Perfecta para mí [Jensoo]

¹⁸

Poco a poco sus ojos se fueron abriendo, se sentía pesada y no podía moverse.

—¡Jennie, por fin despiertas! —escuchó a su novia hablarle aliviada.

—¿Jichu?, ¿Qué pasó?, ¿Dónde estamos? —por fin miró a su entorno dándose cuenta que ambas habían sido capturadas, dentro de una piscina vacía.

Jennie estaba atada con cadenas a un sofá mientras que Jisoo fue amarrada con cuerdas gruesas en una silla de madera.

—No recuerdo —murmuró apenada a su menor—. Solo sé que intenté salvarte y caímos por un túnel.

—¿Cómo es que terminamos así?

Jisoo miró a su alrededor y buscó algo con que salir, pero nuevamente la estática de una radio la hizo gruñir.

—'Hiciste buen trabajo en evadir la mayoría de mis trampas, Sandara'. —la voz de aquel anciano hizo presencia en la sala—'Pero esta vez no será así de sencillo .Esta vez tendrás que decidir si te salvas tú, o si salvas a tu "amorcito". Mucha suerte'.

Dicho eso solo quedó la estática y pronto salió agua de unas tubería, que comenzaron a llenar la piscina. Ambas amantes se miraron con nerviosismo.

—No te preocupes Jennie. No dejaré que te pase algo —dijo viendo que podía hacer para salvarse ambas. O en todo caso, salvar a Jennie.

—No Jisoo. Sálvate tú, el equipo no puede perderte —dijo al ver que era más difícil salvarse al estar encadenada por completo.

Jisoo analizó la habitación, viendo que a la orilla había un trozo de cristal. Empezó a dar pequeños brincos con la silla para llegar a ellos aprovechando que la piscina no se llenaba tan rápido.

Cuando llegó esperó a que la piscina estubiera lo suficiente llena para flotar un poco y tomar el cristal. Se apresuró a cortar como pudo la soga para liberarse, pero se le resbaló su única arma afilada.

Sintió pánico porque cada vez más Jennie estaba a nada de ahogarse con el agua.

—Te amo Jisoo —de pronto habló Jennie, pensando en que sería su último día—. Quiero que sepas que si este es la última vez que estaremos juntas, me habría encantado casarme contigo y tener muchos perrijos y tal vez un bebé nuestro. Estoy tan feliz de haber sido tu primer todo, nunca me olvides.

Jisoo gruñó sin prestarle atención. Estaba más ocupada intentando salvar a ambas, pero estaba distrayéndose con todas esas cosas la angustiaron más. Se rehusaban a aceptar la idea de poder perder a la mujer de sus sueños.

—Silencio Jennie, estoy pensando.

Sin embargo, Jennie no podía leer su mente ni sentir lo que ella, por eso frunció el ceño. Ella esperaba algo más bonito, aunque bueno, no había mucho que esperar de una situación complicada como en la que estaban.

Bufó incapaz de hacer mucho, así que rodó los ojos mientras Jisoo observaba a detalle la habitación.

«Al menos podré morir sabiendo que fui su primer algo», pensó con amargura. «A veces creo que salgo con un demonio frío y sin sentimientos… ¡Un momento!»

Jennie recordó algo que podía usar a su favor para salir de aquella situación. Era bastante arriesgado por las probabilidades de estar equivocada.

Aun así decidió arriesgarse a intentarlo, y comenzó a provocarla.

—Vamos Jisoo, piensa más rápido.

Jisoo frunció el ceño, pero trató de mantener la postura.

—Eso hago Jennie. Tú también podrías ayudarme, sabes.