𝓟𝓸𝓼𝓼𝓮𝓼𝓼𝓲𝓿𝓮// 𝕭𝖎𝖑𝖑 𝕶𝖆𝖚𝖑𝖎𝖙𝖟

꧁Siete꧂

[...]

— No debiste mentirme, Margen — Masculló entre dientes, mientras que yo limpiaba su labio inferior y la ceja dónde traía el piercing. — Podría haberte golpeado a ti, y sería mi culpa por irme sin decirte nada —

— Mi culpa Bill, yo mentí y muy feo — El rió

— Es cierto, ¿Enserio? Te hacia ver las bebidas de tus gustos, vaya que gran mentira. — Se burló y le di un leve golpe en su abdomen — ¡Auch, duele! — Quejándose

— Tu me provocas — El sonrió para luego mirarme y jugar con su piercing de lengua — No hagas eso — Incómoda

— ¿Que cosa? — Señale a su lengua, que la sacaba y jugaba con su perforación — Ah, esto, pues sé que me veo sexy haciéndolo y que más da. — Empezó a hacerlo repetidas veces

— ¡Pará o te paro! — No lo malpense, pero el sí

— Inténtalo, Mar — Su voz se puso a una ronca, y algo provocativo

— No hagas eso, seguiré limpiando y quitando está sangre — Pase el algodón pero el me quitó y lo tiró, lo mire a esos oscuros ojos

— Por que me intentas decir que hacer, ¿No es al revés? — Negue nerviosa, haciendo que el riera de mi— Súbete aquí, — Palmeo su regazo

— De ninguna mane...— El apreto mi muslo, haciéndome erizar la piel y recibiendo un escalofríos desde mi columna vertebral hasta mi nuca.

— Ahora, Margen. Soy tu jefe y deberías hacerme caso a todo lo que te diga — Masculló con una sonrisita posesiva. Él estaba actuando posesivo, aquí y ahora conmigo.

— Bien recuerdo, no estamos en el maldito trabajo — Exclamó enfadada y indignada, pero el negó,— ¿Y que...‐—

— Eres mi asistente personal, lo que te hace mía y de mi propiedad. Ahora, súbete.— Rodee los ojos e hice caso, ¿pero qué hago? intento bajarme pero su agarre en mi cintura se hace fuerte y me sienta por su propia fuerza sobre él.

— ¿Y qué haría aquí, poder limpiarte mejor? — Irónicamente rió de él,

— No, pero si podrías saltar...— Musitó con su sonrisa de costado viéndose apuesto.

— De ninguna manera, es mí jefe — Solté nerviosa.

— ¡Hazlo, Margen! — Apreto mis caderas, hundiendo mi trasero en su visible erección que podía sentirla bajo mis piernas.

— Bill...— El me miró a mis ojos, penetrandome con su mirada y poder ver sus ojos cómo sus pupilas estaban dilatadas, ese maquillaje le quedaba tan bien en la noche resaltando sus ojos y esos brillos que siempre los tiene en él.

A todo esto estábamos en una habitación, ambos en el suelo, nadie más había ya que la fiesta era en una casa y aproveché en venir a buscar algodón y alcohol para curar sus heridas y aquí estoy. Basándonos ferozmente, intentando quitar lo más rápido nuestras molestas prendas,

— ¡Alto alto! — Me separé por la falta de aire, pero el rápido busco mis labios con desesperación y así volver a besarme

El gruñó en el beso, haciendo que me diera cuenta que su erección estaba lista. Me empecé a balancear, subiendo y bajando mientras rozaba su erecto miembro, el gruñia en mis labios,

— Me lastimas, no hagas éso — Murmuro sobre mis labios y sonreí apenada — Haz lo que quieras con el, menos esto. — Y el sonrió

Me hice una coleta con una liga, y así bajar los pantalones de Bill y el mientras me veía atento sólo soltaba suspiros excitado, viéndome bajar sus bóxers.
— Hazlo...— Gruñó.

Sonreí y vi su sonrisa, rápido empecé a masajear su erección, a lamer la punta mientras que el ya colocaba sus manos en mí cabeza, jalando de apoco mi cabello.
— ¡Ah, ah, ahora hazlo! — Jadeo.

De una vez lo metí a mi boca haciéndolo jadear desprevenido, haciendo esto yo cada vez me hundía en el, intentando llegar hasta mi garganta.
— ¡Rápido, apresurate! — Ordeno el, con su voz agitada

Empece a apresurarme sintiendo a sus manos empujar haciendo que mi garganta toque su punta y hacerme dar una arcada.
— ¡Más, más hazlo más profundo! — Ordenaba, y yo intentaba salirme pero noté que aún no llegaba a su orgasmo.

Empece a profundizarr, para después sentir cómo su pene se ponía tenso, bombeando su líquido caliente y blanco, sin dudar lo trague y el me miró a los ojos  con una sonrisa cálida. Apretó mi nuca llevándome a sus labios empezo a besarme con una intensidad sintiéndose la agitada respiración de ambos.

— Es mi turno — Susurró en un jadeo, y sonreí.

El me acostó en el frío suelo, haciéndome abrir mis piernas y quitar mi falda con rapidez. El pasó un dedo acariciando mi vagina por sobre la ropa interior, haciéndome soltar un jadeo ante el tacto frío de sus largos dedos.

— ¿Tan rápido te mojas? — Murmuro con una sonrisita pícara burlándose de mi. No tengo la culpa lo siento...

— Tu eres el responsable obviamente, Kaulitz — El rió

Esté bajo mis bragas y antes de lo magnífico que iba a sentir con su jodida y sexi lengua, ¡Joder joder!

— ¡Chicos chicos! — Unos gritos se oían atrás la puerta

— Dios mío Margot, diles — Una segunda voz desconocida se oyó

— ¡Tom se echó a pelear! — Avisandonos, rápido Bill se puso de pies y salir corriendo para ir con su gemelo.

[...]

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basta de amor..

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