Transmigre a una novela R-18. (PAUSADA)

Chapter 5.

Justamente cuando la noche parecía ser demasiado amable y tranquila, abrí los ojos al oír a la gente gritar fuera.

'¿Qué son esos gritos?'

Escuchar todo ese alboroto, hizo que me tensará y que automáticamente mi somnolencia desapareciera.

Cuando quise levantarme, unos pasos rápidos y pesados se escucharon tras la puerta.

"¡Señorita! ¡Lamento molestarla!"

Alguien golpeó la puerta de forma irregular.

"¡Pero ha pasado algo terrible!" Su voz estaba cargada de urgencia y nervios.

Entonces le di permiso para pasar.

"¿Qué está pasando?", dije bruscamente.

Tan pronto como dije esas palabras, un hombre desconocido, entró.

"Una mujer acaba de herir de muerte a una de sus doncellas".

"... ¿Qué?"

Mi corazón comenzó a latir con fuerza, de manera que, inconscientemente, apreté la manta que tenía en mi mano.

"Señorita... ¿Qué debemos hacer?", el hombre me miró ansiosamente. Por eso intenté mantener la calma, ya que por algún motivo él seguía cada uno de mis movimientos.

"Por ahora solo dime como sucedió", presioné una mano contra mi frente.

"La mujer pensó que la doncella era usted, por eso intento asesinarla..." explicó.

Me quedé helada.

Había escuchado de Boa que Jua Chan había tenido varios intentos de asesinato, por parte de varias personas, pero no pensé que tan pronto como poseyera este cuerpo sería testigo de un homicidio en mi contra.

Reflexivamente, tiré de la manta y me levanté.

"Traigan a esa mujer" Intentaría resolver esto a mi manera.

"Pero-" lo interrumpí.

"No me hagas repetirlo otra vez".

Actuar con superioridad me salió más fácilmente de lo que pensaba, pero no me gustaba dar órdenes, sin embargo, en esta ocasión tenía que acostumbrarme.

***

En el momento en que di la orden, entró una mujer sostenida de los hombros por dos hombres. Su cabello negro estaba desordenado, y su ropa tenía varias manchas de sangre.

En cuanto la obligaron a ponerse de rodillas, levantó su rostro. Y, fue cuando nuestros ojos se encontraron.

Esa fue la primera vez que veía un par de ojos sin vida. Muertos... como si la vida se le escapará de los ojos.

"¿Por qué hiciste eso?", le pregunté.

"..."

Pero ella no respondió.

"¿Sabes lo que has hecho?".

"..."

"Acabas de herir a una persona..."

"..."

"Dime, ¿Cuál era tu propósito?"

Permaneció callada. No parecía dispuesta a contestar ninguna de mis preguntas.

"¡Contesta mujer!" Ladró uno de los hombres a su lado, empujándola bruscamente del hombro.

"... ¿Por qué?" Soló esa palabra salió de su boca.