El Traidor que me Enamoró | Fred Weasley | ET#01 | ✔

TREINTA Y SIETE

"Voldemort ha vuelto"

Los gritos de Harry al intentar que no lo separaran del cuerpo de Cedric, era lo único que ocupaba mi cabeza.

"Voldemort ha vuelto, Cedric me pidió que trajera su cuerpo... no podía dejarlo ahí"

La irá se comenzaba a apoderar de mi mientras mi mirada se posaba en los banderines negros colgados por todo el gran salón, algunos de ellos tenían el escudo de Hogwarts y otros solamente el de Hufflepuff.

Por eso mi padre pasaba mucho tiempo en su estudio, por eso lo que pasó en el mundial de quidditch. Cedric había muerto y yo estaba completamente segura de que mi padre estaba involucrado.

Nunca había hablado con Cedric, solamente cuando teníamos que saludarnos al inicio y al final de los partidos de quidditch. Nunca le había prestado demasiada atención porque la Gemma de antes no le prestaba atención a personas que no fueran de Slytherin, aunque estaba bastante consciente de que muchas de las chicas en el colegio estaban enamoradas de él, también sabía que era uno de los mejores promedios de la generación porque él, dos chicos de Ravenclaw, Agelina Johnson de Gryffindor y yo estábamos al inicio de los mejores promedios del curso.

Cedric no merecía eso.

De alguna manera logré no escuchar lo que Dumbledore estaba diciendo ante la muerte del Hufflepuff. No quería sentirme peor de lo que ya estaba, además, yo le creía a Harry desde un principio, era claro que él nunca quiso participar en el torneo, alguien tuvo que haberlo metido y todo había sido un plan desde el inicio para llevarlo hacia Voldemort.

Me enfermaba saber que mi familia estaba implicada en eso.

—Debemos seguir en contacto —me dijo Fleur colocando sus manos en mis hombros—. Por nada del mundo me dejes de escribir...

—Por supuesto que no —le dije negando con la cabeza—. Las voy a extrañar demasiado...

Las cuatro sonrieron y me abrazaron al mismo tiempo haciéndome reír. Ellas regresaban a su colegio solo para estar en la ceremonia de graduación, puesto que son un año mayor y de ahí ya no regresaran al colegio.

A mí todavía me faltaba un año.

—Ve a despedirte de tu novio —le dije a Isabelle a lo que ella no necesitó que le insistiéramos porque rápidamente salió corriendo en dirección hacia George—. ¿Y tú ya te despediste de Bill? —Le pregunté a Fleur enarcando una ceja y escuchando como Camille y Rosalie reían.

—No debí de contarles eso —dijo Fleur negando con la cabeza—. Pero es que era tan guapo que no pude evitar fijarme en él...

Hace unas semanas, Fleur nos contó que había visto al hermano mayor de los Weasley con su madre, cuando les habían dado la noticia de que su familia podría estar presente en la última prueba. Desde ese día no había dejado de hablar de lo muy atractivo que era.

—Señoritas —una voz detrás de nosotras dijo haciéndonos voltear hacia él, ahí estaba Viktor con una pequeña sonrisa—. Ha sido un gusto conocerlas...

—Fue un gusto haber compartido la mesa en las comidas —le dije con una sonrisa a lo cual él respondió concordando conmigo.

—Sigue entrenando... probablemente el equipo necesite una mujer —me dijo mientras me daba un amistoso abrazo.

—Suena tentador pero le soy fiel a mi país —dije encogiéndome de hombros, él soltó una risa por eso.

—De acuerdo —dijo levantando sus manos en señal de rendición—. Entonces cuídate, porque si alguna vez nos llegamos a enfrentar... que sepas que no soy tan amable en el campo, no importa que seas cazadora.

—Lo tendré en cuenta, hombre —dije riendo.

Los directores mandaron a llamar a todos para que subieran a sus respectivos transportes, las chicas y yo compartimos un último y rápido abrazo para que después ellas se dirigieran al carruaje en el que habían venido.

Viktor esperó unos segundos hasta que el lugar donde estábamos se despejara un poco, y en el momento en que volvió a abrazarme, dijo:

—Debes luchar por lo que tú quieres, Gemma —vacilantemente por esas palabras, correspondí el abrazo—. Ya tienes la capacidad de hacer tus propias decisiones, sabes distinguir entre lo que es bueno y lo que es malo. Haz lo que te haga feliz y sé que casarte con Higgs no lo hará...

—Es muy fácil decirlo —respondí separándome de él. Viktor colocó sus manos en mis hombros y asintió con la cabeza.

—Lo sé —dijo—. Seguir órdenes es muy fácil, pero yo encuentro más emocionante las cosas difíciles, no sé tú... no me invites a tu boda, si es con Higgs.

—Idiota —le dije riendo y empujando su hombro que de cualquier forma no se movió ni un centímetro—. Ya vete, te van a dejar...

—Soy de los que están al mando, no lo harían...

—Engreído...

—Justo como tú al inicio del año —se encogió de hombros y con eso como despedida, dio vuelta y se dirigió al barco.

Sonreí al recordar el inicio del año donde todo era muy diferente a como era en ese momento. Iba con Emily a todas partes, creía que no tendría buenas conexiones con las francesas, los Weasley eran ya simplemente personas a las que ya no les daba importancia. Recordaba cuando Viktor se levantó molesto de la mesa cuando di un comentario que ahora me parece absurdo.

Ni siquiera ha pasado un año desde que todo eso pasó, pero se sentía que había pasado mucho tiempo.

Mientras veía como el carruaje y el barco se alejaban cada vez más, me di cuenta de lo mucho que había cambiado en el curso. Perdí la amistad de Emily pero gané la de cuatro francesas que en poco tiempo se convirtieron en mis confidentes. Me di cuenta de que las mejores personas no siempre están en las "sangre pura", que las mejores personas no precisamente nadan en dinero.

No muy lejos de mí, pude observar dos cabelleras rojas prendiendo fuegos artificiales y sonreí solo con verlos.

Desde unas semanas atrás, comencé a tener miedo de quedarme sola cuando las chicas y Viktor se fueran.

Pero en ese momento cuando veía a Fred, me di cuenta de que no lo estaría.