Cap 53

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Nota: escuchen la canción para más ambiente🫣

Cinco días después...
Sicilia, Italia.

—Ten esto—Patrick me ofrece una soda y le ofrezco una pequeña sonrisa—. ¿Lista para la misión?

—Lo estoy, solo... pensaba—me encojo de hombros—. Alex aprobó mi traslado, me iré cuando volvamos a Londres.

—Si eso es lo que quieres, me alegra—pasa su brazo por mis hombros—. Te ves triste desde que Liam se fue.

—Aunque quiero a Liam, no tiene nada que ver con él—río—. Es solo... no lo sé, he sido una mezcla de sentimientos esta semana. Christopher... ha estado llamando.

Ha estado insistente en querer verme, pero he hecho todo lo que está en mis manos para evitarlo. «Porque él me vuelve débil, y aún no sé como manejarlo»

—Oh, ¿abrió los ojos?—bufa—. Soy su amigo, pero también soy tu cuñado y en este momento estoy de tu lado—toma una de mis manos—. Vete, haz tu vida en otro lado. Si tanto te quiere, va a luchar para ganarte.

—¿Y si no quiero que me gane?—pregunto en un murmullo, aunque sé que es mentira—. ¿Y si no quiero verlo nunca más?

—Entonces no lo hagas—se encoge de hombros—. No te compliques la vida, Addie. Si lo quieres a él, que pelee por ti; y si no lo quieres, ignóralo hasta que se canse, si algún día lo hace.

—No entiendo—mi voz se rompe—. No entiendo como puedo amar a alguien que..., que es como él.

—Te sorprenderías—ríe—. Quizás tú ves algo en él que nosotros no vemos. Quizás, aunque sea por poco tiempo, te mostró su lado vulnerable y fue de la mezcla de ambos de quien te enamoraste. Uno no manda sobre el corazón.

—Créeme, lo sé—respiro profundo—. Deberíamos volver, en un par de minutos comenzarán a llamarnos para bajar.

***

—¿Listos?—pregunto en dirección a la élite, a quien dirijo sin importar los cargos, y ellos se encargan de transmitir las órdenes a sus subordinados

—Si, capitana—asienten y respiro profundo viendo a través de las rejas de la mansión, notando a los Halcones Negros hacer sus rondas

—Bratt, vas primero con tu tropa—ordeno, y él asiente guiando a sus soldados a la entrada para comenzar a colocar los explosivos—. Patrick, ustedes van a cubrirnos con la tropa de Parker. Que Thompson cubra la parte de afuera.

Asienten.

»Simón, tú y tus hombres son refuerzos, manténganse alertas—lo miro y asiente—. Que ninguno de ustedes muera, por favor.

Ríen.

Sé que Christopher está detrás de mi, puedo sentir sus ojos en mi rostro mientras me coloco el pasamontañas y luego el casco junto a los lentes que evitan que nos reconozcan.

—Hay movimientos dentro—informa Patrick, quien después de mucho trabajo logró Hackear las cámaras de la mansión—. Ese es... ¿Hasan?

Me tenso. «Diablos, no»

—¿Todos en sus lugares?—pregunta Christopher por la radio, y sé que se está comunicando con las tropas que van a encargarse de capturar a las otras cabecillas en sus respectivos países

Es una misión grande. La más grande que ha visto la FEMF y más de dos mil hombres han estado recibiendo mis órdenes. «Es mi oportunidad para ascender, para dejar una huella más profunda de la que ya llevo»

Flames of passionWhere stories live. Discover now