me siento débil e indefensa frente a él.
Su presencia es muy pesada y penetrante al igual que sus ojos. Su cuchillo atemorizante y brillante me amenaza.
Él es real... Tan real como la muerte...
«Va a matarme, moriré ésta misma noche».
Quiero hablarle y decirle algo, pero simplemente las palabras no salen de mi boca. Mis ojos sólo se concentran en contemplar detalladamente su cuerpo. Sus ojos me vigilan y esperan ansiosos a que yo salga corriendo para que él pueda ir por mí.
—Sienna...—Susurra acercándose a mí.
Retrocedí por instinto y él me empujó contra la cama poniéndose arriba mío y colocó su cuchillo en mi barbilla. Sollocé asustada esperando a que ese cuchillo atraviese alguna parte de mi cuerpo. Estoy tan paralizada y no paro de temblar mientras él me mira atentamente.
—¿No intentarás gritar o escapar?—Dice con malicia.
—No... No lo haré... No quiero que le hagas daño a mi familia...—Respondí con voz temblorosa.
Solté un pequeño grito cuando agarró mis brazos e hizo presión lastimándome y manteniéndome inmóvil.
—Me desesperas, maldita Sienna.—Gruñó enojado enterrando un poco el filo del cuchillo en mi brazo.
—Para, por favor, ¿Por qué me haces ésto? ¿Qué es lo que quieres de mí?—Cuestioné gimiendo de dolor.—¿Quieres dinero? Te daré todo lo que me pidas.—Susurré asustada con el objetivo de que aleje ese objeto punzante de mi brazo.