꧁Once꧂

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𝔑𝔞𝔯𝔯𝔞𝔡𝔬𝔯 𝔒𝔪𝔫𝔦𝔰𝔠𝔦𝔢𝔫𝔱𝔢

Un domingo se despertó Margen, con la intención de salir de compras hacia el centro comercial con Margot, ayer lo habían hablado y decidieron salir.

En el centro comercial;

— ¿Te gusta Tom? — Pregunto Margot, quién rápido volteó a mirar a Margen, su rostro estaba pálido.

— ¿Por qué preguntas eso, Marg? — Murmuro, con su vista al frente

— Él te busca a ti, cuándo estamos teniendo sexo sólo dice tu nombre. Se imagina estar haciéndolo contigo, y por eso siempre peleamos y el me golpea muchas veces sólo porque yo ocasionó la pelea — Margen miró a su amiga, preocupada se detuvo

— ¿Tom te pega? — Murmuro

— S-si pero por que-

— ¡Joder ese maldito me va a pagar! — intento salirse del centro comercial pero Margot la detuvo

— Alto Margen — la jalo, deteniendola — No lo hagas, sólo aléjate de Tom y de Bill, ambos son muy iguales, son agresivos cuándo no tienen algo acambio — Margen abrió su boca

— Bill....nunca actuó así conmigo — Murmuro, negando — ¿Cómo sabes de eso? — era más que obvió

— Los conozco muy bien, trabajo años aquí y debería decirte esto. Los Kaulitz' s son agresivos, posesivos, y si no tienen algo que quieren definitivamente lo hacen a la fuerza. — masculló con su tono de preocupación

— Marg tú...deberías alejarte de Tom — exclamó preocupada, y agarro por los hombros a su amiga — Deberíamos alejarnos de ellos, por nuestro...bien ¿Me oíste? — ambas asintieron

— ¡Gracias por....escucharme Margen! — se dieron un abrazo y siguieron hacer sus compras








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𝕭𝖎𝖑𝖑 𝕶𝖆𝖚𝖑𝖎𝖙𝖟

— ¿Que harás con ella? ¿Jugar o desecharla? — Cuestionó mi gemelo mayor, Tom

— La quiero para mí, es qué ella es tan...ella, Margen es la chica que siempre quise para mí — conté mientras veía mi teléfono, y viendo el perfil de Margen.

— Deberías alejarte de esa chica, siento qué...que sólo te usa, ella es una egocéntrica, tipo yo sé algo pero no se si contartelo...— hizo una mueca, dudando si hablar o no

— ¿Que sabés Tom? — guarde mi teléfono, viéndolo con mis cejas fruncidas

— Nada — intenta levantarse pero lo agarro

— ¡Thomas dímelo! Margen es mía, ¿Intentas inventar mentiras dejándola mal? — aprete mi agarre en su muñeca

— ¡Sueltame imbecil! — se soltó bruscamente

— ¡Thomas! — el me ignoro y subió la escaleras corriendo — ¡Maldito egoísta! — grite enfurecido

— ¡Ey ey, ése vocabulario! ¡¿Que pasa en ustedes?! — entro papá a la sala

𝓟𝓸𝓼𝓼𝓮𝓼𝓼𝓲𝓿𝓮// 𝕭𝖎𝖑𝖑 𝕶𝖆𝖚𝖑𝖎𝖙𝖟Where stories live. Discover now