Capítulo 13 🌼

313 33 2
                                    

Cassie:

Damon perdió el rastro de Elena y Rebekah en Nueva York, debí ir allá, tal vez podría haber evitado eso. Ahora Silas solo necesita la maldita cura así que Damon y Stefan fueron a buscar a las chicas. 

Suelto un suspiro mientras me observo en el espejo, estoy en la habitación de mi mejor amigo esperando a que me den noticias de su búsqueda.

—Cassie —escucho la voz de Stefan—. ¿Estás en casa?

Frunzo el ceño, ese no puede ser Stefan porque nunca me llama Cassie y no está en el pueblo. Silas es una amenaza así que puede ser alguno de su trucos. Cierro mis ojos mentalizándome que estoy en otro lado para transportarme.

—¿Quién está ahí? —cuestiona Klaus con molestia, llegue a su mansión—. ¡Lárgate!

—¿Klaus? —frunzo el ceño al encontrarlo en la sala herido y algo asustado—. Oh Dios... ¿qué te pasó?

—Necesito más tiempo. ¡Deja de acosarme!

—Vivo aquí, no te acoso, idiota. Y no me grites como a tus bichos raros —niego molesta—. Ahora dime que te pasó. Te ves como la mierda.

—¿Kessy? —cuestiona esperanzado—. ¿En verdad eres tú?

—Claro que soy yo —exclamo confundida mientras se levanta del suelo—. No recuerdo tener doppelgängers.

—Prueba que eres tú.

—¿Qué? —suelto una risa nerviosa—. No sé si estás aburrido y quieres molestar a alguien, pero te aviso que yo no estoy disponible —doy la vuelta—. Estaré en la habitación de Kol ahogándome en mi miseria.

—Espera, por favor —pide con voz temblorosa—. Silas me apuñaló con una estaca de roble blanco. Hay un pedazo dentro de mí.

—¿Cuando pasó esto? —pregunto preocupada—. ¿Por qué no me llamaste? ¿Por qué Silas te atacó a ti?

—No me marees con tus preguntas. No estaba en posición de preguntarle —me mira—. Es suficiente decir que estoy herido.

—¿Qué quieres que haga? —pregunto acercándome—. No te dejaré morir.

—Es muy simple, cuñadita —señala unas pinzas—. Necesito que me saques la estaca.

Suelto un suspiro antes de acercarme a la mesa para tomar las pinzas, esto no me agrada para nada pero no quiero tener a un híbrido rabioso cerca. Uso las pinzas para rebuscar en la herida con cuidado de no matarlo en el proceso.

—En serio tienes corazón —me burlo—. Oh no, solo era una costilla con sangre.

—Me alegra que encuentras mi misera tan divertida.

—No hay mucho en que entretenerse por aquí —suelto un bufido—. Klaus, aquí no hay ningún trozo de madera. Y no creas que esto me divierte tanto.

—Has matados a vampiros, brujas y licántropos por defender a tu querido Stefan Salvatore —me reclama—. Y ni siquiera puedes ensuciarte un poco las manos por mí. Y yo que pensaba que era tu cuñado favorito.

—¿Ah sí? Pues piensas mal —sigo usando las pinzas para encontrar la madera y comienza a golpear la mesa por el dolor—. Perdón. Perdón. Lo lamento —quito las pinzas con rapidez—. ¿Sabes qué? Haremos las cosas a mi manera.

—¿De qué rayos me estás hablando?

—Nunca pides nada, solo escupes ordenes como si todos fuéramos a obedecer de inmediato —me siento en el sofá—. Siempre has hecho eso. ¿Se te olvida el tiempo que tuviste a Kol en un ataúd?

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 08, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

ᴍʏ ᴛᴇᴀʀꜱ ʀɪᴄᴏᴄʜᴇᴛ | ᴋᴏʟ ᴍɪᴋᴀᴇʟꜱᴏɴWhere stories live. Discover now