꧁Dos꧂

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Mierda. Justo a tiempo.

— Te veo en la entrevista, zorrilla. — Se esfumó por ahí.

Yo camine nerviosa, hacia la recepción de esta gigantesca compañía. Aún parece ser que ni entre a está, es que tio es grande que me falta caminar.

— ¿Señorita, a quién busca? — Me voltee, encontrándome con una rubia delgada, estatura baja.

— ¿Usted es la secretaria Margot, Margot Scorses? —

— Si, ¿Margen Neumann? — Asenti. — Venga conmigo, el señor Tenorio la espera. —

Sonreí, y a pasos torpes camine atrás de ella. Qué hermosa se ve, ¿Mis dedos cabrían en e...

— ¡Oh, jovencita Neumann! — Me abrazó un señor que desconozco, de unos 40 y tantos.

— Jefe. — Idiota. Y si, no podía decir nada más.

— Con confianza, soy el mejor amigo de tu padre y de tú hermanastro, tranquila. — Me da un apretón en mi hombro, y asenti.

— Vengo a una...entrevista — Sonrei.

— No hace falta, estás con el puesto de ser mi asistente número uno. — Me dio unos papeles. — ¡Margot! — Llamo a la rubia, ella entró. — Llevala a su puesto e indicale lo que se hace aquí, si es necesario presentala con todos. — Le explico.

— Cómo diga jefe — Ella me miró y sonrió.

Bonita..

— Cómo sea, tu si sentís vibrar el teléfono que está a tu costado solo responde si es el jefe bien y si no lo es también, aquí serás su asistente uno y eso requiere de bastante atención, compromiso de tu parte. Por ejemplo, lleva mi traje a la lavandería, plancha esto, saca a mis perros a pasear. — Suspira..— Lo que sea, pero eres una asistente en todo, por algo te llamó número uno. —

— Ya, entendí. — Rió.

— No será tan fácil, más si tiene dos demonios por hijos...Ash, igual ambos son guapos que todas quisieran tu puesto — Quedo ahí, atónita viendo a la nada.

Os digo, tiene un perfil perfecto.

— Cómo sea, haz lo que te diga y verás que serás reconocida por todos. Es un privilegio esté puesto, aprovéchalo. — Asenti. — Nada más bueno, llama cualquier duda..— Se dio la vuelta.

— Antes..— Se detuvo, y giró a mirarme. — ¿Tu nombre? — Sonrei.

— ¿Es joda? — Que idiota, se llama Margot. — Margot, hace unos minutos me oíste. —

— Si...Me embobe por tu belleza, sorry — Incómoda, la mire y ella rodó sus ojos .

— No seas idiota, Margen — Tiene razón.

VINE A TRABAJAR...

Estaba limando mis uñas y de repente, suena el teléfono.
— Jefe, diga..— 

— No tonta no soy tu jefe, ¿Gustas almorzar conmigo? — Alce mi mirada y era Margot. Levanto su mano y me saludo con una sonrisita

— Si reina, ¿A qué hora? —La quede mirando

— Ya, ahora tenemos descanso. Me olvidé ese detalle, desde las 12 paramos para almorzar y volvemos a las 13:45. — Informó.

— Gracias, enseguida pasó por ti— Reimos.

— Idiota apurate. — Y colgó.

Me levanté dejando las cosas ahí, menos mi bolso. A pasos rápidos me acerqué hasta el puesto de Margot, antes de que ella agarrara su tapado.

— Linda Margot, ¿Papá aún se encuentra en su oficina? — Una voz masculina algo ronca nos impidió irnos. Me giré y era un joven, trenzas bandana, y piercing.

Algún malcriado por parte de su padre, claro...teniendo papás empresarios los hijos son unos malcriados. Todos.

— Aún está, Kaulitz — Respondió Margot con una sonrisa coqueta.

— ¿Estás libre hoy, linda? — Pregunto esté, jugando con el piercing que traía en su labio inferior.

Se ve sexy..

— Si.— Respondió rápidamente, quedando cómo una loca fan de esté.

— Bien, espérame aquí. — Dijo esto y se fue.

Me giré a verla a Margot, y ella se encogió de hombros.
— Maldita traidora — Entre dientes, ella ríe.

— Anda tu sola, tengo una hora y media por disfrutar, en caso de no venirme tu cubreme. —

— Jamás. — Me dirigí a no se donde.

Tenia hambre, y sólo faltaba unos cuántos minutos. ¿Desde cuándo empezó a correr la hora? Solo me distraje viéndolos hablar, maldita mierda.

Buscando con mi mirada, y encontré un restaurante que se encontraba al lado de la compañía. Me senté y llamé al mesero, encargué un pebete de ternera con coca cola.
Terminé esto, y me volví y aún eran las 13:35 faltaba sólo minutos y ya volvía.

Suena el teléfono.

— ¡Jefe! — Casi en un gritó conteste.

— Auu, Margen. — Se quejó, y note que si era el jefe. — ¿Me harías un favor? — Asenti. — ¿Margen? —

Cierto, estaba en una llamada.
— ¡Si, jefe si! — Algunos de estos días me van despedir, por gritona.

— Necesito de una pequeña y personal ayuda. Tú irás a mi dirección, te la daré si vas anotando. —

— Díga — Y empezó a dictar — La tengo —

— Iras ahí, toca antes y explica que te mande yo para que hagas tu trabajo y nada más, cuándo entres sólo llámame otra vez. —

— Bien. —

— Antes escribe mi número — Y otra vez dicto. — ¿Listo?—

— Si jefe —

— Bien, llámame cuándo estés allí — Y colgó.

Agarre mis cosas y salí, obvió que no conocía Alemania pero gracias a que lo tengo a Mike.
— ¿Y qué harías allá? — Interrogo, manteniendo su mirada al frente

— No tengo la menor idea, seguro será cuidar sus bebitos — Rió

— No creó, sus hijos son grandes ya. — Bueno, al menos no son bebés para cuidarlos

— ¡Aquí, aquí! — Freno de golpe.

— Te estaré esperando aquí, maldita corre — Asenti y salí corriendo.

Llegue hasta la puerta y una señora mayor de edad ya, me atendió y le expliqué. Gracias a los cielos, pude entrar.

— Jefe, estoy aquí — Murmure en la llamada.

— Bien, sube por las escaleras..— Mire alrededor, y había una. Larguísima. — Sube, y verás una puerta cerrada que ahí dice "¡No pasar!" —

— Si, eso dice. — Ya había llegado.

— Entra, y empieza a hurgar por cajones, hasta por dónde sea y busca papeles que digan "Medicamentos" — No entendía, pero empecé a buscar.

Buscando los hallé, y miré al teléfono.
— Los tengo, —

— Encargate de comprar esos medicamentos. —

Genial, pensé que seria alguna especie de espía. Cabrón.

— Bien, una vez comprados ¿Los traigo aquí.? — Pregunte.

— Si, entregáselos a Bill. — Y colgó.

¡¿QUIÉN ES BILL?!































¡Aquí dejo esté pedazo de cap!

¿Me recomiendan?
¿Me ayudas?

¡Graciee😋🤟!

𝓟𝓸𝓼𝓼𝓮𝓼𝓼𝓲𝓿𝓮// 𝕭𝖎𝖑𝖑 𝕶𝖆𝖚𝖑𝖎𝖙𝖟Where stories live. Discover now