Como regresar -Sterek-

Gritos de dolor

Antes de que empiece el cap quiero agradecerle a todas esas personitas que votan por la historia y la agregan a sus listas de lectura <3

Y gracias a las personitas que comentan :3

Esto va a doler xd

(...)

Derek en su adolescencia siempre fue considerado aburrido. Siempre fue considerado diferente. Fuera de sus habilidades como hombre lobo y todo relacionado a ello. Siempre se le dificultó hacer amigos. Pues su temperamento y personalidad de cachorro (como le decía Peter y Laura) no ayudaba mucho.

A los dieciséis se enamoro perdidamente por primera vez. Su nombre era Paige, no tenía algo especial que la hiciera resaltar. Sin embargo, desde la primera vez que la vio supo que era especial. 

Ambos jóvenes comenzaron a hablar. Ambos se enamoraron el uno del otro. Pero la vida puede ser una mierda cuando se trata de amor. Ennis, el alfa de una manada vecina la mordió, pero ella no pudo resistir la mordida. Se vio obligado a terminar con su sufrimiento. La vio morir  en sus brazos. Eso lo marcó.

Su personalidad colorida y alegre se apagó. Él se apagó. Incluso su familia comenzó a notarlo. 

Su madre ya enterada, intentaba de todo para hacer que convivieran todos juntos. Pero Derek siempre se alejaba y se mantenía en una oscuridad donde nadie podría entrar y sacarlo.

Derek sentía culpa. Miedo. Tristeza. Y él simplemente no sabía que hacer con eso.

Luego conoció a alguien más, una casualidad. Kate, la conoció saliendo de un partido en donde habían ganado, pero él no se sentía ganador. Derek llegó a un parque, ella estaba sentada en la banca de enfrente. Kate comenzó a entablar una conversación, él sintió que alguien en mucho tiempo lo entendía.

Pero de nuevo la vida le lanzó una mala jugada.

Kate Argent, cazadora. Lo secuestro por una semana entera. Ella traicionó su confianza. Ella incendió su hogar, y las personas dentro de ella. Mientras que a él lo tiro a un cuarto oscuro como si fuera basura. El resto de cazadores actuaron en cuanto ella se marchó. 

Intentó defenderse, de verdad lo hizo. El acónito inyectado en sus venas a penas lo hacía permanecer despierto. Comenzaron quitándole la ropa. Luego comenzaron con toqueteos, que se convirtieron el golpes y cortadas. El veneno en sus venas le impedía sanar. Eso no hizo que sintiera menos.

Una intromisión le hizo abrir los ojos de golpe. Su mirada se nublaba por las lágrimas. Solo era consiente de las risas a su alrededor. Sus gritos hacían que su garganta ardiera. Pero no encontraba otra forma de sacar el dolor.

Luego de minutos que le parecieron eternos, se fueron. Ellos nunca volvieron.

Al siguiente día despertó adolorido sobre el suelo en donde sangre escurría. Al intentar levantarse, un dolor le hizo detenerse. Recuerdos de la noche anterior invadieron su mente, no pudo hacer más que llorar en el suelo por unas horas.

En cuando su sanación comenzó a funcionar de nuevo, se levantó. Trato de contener el llanto al ver sangre y fluidos resbalar por sus muslos. Y caminó hacia la puerta con aún un poco de dificultad. Caminó hasta que le dolieron los pies.

(...)

Ahora estaba de nuevo en un cuarto frío y oscuro. Pero esta vez no le importaba. Mientras su bebé estuviera bien.

Era lo único que le importaba.

(...)

El cachorro ladró del susto que le causó Stiles, el chico había cerrado el hocico del cachorro.