T R E C E

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Me acosté en la cama de mi habitación, ya no están los colores verdes de las cortinas, estaba en casa y eso me tranquilizaba, por unos días creí que me estaba volviendo una traidora, no dejaba de preocuparme el hecho de que a muchos sangre sucia los petrificaron, e inclusive llegue a sentir pena de los Weasley cuando el monstruo de la cámara se llevó a su hermana.

Pero ahora estaba en casa y me sentía mejor, era una tontería el solo pensar que me estaba convirtiendo en una traidora.

En casa todo estaba igual, menos una cosa. Dobby ya no estaba, papá había dicho que por culpa de Harry Potter había dejado libre a Dobby, no comprendí muy bien el cómo paso, pero nos hemos quedado sin él, papá ha traído a otro elfo pero no es lo mismo.

—¿Cómo van las cosas con Terence, Gemma? —Preguntó mamá en el desayuno.

Le lance una mirada para que no dijera nada más, papá estaba ahí y me avergonzaba hablar de eso.

—No sé de qué hablas, madre —le dije bajando la mirada hacia mi plato.

Escuché como Draco soltaba una risita, le di un codazo para que se callara.

—Vamos, cariño, a tu padre no le molesta —dijo mamá sonriendo y volteando hacia mi papá—. ¿Verdad, Lucius?

—Bueno... —se aclaró la garganta—. He comprendido que tienes que crecer, Gemma... ya tienes quince años...

Los había cumplido hace dos semanas, y desde ese día mis padres han estado demasiado extraños.

—Pues de cualquier manera, no hay nada entre nosotros —respondí queriendo cambiar de tema.

¿Por qué la gente no comprendía que aunque Trence me gustara, no quería estar con él?

—Pero te gusta ¿no es así? —Mamá me sonrió, a eso es a lo que me refiero con decir que han estado extraños.

Mamá y sus sonrisitas cómplices.

—Eso no significa que quiera estar con él —dije seriamente.

—Gemma, debes de saber que...

Antes de que mamá pudiera decir algo más, tres lechuzas entraron dejando sobres frente a Draco, papá y frente a mí.

—¿Qué tengo que saber? —Pregunté mientras abría el sobre de Hogwarts.

—No es momento, Narcissa —mi padre posicionó su mano encima de la de mi madre—. Ya será después...

—Ustedes están extraños, ¿saben? —Me encogí de hombros y saque la lista de material.

Pero además de eso, había otra cosa.

—¿Qué pasa? —Preguntó mamá al ver que me quede paralizada—. ¿Todo bien?

—Soy Prefecta —dije sacando la insignia plateada en forma de "P" que venía en el sobre.

Mamá se paró de su lugar y corrió a abrazarme, a pesar de que a mi padre no le agradaban esos comportamientos tan repentinos, no dijo nada, en cambio sonrió.

—Oh, Gemma —dijo mamá depositando un beso en mi cabello.

—No sé porque te sorprende, hija —habló papá—. Todos los Malfoy hemos sido prefectos —sonrió—. Estoy orgulloso de ti, Gemma, bien hecho...

Pero su sonrisa no tardo demasiado en desvanecerse.

—¿Qué pasa, Lucius? —Preguntó mamá regresando a su asiento para terminar su desayuno.

—Pasa que Sirius Black escapó de Azkaban —dijo papá con la vista en el periódico.

Draco y yo nos volteamos a ver confundidos.

—¿Tiene algo que ver con nosotros? —Preguntó Draco.

—No digas eso, Draco, no tiene nada que ver con nuestra familia —dijo papá algo molesto, como si le molestara el siquiera mencionarlo.

Noté como la sonrisa en el rostro de mamá desaparecía. Bajó la mirada y se dedicó a seguir comiendo.

—¿Entonces porque se apellida Black? —Draco insistió.

—Lucius —hablo mamá antes de que papá volviera a hablar—. Sirius es hijo de la tía Walburga —dijo mamá un poco incomoda.

—Eso quiere decir que es... —me quedé pensando un poco, si él era hijo de la tía Walbuga, significa que es primo de mamá, por lo cual, vendría siendo...—: ¿Nuestro tio?

—¡Nada de eso! —Exclamó papá furioso, tanto que hasta me sorprendí—. Ese traidor no es nada de ustedes ¿entendido?

—Bueno... ¿Y por qué estaba en Azkaban? —Dije como si fuera una pregunta insignificante.

—Porque es un asesino —ahora fue papá el que habló primero que mamá, ganándose así una mirada de la misma, como si le estuviera reprochando algo—. Lo es, Narcissa —agregó cuando mamá iba a replicar—. Oh, mira... los Weasley acaban de tocar dinero por fin —soltó una risita.

Fue ahí cuando perdí el hilo de la conversación, ¿Cómo es que alguien pudo escapar de Azkaban?

El Traidor que me Enamoró | Fred Weasley | ET#01 | ✔Where stories live. Discover now