O14: DESTINO

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Cuando JiMin despertó, se sintió un poco mareado al levantarse tan pronto. Miro confundido el lugar al sentir el aroma indistinguible de hospital, aquello solo confirmó, de nuevo, que lo que había vivido no había sido una horrible pesadilla, golpeándole con fuerza los recuerdos de lo sucedido. El miedo, la angustia y la preocupación lo recorrieron, sintiéndose asfixiado.

—YoonGi... —su voz tembló mientras su lobo rogaba por su alfa.

—Ya despertaste —la voz de Tae lo hizo voltear hacia la derecha, donde se encontró al omega mirándolo con preocupación—. ¿Cómo estás? —indago con calma acercándose al mayor.

—Yo... —estiró su mano con intención de tallar su rostro, pero se detuvo de forma abrupta al ver la sangre seca en ella—. Esto...no... —las lágrimas quemaban sus mejillas de nuevo, se sentía tan roto, su pecho dolía y ese extraño sentimiento de deja vú persistía en él, empeorando su lamentable estado.

—Esta bien, esta bien —TaeHyung lo abrazo por los hombros intentando calmar a JiMin, pero ese asfixiante aroma a tristeza no parecía querer desaparecer.

JiMin lloró por lo menos unos veinte minutos, hasta que finalmente logró calmarse un poco. Estaba tan sensible no solo por todo lo sucedido, si no también por el extraño e intenso estado de tristeza en el que su lobo se encontraba, logrando que sus sentimientos fueran el doble de intensos.

—YoonGi, el... —suspiro de forma temblorosa.

—Lleva ya casi dos horas en cirugía, según las noticias de la enfermera, pronto saldrá de quirófano —comenzó a explicar el castaño mientras dejaba suaves caricias en el brazo de JiMin—. Se están tardando porque se están encargando de eliminar todo el cianuro que su cuerpo alcanzó a consumir por la bala.

—El disparo fue lo de menos por lo que veo —Park soltó una última lágrima solitaria.

—Vamos, tienes que lavarte —Tae ayudó al mayor a pararse y lo dirigió al baño.

Cuando el rubio se encontró con sus manos limpias, se dirigió junto a Tae hacia la sala de espera donde se encontraban los demás. Al verlo llegar le preguntaron cómo se encontraba y al costarle contestar solo asintió intentando dar a entender que estaba bien.

Los siguientes treinta minutos fueron como una eternidad para JiMin, no quería imaginar lo horrible que fue para el resto esperar ya dos horas, sin embargo, después de toda la espera, el doctor salió.

—Doctor Lee —habló NamJoon al ver llegar al beta—. ¿Cómo está?

—Estable —respondió con calma, logrando que todos soltaron un suspiro de alivio—. Se quedará esta noche en cuidados intensivos y mañana será trasladado a una habitación, por mientras se encontrará sedado para una mejor recuperación interna, visitas nada más podrán ser de dos personas máximo, ¿quién iría primero?

JiMin retrocedió, lo mejor es que fuera el último, puesto que al final de cuentas, él era el nuevo entre todos ellos.

—JiMin —respondió Kim.

Todos voltearon a verlo mientras que el mencionado titubeo ante lo dicho por el alfa, ¿por qué el?, los demás eran los que merecían ir primero.

—Yo...no, deberían ir ustedes primero, no sería justo...

—Minnie —Suni se acercó a él—. En este momento, él te necesita a ti, saber que estás con él —la mujer le sonrió con dulzura.

—¿A mí? —el omega junto sus manos y agachó la cabeza.

—Si —hablo ahora JungKook—. Ve con él.

El chico asintió y siguió al doctor hasta el área de UCI. El camino no fue tan largo, pero para él fue eterno y a pesar de intentar prepararse lo mejor posible mentalmente, realmente jamás estaría listo para ver al alfa en aquella habitación. Luego de que le dieron el pase, sus manos temblaron y sus ojos picaron por las lágrimas. Tomando la silla que había cerca, se sentó en ella y tomó la mano del alfa.

we are more than a coincidence © yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora