Alfa Dominante ©Kookmin©

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Se sentía cansado, viendo la hora en su movil supo que estaba demasiado tarde para estar aún despierto trabajando.

Tallando sus ojos apagó su tableta no sin antes guardar lo que habia avanzado y levantandose fue a darse una ducha, una corta, no quería resfriarse.

Al volver a su habitación notó como su celular vibraba y viendo de quien se trataba frunció el ceño confundido por su llamada a tal hora, acaso habia pasado algo?.

-Taehyung?- murmuro jimin a traves de la linea

-Soy Jordan, el bartender de luz verde- era el nombre de un bar- estas en el marcador rapido del dueño del movil, esta muy ebrio para volver a su casa por su cuenta, puedes venir por él?

-Voy para allá- musito el rubio y colgando fue por su abrigo y pertenencias

Tomando un taxi hacia el lugar llegó cuanto antes al no haber trafico.

Viendolo tumbado en la barra suspiro y acercandose tomó sus pertenencias para tocar su hombro.

-Hyung, levantate, vamos a casa- le indicó al moreno

Kim alzó su mirada y al verlo sus ojos se llenaron de lagrimas, park notó el golpe y mordiendo su labio inferior se sintió culpable.

-Jimin- dijo abalanzandose a él

Park lo sostuvo con dificultad ya que era más alto y pesado.

-Lo lamento tanto, no quiero asustarte- balbuceo refiriendose al encuentro que habían tenido anteriormente

-No te preocupes...- susurro el menor mirandolo a los ojos- por qué bebiste tanto...

El alfa se quedó en silencio y yendo con el omega hacia afuera sintió el frío contra su piel tibia.

Park detuvo un taxi y ayudandolo a entrar le pidió a kim que diese su dirección y con dificultad la dio para minutos despues recostarse en el menor.

Al llegar al apartamento del alfa fue una tortura subirlo a su piso pero estando allí lograron entrar sin problema.

El hogar de un alfa siempre olería a sus feromonas aún que no quisiesen.

Tragando saliva lo llevó a su habitación echando uno que otro vistazo a su decoración sin duda iba con su personalidad.

-Hueles bien...- susurro el alfa olfateando su cabello con una sonrisa

Park sintió como su cuerpo se tensó y sentandolo a la cama de golpe lo escuchó reír.

-Te quitaré los zapatos y me iré- balbuceo el menor

-Es muy tarde... es peligroso- susurro kim

Más peligroso era quedarse allí sin haber tomado su hierba supresora.

Mientras le quitaba sus zapatos sintió la mano de kim viajar por sus cabellos hasta su mentón y obligandole a mirarle vio el brillo en sus ojos.

-Yo... te quiero...- balbuceo el más alto

Tensando su mandibula park se levantó y como si el suelo fuese lava corrió hasta afuera de aquel edificio sintió como todo a su alrededor le daba vueltas.

-Soy un idiota- se quejó caminando a la mañana siguiente hacia su universidad

El frío calaba sus huesos aunque fuese bien abrigado.

Tras entrar a las instalaciones ni notó las miradas encima suyo tan solo quería llegar a su salón.

Pero al sentir como le detenian justo antes de llegar a su salón volteó a mirar para ver de quien se tratase.