7

622 88 19
                                    

El baile del torneo de los tres (cuatro en este caso) magos por fin había llegado. Las chicas estaban más entusiasmadas que los chicos, y la verdad a él le daba un poco igual.

Y hubiera seguido siendo así, si no fuera porque desde una semana antes, todas las mañanas, en el desayuno, le llegaban paquetes de regalos para él, con algún verso o frase linda como "Este collar esta hecho de diamante. Diamante de Dresde verde y brillante, tan hermoso, aunque nunca se podría igualar con lo brillante de tus ojos"

Algo muy cursi a su parecer, pero al investigar más, descubrió que un solo diamante de esos costaba al rededor de dieciciete millones de dólares. Y el collar tenía más de veinte.

Cada regalo lo sorprendía más que el anterior, y todos iban bajo la misma firma, el famoso "D". Quien le había mandado chocolates antes.

No entendía nada, si lo había tratado de envenenar, ¿porqué le mandaba regalos tan caros y con frases tan amorosas?

Sus dudas parecieron desvanecerse cuando, una mañana, Neville vio la carta y regalo.

—Es como si te estuviera cortejando.

—¿Cortejando?

—Si, bueno, es una técnica francesa que se usaba hace décadas, predominaba más en hombres homosexuales, pero también era usada por gente hetero. El hombre manda regalos de manera anónima durante una semana a la persona en la que está interesado, entre más extravagante y caro sea el regalo, más es su amor o interés. Al finalizar la semana, se presenta ante la persona y espera una respuesta al cortejo.

Miro el regalo una vez más y se quedo pensando en aquellas palabras, aunque no por mucho, pues sus amigos lo interrumpieron.

—Hoy acaba la semana, no se presentó, así que seguro no es eso, sería muy lindo, pero si te intento envenenar significa que no es un cortejo. Nadie que te ama te hace daño. Es mejor que vayamos al dormitorio, hay que prepararnos para el baile.

La chica le tomó la mano y lo jalo hacia los dormitorios de Griffyndor.













Los tres amigos bajaron al lugar donde sería el baile, ahí, Harry recibió una noticia inesperada.

—En una media hora, necesito que los cuatro estén formados aquí, con sus parejas, para que abran el baile.

—¿Cómo dice, profesora McGonagall?¿Abrir el baile?

—Si, es una tradición que los tres, en este caso, cuatro magos, abran el baile, estoy segura de que te lo mencione.

—No, no lo hizo.

—Oh, bueno, ahora lo sabes.

Horrorizado, miro a su amiga, que reacciono rápidamente cuando vio a Malfoy acercarse peligrosamente.

—Estoy segura que Parvati estará encantada de bailar contigo, la vi en el gran comedor, corre.

Potter asintió y camino con rapidez hacia el Gran Comedor.

Antes de que Draco fuera detrás de él, Hermione lo detuvo, sosteniendole el brazo.

—Sueltame, no es tu asunto.

—Lo es cuando es Harry a quien intentas acercarte.

—El no muestra resistencia, ¿a ti que te importa Granger?

—Me importa mucho, no puedo dejar que un niño de papi engreído y cruel trate de estar con mi mejor amigo, y créeme que si no ha puesto resistencia, es porque ni siquiera se le pasa por la cabeza la idea de estar contigo.

Draco se tenso y se libero si esfuerzo alguno del agarre, dispuesto a seguir a Potter. Aunque la voz de la chica lo detuvo.

—No te detendré, pero espero no termines tan mal cuando Harry te rechace por ser tú, conozco a mi amigo, y se que nunca estaría contigo, que no se diga que no te advertí.

La vio irse, y reconsidero ir a buscarlo.












Después de abrir el baile con Parvati (por pura obligación), busco a sus amigos con la mirada, aunque se veían muy ocupados bailando, así que fue a sentarse.

Debió quedarse en la pista.

Desde su lugar, pudo ver a Draco bailando con una chica bastante linda. Reconoció, era Astoria Greengrass, una chica sangrepura de Slytherin también. Sus ojos eran verdes, de pelo castaño oscuro, era un poco más baja que Draco, delgada y con una figura envidiable para cualquier chica, definitivamente era muy bonita.

Algo en su pecho se removió al verlos juntos.

Hacían una pareja magnífica.

Por un momento, los ojos de Malfoy se posaron en él, pero esta vez era un poco diferente. Había cierta decepción en sus ojos. No tuvo tiempo de razonarlo, pues tan pronto sus ojos lo vieron, regreso su concentración a la chica con la que bailaba, afianzando su agarre en su cintura.

Quizás se había pasado con los bocadillos.

Seguro por eso la incomoda sensación en su estómago.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 06, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

¡Con Malfoy no! • Drarry • HarcoWhere stories live. Discover now