13- Sakura

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Primos hermanos, eso eran los seis bombones que venían a veces al bar.

Sacados de alguna revista, seguramente.
Músculos definidos, espaldas anchas, unos traseros que llenaban los jeans y la vista de toda mujer que los cruzaba.
Parecía que habían usado el mismo molde en ellos, pero yo sabía que sus padres eran gemelos y por eso los chicos se parecían bastante.

Estaba Madara, el mayor, los cuarenta le respiraban en la nuca, al igual que a Obito, eran lo que se conoce como viejos sabrosos, al menos para mí que tenía la mitad de su edad.
Luego venían los hermanos menores por parte de Obito, esos eran Itachi y Shisui, treinta y cuatro el mayor, treinta y tres el menor. Y finalmente, los gemelos, Izuna y Sasuke, creo que rondan los veinticinco o tal vez veintiséis años.

Eran el sueño erótico de todas las mujeres en esta ciudad.
Me incluyo.
Aunque me dedicaba a rechazar los avances que ellos hacían.
No podía manejar toda esa testosterona.
Ellos hacían casi todo juntos.
Hasta vivían juntos.
Había escuchado a las mujeres hablar sobre los primos Uchiha.
Compartir era algo que se les daba muy bien.

De solo pensar en tenerlos para mí, hacía que mí piernas se aflojen.

Como cada noche, mire entre la multitud, para ver si estaban, a veces venían por separado.
Era una fiesta hormonal cuando estaban todos juntos.
¡No sabías a cual mirar primero!

Está noche solo estaba Itachi. Era un provocador y un coqueto.
Podía sentir sus ojos en mí trasero, quemando a través de la tela de mis pantalones.

Pase detrás suyo y le di un azote en ese perfecto y redondo trasero.

-Consigue una habitación Uchiha.- Me reí de su sobresaltó. La rubia que estaba colgada de su cuerpo me miró sería.

-¡Podrías unirte a nosotros!- Me grita. Si no tuviera que trabajar y estudiar cuando llegue a casa está noche, me encantaría.

Niego con una sonrisa coqueta.
-Imposible Uchiha, soy una mujer terriblemente ocupada. Y tú tienes las manos muy llenas.- Le hago un guiño y sigo sirviendo a los clientes. Hoy el bar está lleno.

Poco después veo a Itachi irse con la bonita rubia.
Me miro en el reflejo del espejo que está tras la barra. Tengo curiosidad sobre si me estoy poniendo verde de la envidia, por suerte mí piel sigue siendo rosada. Aunque el sabor de los celos es un ácido en mí boca.

Llego a casa, todo está en silencio. Mamá tiene guardia toda la semana.

Subo a mí dormitorio, me desnudo antes de meterme a la ducha. Es como si el olor a alcohol, perfumes y humo se pegará a mí cuerpo.

Una vez que estoy lista, me siento frente a la computadora con los textos que estuvimos viendo, tengo algunos casos para analizar y la profesora espera que entregué todo está semana. Trabajo hasta que mis ojos se empiezan a cerrar.
Antes de quedarme dormida en la silla y babear sobre todos mis apuntes. Me levanto, me estiró un poco y me meto a la cama.

Tengo un maravilloso sueño, estoy con Yahiko y Konan. El sexo con ellos es muy bueno.
Las manos suaves de Konan me acarician mientras nos besamos, estoy montando el rostro de él mientras ella monta su pene.
Ese pene lleno de perforaciones que nos vuelve locas.
Entonces caigo se la cama, una mano me levanta y ya no estoy con mis amantes regulares sino con uno de los primos, ¿Shisui?, el nerd de las computadoras, me sonríe y tira de mí mano hacia una cama enorme, parpadeó y estoy acostada de espalda con ellos a mí alrededor.
¡Madre del amor hermoso! Están desnudos, no puedo verlos con claridad, mí maldito sueño debe ser para menores de dieciocho, porque una bruma rodea sus penes se acarician y luego empiezan a tocarme.

"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞Where stories live. Discover now