Nostalgia

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Leo estaba mirando hacia el cielo mientras montaba el águila, transformarse en un león no era una de las actividades favoritas de Leo por lo que si podía evitarlo lo hacía. La fuerza física en su forma de león era muy grande pero estar en esta forma también tenía sus desventajas tales como; No poder utilizar tu energía, no poder hablar, no tener manos, no poder utilizar un arma y ser un blanco más fácil a ataques sorpresa dadas sus amplias extensiones.
Esta vez él iba al frente mientras que Semira se aferraba a él por detrás, el trato hacia Leo cambió bastante, si bien no era discriminado cuando pensaban que solo era un plebeyo ahora se sentía la diferencia en cuanto a su importancia, después de todo era el príncipe heredero de Fortaleza León, el reino más fuerte.
Últimamente Leo se a sentido extraño, como si él no estuviera completo, como si le faltara algo, el anhelaba tanto eso y nisiquiera sabía que.
Baltasar también actuaba de manera extraña, casi no se involucraba en las reuniones ni compartía opinión alguna, ante Semira y Leo él se comportaba más como un subordinado que como el hombre que los crió, protegió y educó. A Semira parecía importarle poco y eso desconcertaba más a Leo.
Mérida se a vuelto aún más tímida y suele pasar más tiempo con Magnus y Assa que con el propio Leo, eso entristecía su corazón. Eszra le había dado las gracias a Mérida y a Baltasar por el cuidado de su hijo, las cosas seguían su curso sin detenerse, era incluso aterrador.
Pero había algo rescatable, Semira siempre había sido terca, pero en la pelea con Dark actuó de manera razonable, se dio cuenta que hacerse la invencible habría sido inútil, no fue cobarde, simplemente se dio cuenta que ese no era el momento, cuanto había madurado, aunque eso ya no era tan nuevo, durante él último año ella había actuado de esa forma, se volvió una persona fría y calculadora, no se dejaba llevar por sus emociones. Pero Leo a veces extrañaba a esa Semira apasionada, su desapego hacia él le entristecía, antes solía ser cariñosa y sentimental, era demasiado honesta y franca, ahora era una chica astuta.
La voz de Semira sacó a Leo de sus pensamientos:
- ¿Pasa algo?
Leo levantó la vista despertando:
- ¿Crees que pasa algo? - Preguntó Leo mientras tocó la mano de Semira la cual estaba aferrada a su abdomen
Semira apretó los labios y se quedó callada.
El aterrizaje fue agradable, ya era de noche por lo que todos tomaron un descanso, viajar a través del bosque por la noche era una muy mala idea.
Priscila se acercó a Semira y su grupo quienes estaban en una hoguera apartada, ella estaba un poco avergonzada pero la mirada amigable del grupo le dio confianza. Ella se sentó junto a Semira con una sonrisa infantil.
Semira preguntó entonces:
- ¿Estás feliz porque estás cada vez más cerca de casa?
La niña asintió vigorosamente y añadió:
- Estoy segura de que te sentirás bien en Naridian, la gente es especial.
Semira preguntó:
- ¿Crees que el Rey nos reciba con amabilidad?
Priscila asintió con una sonrisa y dijo:
- En todos los Reinos la profecía escrita en los jeroglíficos sobre la libertadora de la casa de Sol se ha propagado, la gente sólo ha esperado tu aparición y ahora que estás aquí no dudes de que cuentes con el apoyo de la gente, los elfos se han tomado muy enserio la profecía, ellos te esperan.

Semira observó a Priscila un momento e informó:
- Es interesante que sepas tal información ¿eres de alguna familia noble?
Priscila se puso notablemente nerviosa y dijo rápidamente:
- No, pero soy curiosa
Semira hurgó en su cabeza pero no encontró lo que sospechaba.

Al finalizar el siguiente día la compañía ya estaba en el Reino del Alba, reino vecino de Naridian.
Leo había estado muy callado últimamente, la mayor parte del tiempo estaba hundido en sus pensamientos. Semira estaba desconcertada, Leo nunca había actuado de tal manera. Alan estaba preocupado por su amigo y de manera indirecta acusaba a Semira de su extraño comportamiento.
Semira analizó una vez más su posición, ella era la heredera, la libertadora que la gente esperaba, era un peso muy grande pero ella tenía la certeza de que no era demasiado para ella, Leo, la profecía también lo incluye, que gracioso es el destino.
Leah parecía ser una persona tranquila y callada, pero Semira sentía que ella era más interesante que eso, puede que no hablara pero pensaba y calculaba muchas cosas, Semira no encontró nada malo en su alma ni en sus pensamientos pero por alguna razón Semira no confiaba en ella.
Las palabras de Leonor resonaban en la cabeza de Semira una y otra vez "No soy tonta, la química entre tú y Leo se siente a kilómetros"
- "¿Siento algo más que amistad por Leo?" - Se preguntó Semira mientras observaba a Leo quien estaba un poco alejado del grupo. Semira se levantó alejándose de la fogata para acercarse a Leo, este estaba observando las estrellas pensativo, Semira se sentó a su lado en silencio.
- ¿Cómo estás? - Preguntó Semira con sincero interés.
Cuando Semira empezó a creer que se quedaría en silencio Leo respondió sin dejar de observar el cielo:
- La verdad no lo sé, nisiquiera sé que me pasa, pero pido disculpas si mi comportamiento te ha afectado de alguna manera negativa.
Semira asintió y luego dijo con voz suave:
- Sabes que puedes confiar en mí, te creo pero estoy segura de que hay algo más que lo que me has dicho.
Leo suspiró y finalmente volvió la cabeza en dirección de Semira y respondió:
- He tenido visiones.
Semira se sorprendió y preguntó con seguridad y cautela:
- ¿Qué tipo de visiones?
Leo apretó los dientes pero respondió:
- Te vi morir
Semira mordió sus mejillas y su mirada se oscureció, si halgo sabía bien es que las visiones de Leo siempre se cumplían, Leo continuó:
- Peleabas ferozmente contra Dark, todos luchábamos, clan contra clan en el pico más alto de una montaña congelada, pero Dark de alguna manera logró vencerte, estabas totalmente herida, al borde de la muerte, entonces él te empujó y tu caíste sin dejar de mirarme a los ojos y desapareciste entre la niebla, mi grito ahogó el mundo y entonces la visión se acaba, por más que intente salvarte el resultado siempre es el mismo, noche tras noche veo esa horrible visión.
Leo dijo todo esto en tono preocupado, por primera vez en su vida Semira escuchó una nota de miedo en la voz de Leo y no era por él mismo sino por ella.
Semira pensó un momento y entonces dijo:
- Eso no va a pasar, parece que alguien te envía estas visiones para confundirte.
Leo asintió lentamente y luego dijo en voz baja:
- Deberías hablar con Baltasar, él sabe algo que nosotros no, ha estado investigando a nuestras espaldas sobre algo.
Semira asintió y dijo:
- Lo sé, creo que es hora de hablar con él.
Semira se puso de pie dispuesta a marcharse pero entonces Leo la tomó del brazo aún sentado, la miró a los ojos, pero que bonitos eran sus ojos, dijo suavemente entonces:
- Si te digo que lo dejes no me harías caso ¿verdad? Seguirías aún sabiendo que morirás.
Semira lo miró abiertamente, sin frialdad ni indiferencia y respondió:
- Lo aprendí de ti, es mejor hacer algo para morir sabiendo que no te rendiste y no con remordimientos.
Luego de eso Leo soltó la mano de Semira lentamente sin dejar de mirarle a los ojos y esta se fue.
Semira se acercó a la tienda de Baltasar y entró sin preámbulos, Baltasar levantó la mirada al ver a la princesa y dejó de inmediato a un lado el papiro que leía. Baltasar le indicó a Semira que se siente, esta obedeció en silencio.
- ¿Qué te trae por aquí, princesa Semira?
Semira suspiró y dijo:
- Dime qué está pasando, hay algo que no me has dicho.
Baltasar respiró profundamente y después de unos momentos mencionó:
- Estuve investigando todo tipo de leyendas y profecías de nuestras tierras, en su mayoría son una tontería por supuesto pero hay algo de verdad en ciertos papiros.
Baltasar tomó un papiro y se lo arrojó a Semira, esta lo interceptó con facilidad y leyó el contenido:
- La oscuridad será más fuerte que nunca, al principio la esperanza florecerá pero pronto será pisoteada como si fuera basura, si crees que la oscuridad es inconmensurable solo espera a que llegue a su pico, el fuerte león no puede vivir sin su poderosa Fénix, la fuerza y el poder deben permanecer, uno será arrojado y el otro atrapado pero esto es necesario para que cada uno se encuentre a sí mismo y recuerden quienes son y cual es su propósito, los cuerpos mueren más las almas permanecen para siempre.

La Leyenda De Semira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora