𝗖𝗢𝗡𝗧𝗜𝗖𝗜𝗡𝗜𝗢

𐇵⃔◌̷︓ Capitulo O4

Las paredes blancas lo agobiaban, odiaba el olor del hospital, olor a enfermedad, y aún así estando allí se sentía seguro. Hablaba con su doctor, buscando una cosa en específico.

── No podemos realizar un aborto, Yoongu. ── Ante las palabras del doctor Yoongu se derrumbaba.

── No lo entiende... Es la única solución que tengo. Por favor, esto ocurrió justo el mismo día cuando empezó todo. No es mi culpa. ──

── Por supuesto, lo entiendo, pero jamás hemos realizado un aborto en hombres, porque es impensable... Todo lo que tenemos hasta ahora son cosas experimentales y peligrosas, para tu vida. ── Yoongu se quedó en silencio un rato.

── Prueben lo experimental en mi, da igual, firmare lo que quieran. ── El doctor negó con la cabeza.

── No, Yoongu, legalmente no puedo realizar un aborto con un mes y medio de embarazo. Aunque quisiera, no hay ninguna opción. ──

── ¿Ninguna opción? No me está escuchando, ¡Esto es lo único que puedo hacer! ──

── Lo único que puedo ofrecerle es, que cuando nazca, lo demos en adopción. ── Las palabras del doctor resonaban en su cabeza, hervía en rabia.

¿Por qué le sucedía todo eso? La primera, y única vez que tuvo relaciones sexuales, sucedía algo así. Se levantó con rapidez, buscando irse, cuando perdió el conocimiento; se había desmayado.

Pasaba por mucho estrés, al despertar seguía en el hospital, en una camilla. Le dieron un par de consejos, por su seguridad y la seguridad el niño, pero cualquier cosa que le decían era imposible de acatar. No podía dejar de trabajar, ni dejar el gimnasio, se supone que debía alejarse de las feromonas de alfas, pero vivía en un departamento lleno de ellos, y trabajaba siempre con ellos.

No tenía alternativa.

Ese día se desvió de casa, nuevamente era de noche, en su conticinio, busco una licorería, empezando a tomar dentro del establecimiento intentando no preocuparse por nada; sabía que era malo para el bebé, y de hecho, lo hacía también con esa intención.

Tomó mucho, tanto que no sentía su boca, no podía sostener las botellas, estaba sentado contra los refrigeradores de cerveza, y el trabajador de dicho almacén le hablaba, pero no lograba escucharlo, posiblemente le estaba pidiendo dinero por todo lo que había bebido.

── Tengo dinero en mi chaqueta... ── Le informó al joven vendedor, el cual empezó a buscar el dinero en la ropa de Papita.

De pronto empezó a dejar de sentir sus manos, y pasaron minutos en donde no escuchaba nada, se quedó dormido.

Despertó cuando el auto se detuvo... ¿Un auto? ¿Dónde estaba? Volteo viendo al conductor, ya no estaba, pero pronto sintió como alguien abría su puerta; era Heesung.

── No digas nada, no quiero escucharte. Te encontré bebiendo en un almacén y tuve que pagar por todo, así que solo entra a la casa en silencio. ── Heesung se escuchaba enojado, Papita asintió lentamente, bajando del auto mientras se tambaleaba. Heesung lo ayudó a caminar.

Estaban en la mansión de Heesung, este lo dejó en su gran sillón, lo sentó con cuidado, pero tan pronto lo sentó Papita se fue de lado mientras intentaba recordar la palabra que quería decir.

── ¿Él de nuevo? ── Esa voz era de ese lindo omega, acercándose para tocar la frente del moribundo Papita. ── No podemos dejarlo en el sofá, se caerá.

Escuchaba como aquel omega y Heesung discutía por donde debería dormir, según Heesung, Papita merecía dormir en el sofá como un borracho, el omega estaba preocupado por su seguridad.

── Yo quiero una cama. ── Explicó Papita entre sollozos, no sabía porque había empezado a llorar, tenía muchas razones para llorar.

No escucho nada más, sintió como Heesung lo cargaba y luego era dejado en una cómoda superficie y fue finalmente arropado. Tan pronto sucedió esto volvió a dormirse.

Despertó por el increíble olor a desayuno, al abrir los ojos esperaba ver a Heesung, por el contrario vio a aquel omega sosteniendo una bandeja de desayuno.

── Buenos días dormilón~ ── Saludaba con una energía que abrumaba a Yoongu. ── Mi nombre es Byung Rae, soy el omega de Heesung. ── Mientras decía esto le dejaba la bandeja en sus piernas. Genial, otro omega perfecto que le hacía sentir como un pobre desgraciado, primero Dan y ahora Rae.

Detrás de él apareció Heesung con un vaso de agua y una pastilla. ── Tomala, para la resaca. ── Yoongu la rechazó.

── No puedo, por el gimnasio. ── Heesung rodo los ojos, no veía lógico que Yoongu se preocupara de eso, cuando no tenía ninguna pelea, y posiblemente en lo que quedaba del año tampoco haría ninguna.

── ¿Por qué estabas bebiendo tanto? ¿Fue por lo que dijiste de Jaekyung? ──

── No... El se disculpó, y me compro ropa. ── Heesung soltó un soplido de asombro, no era común eso en Jaekyung.

Rae se retiró en silencio de la habitación, dejando a Heesung y Papita solos.

── ¿Por qué bebiste tanto? ── Pregunto una vez más, Papita se escondió bajo las sábanas.

── Por qué tengo muchos problemas. ── Explicó, haciendo que Heesung rodará los ojos.

── ¿Qué problemas? No me estas diciendo nada, Papita. ──

── Porque soy omega. ── Su voz apenas se escuchaba gracias a que estaba debajo de las sabanas, aunque Heesung se asombro de inmediato, pensó que sería beta.

── Oh... Con razón. ── Observaba aquel bulto en la cama, en donde se escondía Papita. ── ¿Vas a dejar el gimnasio? No creo que sea buena idea seguir allí, hay muchos alfas. ──

── Pero en serio me esforce por estar ahí, no tengo nada más aparte del Team black. ── Un sollozo se escapó de los labios de Papita, logrando conmover a Heesung.

── Estoy seguro que ellos lo entenderán si les dices, ¿Por eso bebiste tanto? ──

Papita quedó en silencio, no quería decir lo otro, así que asintió esperando que Heesung se fuera. Así fue, durmió un poco más antes de irse a su trabajo en la mañana.

Todavía intentaba lidiar con un problema a la vez.

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¡Hola! Habla el autor. ✨
Casi nunca dejó mensajes en los capítulos, pero esto era más que nada para que pudieran dejar su opinión sobre la historia hasta el momento en este apartado, y si tienes alguna idea o propuesta pueden decirla. Hay varios capítulos en borradores, espero que la historia les guste. 😉