Transmigre a una novela R-18. (PAUSADA)

Chapter 7.

Era de noche, la luna parecía especialmente luminosa. Estaba de pie en medio de una habitación que nunca había visto. En ese momento, oí una voz detrás de mí.

"Al parecer ya despertaste..." La voz era más como la un humano programado que como la de un humano en sí.

Me quedé en silencio y giré la cabeza hacia atrás, fue entonces cuando vi... la forma de ese muñeco humano. Cabello negro, ojos rojos, cara blanca, manos blancas. Cabello que caía en ondas hasta el suelo. Un hombre estaba de pie a unos cuantos pasos detrás mío. Era una visión tan aterradora e incomprensible que por un momento me quedé sin habla.

Observé al hombre que tenía apariencia de humano, pero el único pensamiento en mi mente era...

Muñeca.

Muñeca.

"¿Qué pasa, humana?" Preguntó como si no fuera consciente de su propia apariencia.

"..."

"¿Hay algo que te atormenta?..." El hombre pasó junto a mí y se colocó frente a mí.

Pensé que me estaba volviendo loca. Sus ojos, más allá de su color, eran extraños... no tenían vida. Como si su fachada de humano fuera un caparazón.

"Eres extraña..." balbuceó el hombre.

Apreté los dientes. Tenía que mantener la calma. No, lo primero que tenía que hacer era...

"¿Quién eres?", dije.

El hombre acercó su cara a la mía.

"¿Tú realmente... estás aquí?", preguntó más para sí mismo que para mí, pero no me molesté en contestar.

"¿Qué eres?", volví a preguntar.

"Mm... esto es raro", el hombre continuó acercando bruscamente su cara a la mía.

Retrocedí unos pasos, "Te he preguntado algo".

"Oh, vaya, esto sí es raro..." siguió balbuceando mientras se volvía a acercar a mí. "¿De verdad estás aquí para ser castigada?", por un momento me miró fijamente, y luego siguió balbuceando.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo.

"¿Tú... quién diablos eres?", lo miré fijamente.

El hombre dejó de balbucear y me miró.

"¿Quieres saberlo?", preguntó.

"Sí, quiero saberlo".

"Supongo que podrías llamarme el Karma..."

"¿Qué?"

"¿No lo entiendes?"

Fruncí el ceño y luego repetí sus palabras: "¿Karma?... ¿Qué clase de estupidez estás diciendo?".

"¿Es tan difícil de entender?..." se preguntó a sí mismo mientras se llevaba una mano a la barbilla, como pensándolo.

Me esforcé por mantener la calma, "¿A qué te refieres con qué eres el karma?..."

"Me refiero a que es lo que es", dijo con una calma fascinante.

Me quedé sin palabras.

"Esto es un juego", dijo.

¡Ding!

La pantalla apareció frente a mis ojos.

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¡Felicidades!

Has obtenido un nuevo logro.

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