Nunca Jamás (Sterek)

Capitulo 3

El fresco aire del bosque ingresaba por las ventanas abiertas de la Crysler Pacífica. El enorme auto era perfecto para transportar niños. Tan espaciosa que podrías meter un campamento adentro, era casi como un Loft con ruedas.

El ruido del motor era tan silencioso que parecía el ronroneo de un gatito. Muy diferente del rugido del antiguo Camaro, que Derek tuvo que dejar atrás cuando nació Eli.

El peli negro apretó el volante, mirando la carretera y dando miradas de reojo al castaño a su lado que se encontraba absorto en los archivos que se había llevado de la oficina de su padre. Recordó el día en que tuvo que cambiar su elegante Coche por la Monstruosidad Segura. Como en la mayoría de los recuerdos de los primeros años de Eli, Stiles estaba ahí.

"No puedes andar derrapando por la carretera con un bebé en el asiento de al lado" Le había dicho el castaño arrastrándolo a la concesionaria. Habían dejado a Eli con Noah, quien si había logrado mantener vivo en sus primeros días a un Stiles, era sumamente confiable para cuidar a cualquier bebé, mientras ellos se decidían que comprar. El infante apenas tenía unos dos meses, y la madre le había dejado apenas una semana solo con el Lobo. Por lo que necesitarían prácticamente todo, desde ropa, pañales, productos de higiene, leche y muchas cosas más.

Como el experto agente del FBi y siendo el Obsesivo por la investigación que siempre había sido Stiles, llevaba con sigo en una Tablet todo tipo de información recolectada de las mejores cosas y todo lo indispensable para un bebé, organizado alfabéticamente, por precio y calidad.

Derek había visto con brazos cruzados y rostro serio la enorme Monstruosidad con cuatro ruedas para nada elegante, y de inmediato se dio la vuelta para salir de ahí. Pero fue detenido de los hombros por el menor y regresado a su antigua posición.

"No querrás que ande en éso " Le había señalado con un dedo el soso vehículo totalmente indignado. "Lo harás si quieres a tu hijo sano y salvo. Y cómodo" Le regaño el contrario. Y con duras penas, tan doloroso como haber sido disparado con Wolfsbane, Derek firmó el contrato. Y miró el brillante capó oscuro del carro como alguien a quien le habían arrebatado algo preciado cuando le dio las llaves a Stiles para que lo guardara en el aparcadero de ''Hale Auto'' El Taller Mecánico que Derek había abierto. "Por favor cuídalo. Ten cuidado cuando pongas los cambios, y no manejes sobre la tierra, las piedras le desgastaran las yantas"

Así fue como se despidió de su primer bebé, el Camaro. Ahora, el manejar la horrible monstruosidad se había hecho un habito, y con el tiempo llego a encontrar aceptable las comodidades que le brindaba el diseño del coche.

Miró por centésima vez de reojo al castaño. Hacia demasiado tiempo que no lo tenía tan cerca, y aun que nunca se borró de su memoria, una parte de él se sentía ansioso por tenerlo nuevamente cerca. Una ansiedad positiva.

Stiles estaba tan ensimismado leyendo y sacando archivos entre su regazo que no notó los intensos ojos del lobo. Más bien, su mente era un completo caos, pensando en las miles de probabilidades; Lo que soñó, lo que pasaba, y más específicamente lo que no estaba pasando.

—¿Han ocurrido incendios recientemente?— Preguntó entonces de la nada sin apartar la vista de los papeles.

Derek no podía evitar seguir notando la punzante inquietud que rodeaba al menor, pero parecía que Stiles no quería mencionar nada al respecto, así que decidió guardarse cualquier comentario sobre aquello. Al menos por el momento. Entonces, apretando los dedos en el volante, con una honda inhalación apretó los labios y trato de pensar.

—Nop.— Respondió con un tranquilo movimiento de cabeza en negación.

—¿Estás seguro? ¿Ni siquiera algo pequeño? ¿En el bosque, en la escuela? O en... no se cualquier lugar, por irrelevante que sea, cualquiera. Piensa bien— Insistió el castaño.