Taehyung había vivido su vida siendo esclavo de su propia familia lleno de alfas, en la sociedad actual de la manada Kim un omega era vergüenza para su familia. Taehyung jamás sintió qué es el cariño, no puede hacer o decir algo sin pedir permiso. É...
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Yoongi golpeó su mano hecho un puño contra su escritorio soltando un fuerte gruñido. Esos días era donde su lobo se alteraba por la mínima cosa que le pasaba a su omega.
Hasta la más mínima cosa.
— ¡Matenlo!
Los hombres frente a el se miraron y soltaron un suspiro cansado, habían estado en la misma situación desde que se enteraron que Taehyung estaba embarazado.
— Señor no podemos hacer eso.
— ¡Hizo llorar a mi omega!— Yoongi intento detener a su lobo que queria matar al hombre sentado al lado de la puerta de entrada. Su lobo era muy terco y testarudo, no entendía que es calmarse para dialogar.
— S‐señor era una inyección, era obvio que iba a asustar al omega Taehyung — el beta tragó en seco. —Mi jefe me dijo que la vez pasada no se habia alterado tanto.
— ¡Eso fue hace un mes, jodido idiota!, ¡Matenlo!— gritó al recordar a su omega entrar llorando a su oficina señalando la zona donde había sido la inyección. Sabía que no era algo por la cual preocuparse, Taehyung siempre fue delicado y pequeñito en varios aspectos y eso hacía un que Yoongi lo ame aún mas.
Claro que el beta enfermero que estaba delante suyo solo miraba aterrado al alfa, esperando que Yoongi suelte una carcajada y diga que todo es una jodida broma.
Suaves toques en la puerta hicieron que el silencio reúne en la oficina de Yoongi. El alfa simplemente gritó un “adelante” y volvió su mirada venenosa al beta.
— ¡Te dije que si Taehyung se quejaba te matabal— gruñó. — ¡Debes hacer bien tu trabajo, jodido idiota. Si fueras alfa, ¿Te gustaría que un imbécil lo haga llorar? ¡Claro que no, a nadie le gustaría que su omega llore.
Yoongi iba a seguir hablando al beta pero la pequeña figura de su omega en la entrada le hizo detenerse. Sabía perfectamente que a Taehyung no le gustaba cuando el se enojaba y menos aún por pequeñas cosas como esas.
— Bebé— susurró cambiando su aura de almacenamiento unos segundos y se acerco rápidamente al omega que por su aspecto se confirmaba que recién se había levantado de su siesta. Últimamente dormía mucho.
Taehyung sollozó, haciendo que al alfa se le quería salir el alma al verlo tan pequeño y vulnerable.
— ¿A quién le gritaste tan feo?
Yoongi limpió las pequeñas lágrimas que lograron salirse de los pequeños ojos de su omega.
— A nadie, amor, solo hablaba con el beta que te atendió hoy.
Taehyung miró al beta que temblaba en el sillón, este solo le dio una sonrisa que borró rápidamente al ver la mirada de Yoongi.
— Me asusté cuando me levante y no te vi en la cama— Taehyung susurró. — Además, Hobi me dijo que estabas enojado.
