Baela Targaryen
Esto tiene que ser un maldito juego. Mi abuelo no puede tener mas hijos, es imposible que haya sido capaz de engañar a la abuela de esa manera, lo sé.
Papá contiene su risa de manera penosamente impasible.
Sé que el abuelo no lo hizo en sus ojos se nota que ama a mi abuela.
—¿Esto es una maldita treta?
La pregunta salió de los labios de mamá con apuro.
El tal Caemon Waters se apresura a decir:
—No, no lo es. Somos hijos de la Serpiente Marina.
Miro a mi abuelo paralizado con una cara de confusión masiva.
—Esto lo debemos hablar con la mayor tranquilidad posible.
Volteo a ver a Jace.
—No hay nada de que hablar, Jace. Se nota claramente lo que ocurre. Deja que hablen ellos—. La voz de la abuela salió seca y sin gracia.
Rhaenyra y mi mamá se miran entre ellas.
—Lamentamos irrumpir de esta manera, pero...
—No lo parece—lo corta mi tío.
El hombre carraspea.
—Como decía, lo lamentamos mucho. Nuestra madre murió y decidimos venir. No queremos causar problemas.
Papá suelta una risa irónica.
Todos lo miramos.
—¿Qué? ¿En verdad creen que estos peleles vinieron así de casualidad?
Tiene un punto.
La chica da un paso y con cara de pocos amigos responde:
—A usted no le incumbe, señor—. Silencio absoluto después de esas palabras.
Mamá iba a contestar, pero me apresuré hasta la chica.
Cuando llegué hasta ella le coloqué una mano en la barbilla.
—¿QUIÉN TE CREES?—. Le escupo con dureza.— No. Te. Atrevas. A. Alzar. La. Voz. A. Mi. Padre.
En su mirada hay miedo. Se suelta de mi agarre, pero no me inmuto.
—Los que sobran son ustedes. No tienen ningún derecho de estar aquí—. Continuo hablando.
—Cálmense todos, quiero hacer unas preguntas.—Habla el abuelo por primera vez.
Todos guardamos silencio y regreso a mi lugar dándole una leve mirada a Jace el cual me corresponde.
Bueno... Al menos me corresponde en algo.
—¿Cómo se llama su madre?
—Caely de Lys.
—¿Cuántos días de nombre tienen?
—Coryanne y Caemon tienen 18 y yo 20.
—¿Por qué tienen el Waters?
—Nacimos en Kings Landing.
El abuelo suspira.
Una risa amarga sale de la abuela.
—Lo sospechaba, te lo dije Corlys. Lo haría si tenía la oportunidad.
—Pero era como un hermano, criado por mi padre y abuelo, no lo pensé capaz.
Estoy segura que todos los que los escuchamos estamos igual de confundidos.
Rhaenyra mira a Jacaerys y este habla.
—Necesitamos entender que sucede.
—¿Acaso no es obvio, cariño?
La pelinegra le dice con firmeza y dulzura a la vez.
Cuando Jace niega ella suelta una pregunta.
—¿Reconoces esas actitudes prepotentes?—Señala a los bastardos de la casa Velaryon.
En la mirada del príncipe se pudo notar una chispa de entendimiento.
Este asiente lentamente.
—Comprendo.
Pero no comprendemos el resto en la habitación.
—¿Jacaerys?
Mi voz sale estrangulada.
Me mira con detenimiento y me extiende una mano.
—Salgamos de aquí.
Confundida la tomo, siento un calor en mis mejillas.
Bajo la atenta mirada de los presentes salimos del salón.
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Rhaenys Targaryen
Sabía que esto iba a pasar.
El maldito Velaryon lo haría para demostrar que era mejor que yo.
Quería acorralarme, pero, no contó con su repentina muerte.
Maldito sea Vaemond.
Ni siquiera muerto deja de joder la existencia. Quisiera poder matarlo yo misma.
La razón por la cual necesitaba que Baela saliera era por su impulsividad y carácter, y quién mejor que Jace para sacarla.
—Me temo que mi familia pasó un mal rato por su repentina aparición, para mí también lo fue. Ya que no contaba con "supuestos" hijos.
El tal Caemon arruga la nariz.
—Solo tengo dos hijos. Laena y Laenor Velaryon hijos legítimos y biológicamente míos con mi esposa—. Me señala.
—¿A qué se refiere?
—Primero, no soy fanático de Lys. Segundo, soy un marinero fiel a su barco. Tercero, no pude tener más hijos por un accidente.
Niego por la referencia de "Barco" hacía mí.
—No son mis hijos, son hijos del difunto Sir Vaemond de la casa Velaryon. Mi hermano o mejor dicho sobrino.
Ellos quedan en shock.
Rhaenyra mira hacía la puerta de la habitación. Laena abre los ojos. Daemon queda imperturbable como siempre y Laenor comprende todo finalmente.
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Holaaa.
Con más exámenes que vida pero sobreviviendo.
¿Se lo esperaban?
