Hilo De Corazón De Dragón

capítulo 3

Al día siguiente, las clases comenzaron de nuevo. Cada una de mis clases contenía  a algunos estudiantes de las otras dos escuelas. Fue un cambio de ritmo interesante, escuchar los acentos y ver cómo los estudiantes extranjeros solían aprender, ya que había habido algunos percances en un par de clases como Transformaciones y Defensa Contra las Artes Oscuras.

Naturalmente, los profesores hicieron todo lo posible para acomodar a los nuevos estudiantes y, después de aproximadamente una semana, todo iba mejor.

McGonagall me había visto dos veces esa semana, una para ver cómo me llevaba el torneo. Todavía era difícil de aceptar, pero sabía que no tenía otra opción. Estaba mejor, pero todavía no estaba feliz, tenía miedo de revelar accidentalmente mi secreto.

La otra vez fue para asegurarme de que todavía guardaba mi secreto. Le aseguré que sí y finalmente me dio de alta durante el fin de semana. Estaba emocionado porque era un fin de semana de Hogsmeade.

Al día siguiente, me reuní con mi trío de amigos en el Gran Comedor para desayunar. Me salté mi caminata matutina, sabiendo que haría ejercicio en el pueblo cercano.

Tres cabezas se volvieron hacia mí y me saludaron con sonrisas mientras esperaban la comida. "Buenos días a todos", saludé alegremente. Tenía muchas ganas de ir a Hogsmeade y conseguir un par de libros nuevos. También quería ver si la librería tenía algo sobre Veela, ya que la biblioteca simplemente me había fallado.

"Buenos días, 'mione", saludó el trío, no tan enérgico como yo.

Después de unos minutos, aparecieron montones de comida ante nosotros y comenzamos a cavar. Cuando terminamos, la mayoría de los estudiantes se dirigieron a la entrada del castillo para firmar el día. Una vez afuera, todos hablamos entusiasmados, decidiendo adónde ir primero.

Caminando hacia y desde las tiendas, nos detuvimos para almorzar en The Three Broomsticks, pidiendo cerveza de mantequilla y comida deliciosa.

Miré a mi alrededor y vi a varios estudiantes de Durmstrang y Beauxbatons. No pude evitar preguntarme si Fleur estaba cerca. La vi de vez en cuando en los pasillos y por supuesto en el Gran Salón. Más de una vez la sorprendí mirándome también y no pude evitar sonrojarme. Me encontré preguntándome por qué parecía prestarme atención, aunque sabía que ese no era el caso.

Si lo fuera, habríamos hablado más. No habíamos dado otro paseo juntos, lo cual fue decepcionante. Pero ella era técnicamente una competencia, así que tal vez solo había estado tratando de animarme para que no perdiera a propósito.

De cualquier manera, regresamos a la fría tarde.

"Íbamos a ir a la tienda de chistes, 'mione. ¿Querías unirte a nosotros? Sé que querías ir a la librería", mencionó Harry mientras caminábamos por la calle. Por su tono, supe que yo era el único que quería ir a esa tienda en particular. Merlín sabe que fue un milagro cuando Ron tomó un libro y yo supe que Ginny quería estar cerca de Harry. No había dejado de descubrir su amor secreto.

Sonreí, "No, ustedes sigan adelante y los alcanzaré más tarde. ¡Diviértanse!"

El trío asintió antes de partir hacia su destino. Me di la vuelta y regresé por donde vinimos. Cuando entré a la librería, respiré profundamente, amando el aroma.

El señor Romey, el dueño, sonrió cuando me vio. Quizás yo era uno de sus clientes favoritos. Sabía que yo respetaba la gran cantidad de conocimiento que se podía encontrar aquí y ocasionalmente me hacía un descuento por la cantidad de negocios que le hacía.