19. Comenzar de cero

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Después de un breve susto (en dónde casi me lleva la pelona) aquí sigo.

La medicina hizo su efecto y ya respiro.

Es que tenía asma. Pido disculpas por haber subido por accidente el capítulo sin concluir, se supone que iba a darle al "guardar", no al "publicar".

***

Decidieron irse a la casa de campo. Ella realmente no quería ir porque hacía mucho que no disfrutaba una temporada en Londres, además de que sabía que estar a solas con él haría que su corazón volviera a caer.
En el cuarto día de viaje iba en el carruaje pensando que habría sido de ella si no hubiera nacido como dama, si no se hubiera casado con él, ¿Aún así se habría enamorado de Colin Bridgerton? Al verlo de reojo cargando a la bebé y sonriendo mientras Aghata estaba encantada en sus brazos cayó en cuenta de que la respuesta a su pregunta era sí. Era muy sencillo enamorarse de él, y ella lo había hecho casi sin darse cuenta. Era su sonrisa, su encanto, y su habilidad de hacer que las mujeres se sintieran importantes.

Ni siquiera Aghata era inmune al encanto de su padre.

Él era un seductor y no tenía que presumir de sus conquistas, solo bastaba que dijera las palabras correctas a cada dama... ella había oído las palabras que comprometieron su corazón y lo habían hecho el rey de sus sueños más salvajes.
¿Y él? Nunca había dado su corazón.
Le dolía la cabeza, el corazón, se encontraba cansada y deprimida y trataba de pensar en la desesperación y tristeza que podía sentir una mujer. Sabía que nunca sería amada por él pero habría sido maravilloso ser ella quien pudiera alcanzar su corazón. Colin la miró y tosió un poco. —Sé que no querías irte de Londres, pero al final esto será lo mejor para nosotros.

Ella no pronunció palabra.
Al llegar a la casa bajó después de Colin quien no soltaba a la niña para nada. Era la primera vez que iba a la caa de campo, por lo que se quedó sorprendida de lo impresionante que era. Los jardines tenían rosales amarillos y rosados, tulipanes blancos, y setos, muchísimos setos rodeando la casa  y se alzaban los árboles como si estuvieran en medio de un bosque encantado y aquel era un pequeño rincón del cielo.
Incluso había mariposas revoloteando por el jardín. —Mi padre jamás nos trajo aquí. Pensé que iríamos a "Butterfly Park", la casa ancestral de mi familia. Pero esto no es Sussex.

—No, esta la compré yo. No es de las propiedades Featherington, es nuestra casa. -Penélope lo miró de reojo y él miró a los sirvientes acercarse a recoger sus baúles. —Bienvenida a Sunrise Hall.  -El nombre le quedaba a la perfección, pues en los ladrillos rojizos del exterior el sol parecía reflejarse y las ventanas eran tan amplias que no le cabía duda que la luz entraría en los salones. —Estamos en Yorkshire.

—¡¿Yorkshire?! Me trajiste a un sitio que no conozco. ¿Por qué al norte?

—Sí. Al norte, creo que es lo más cerca que podremos de Escocia, pensé que te gustaría venir a un sitio donde estemos más en privacidad.

—Es el medio de la nada. -con su comentario Colin comenzó a reírse y asintió. —No te burles de mí.

—No lo hago, pero esa es la idea. Ni siquiera yo conozco del todo la región, razón por la cuál no podré escapar de ti. Ninguno de los dos lo hará. ¿Entramos? -Lo hicieron juntos y Colin decidió dejarle la niña a Nancy mientras él le daba un recorrido por la propiedad a su esposa y le presentaba a los miembros del servicio. —El señor Charles Darcy, el mayordomo.

—¿Darcy? ¿Cómo en "Orgullo y Prejuicio"? -El mayordomo asintió y sonrió.

—Si, mi lady. Como en "Orgullo y Prejuicio". Nos alegra conocerla por fin. Todo lo que necesite puede pedirlo. -Penélope sonrió y a su lado una señora dio su reverencia. —El ama de llaves, la señora Stella Rawlins.

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