Naridian

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El golpe de energía oscura fue tal que la tierra se sacudió un momento.
En ese preciso instante Leo y el resto lograron romper el domo e ingresar pero el golpe de energía oscura los alejó, Leo al ser el más fuerte logró resistir y siguió avanzando.
Semira estaba fuera de sí, sus ojos negros estaban fijados en Balak quien a pesar de todo no perdía su orgullo ni dignidad.
Leo se puso delante de Semira y extendió las manos en señal de paz, Semira lo observó un momento pero era como si no lo viera, ella era como un animal sin entendimiento, Leo habló:
- Semira Solani Ferferus, princesa del reino del Sol, legítima heredera al trono, por favor mírame.
Semira lo volvió a mirar, ella realmente daba miedo, Leo quiso decir algo más cuando de pronto Semira se abalanzó sobre él y comenzó a estrangularlo con fuerza, ella era como un monstruo sin bondad y sin razonamiento que solo existía para destruir.
Leo sentía que no resistiría demasiado por lo que encendió su cuerpo como fuego haciendo que Semira retroceda.

Él no quería hacerle daño pero no defenderse sería un suicidio, Semira no estaba jugando.
Balak vio una oportunidad y trató de huír pero Assa lo detuvo mientras que Tom y sus hombres detuvieron a los demás atacantes sobrevivientes.

Henry y Ágnes se acercaron a Leo y Semira, Baltasar se les unió.
Las quemaduras de Semira se curaron tan solo un segundo después de que sucedieron. Leo se puso de pie rápidamente y advirtió a los demás:
- ¡Atrás, la princesa Semira está fuera de sí y es peligrosa! ¡Tengan cuidado!
Semira no esperó más y se volvió a abalanzar en contra de Leo pero fue detenida por una barrera de hielo que casi le golpea en la cara.
Semira dirigió lentamente su furiosa mirada hacia Henry que tenía las manos extendidas indicando que fue él quien lanzó su fría energía.
Semira perdió interés en Leo y se abalanzó hacia Henry, pero en ese momento Ágnes lanzó sus hilos dorados que se enterraron en su piel. Baltasar lanzó una bola de energía cuando Semira intentó atacar a Ágnes.

Todos estaban confundidos ¿Qué le estaba pasando a Semira? Si de algo estaban seguros era de que tenían que inmovilizarla hasta encontrar una manera de que vuelva en sí.

La compañía rápidamente actuó y tomó la red con la que antes los rufianes trataron de atrapar a Semira sin éxito.
Los movimientos y fuerza sobrenaturales de los individuos danzaba, pero Semira era más ágil.
Ella estaba perdiendo la paciencia, Leo notó esto y advirtió a los demás:
- ¡Paren! Ella podría explotar otra vez.
Ágnes miró a Leo y le indicó:
- ¡Es por eso que debemos atraparla lo más rápido posible!.
Leo entonces tomó su espada y mostrándosela a Semira la retó para crear una distracción mientras los demás lanzaban la red sobre ella.
Semira tomó su espada y atacó a Leo con fuerza, Leo respondió con la misma veracidad.
Sin perder tiempo los demás rodearon a los príncipes y lanzaron la gran red atrapándolos.
Assa ayudó a Leo a salir dejando a Semira atrapada. Al fin todos lograron dar un suspiro de alivio después de tantos golpes y heridas que aún no sanaban.

La risa de Balak rompió el silencio atrayendo la atención de todos, entonces él dijo con una voz cruel y burlona:
- Eso no la detendrá, ahora lo veo. La que creen que es su salvadora es en realidad un monstruo despiadado, esa red sólo es para detener la luz pero es amiga de la oscuridad y Semira es oscuridad.

Como para confirmar sus palabras la red negra se encendió con un color naranja como la lava, Semira la estaba derritiendo.
No tuvieron tiempo de nada cuando Semira lanzó una onda expansiva de energía lanzando a la compañía en todas las direcciones y liberándose.
Assa voló hacia una piedra golpeándose la cabeza tan fuerte que se desmayó y comenzó a desangrarse, Ágnes cayó en la punta de una flecha que atravesó su abdomen y el impacto de la energía le quitó las fuerzas, Baltasar estaba con graves quemaduras y cayó en las piedras, Magnus fue afectado por la energía por lo que sangre salía de sus oídos, nariz y ojos pero al ver a su hermano gateó hasta él para ayudarle.
Tom estaba tan mareado que casi pierde el conocimiento mientras que Henry se ponía de pie cojeando y soportando el horrible dolor de una pierna casi rota.
Semira se acercó a ellos para rematarlos pero cuando se acercaba a Ágnes Leo le gritó llamando su atención:
- ¡Hey, ven y mátame a mí primero!
Leo estaba de pie mientras se sacaba una estaca de madera del abdomen como si no le hubiese afectado.
Semira lo observó con la cabeza inclinada y luego caminó lentamente hacia él, Leo no se movió un centímetro.
Semira se detuvo a un metro de distancia, todos observaban deteniendo la respiración, como si tuvieran miedo de que esta cambie la situación a una peor.
Leo susurró con cuidado, casi con cariño:
- Semira, soy yo ¿Acaso me has olvidado?
Por un segundo Semira pareció reconocerle, pero de pronto esos ojos negros se abalanzaron contra Leo y comenzaron a estrangularlo. Leo no hizo nada, a pesar de estar a punto de morir él no dejó de mirarle a los ojos. Justo antes de cerrar los ojos por última vez Leo susurró con una sonrisa y lágrimas en los ojos:
- Mi melón agrio...
Él pudo sentir como el aire volvió a sus pulmones pero el mundo se oscureció para él.

La Leyenda De Semira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora