Capítulo 31

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Era viernes por la noche y Jude y yo estábamos a punto de coger el vuelo que nos llevaría directos a Birmingham. El otro día cuando llegué a casa y se lo conté a Sofía y a Alejandro se pusieron a chillar como locos, con solo deciros que vinieron nuestros vecinos de abajo a pedirnos que o bajábamos el volumen o llamarían a la policía... ups. Y con lo de contarles me refiero a TODO, lo de irme con él a Birmingham a conocer a su familia y lo de que él y yo habíamos dado un paso más en nuestra relación. Evidentemente hubo miles y miles de preguntas y que yo, como no tenía otra opción, me vi en la obligación de responder. Pese a ser atacada con preguntas yo también contraataqué. Sofía al final se había ido con Aurélien a su casa pero me recalcó que no hicieron nada, que durmieron abrazados y que había sido la noche en la que mejor había dormido de toda su vida. Ains, de verdad que los shippeo un montón. En el caso de Alejandro, él vino directo a casa tras la fiesta, acompañado por Vini que lo había traído en su coche. Esa noche también hablamos por videollamada con Hugo y Carla y bueno, entre Carla y Rodrygo creo que ya todos suponíamos lo que iba a pasar y efectivamente acabó pasando, en cambio Hugo sólo se había liado con una chica en la discoteca pero nada más, así que tras acabar la fiesta también fue directo a casa y en su caso acompañado por Camavinga.

Jude me saca de mis pensamientos diciéndome que ya era ahora de ir a embarcar así que me levanto, cojo mi maleta y nos dirigimos hacia el avión.

En poco más de una hora llegamos a tierras inglesas. Era noche cerrada y hacía un frío de los mil demonios pero Inglaterra tenía un aire especial, o igual era yo que vivo enamorada de todo lo inglés. Mientras bajábamos del avión Jude me dijo que en el aeropuerto estaría esperándonos su madre, que nos vendría a recoger para irnos después a su casa. Mis nervios vuelven a florecer y Jude parece notarlo porque me agarra fuertemente de la mano y deja un beso en esta mientras me susurra que todo va a ir genial.

 Atravesamos la terminal sin soltarnos ni un momento hasta que vemos de lejos a una mujer que nos saluda con la mano efusivamente. Jude tira de mí ligeramente hasta que nos acercamos a ella.

- ¡Bienvenidos chicos! Qué ganas tenía de que llegarais Por cierto, soy Denise encantada de conocerte por fin María, Jude no paraba de hablar de ti.

- Lo mismo digo Denise. - le sonrío y ella me devuelve la sonrisa mientras me estrecha en un abrazo que yo le correspondo.

- Ya mamá, recuerda que es MI novia. - Le dice Jude a lo que su madre rueda los ojos. Nos separamos y a continuación estrecha a su hijo en brazos mientras le da algún que otro beso. Mi corazón se estaba derritiendo al verlos a ellos dos así, se podía ver lo muchísimo que se querían y como pese a tener ya 20 años Jude todavía seguía siendo el niño de mamá.

Cuando se separan empezamos a andar mientras nos dirigimos hacia su coche.

- ¿Es tu primera vez aquí María? - Me pregunta Denise poco antes de subirnos al coche.

- En Inglaterra ya había estado, en Londres básicamente, pero en Birmingham nunca, solo sé que de aquí salieron los Peaky Blinders. - Madre e hijo se ríen ante mi comentario. Con los nervios suelo bromear, algo raro.

- Bueno mira, ya sabes más que mucha gente, pero créeme que hay cosas mejores. 

- Doy fe, su hijo por ejemplo. - Jude abre los ojos y se empieza a poner rojo mientras su madre mira hacia mí y entrelaza su brazo con el mío. Os juro que estaba nerviosa, no sé ni como dije eso.

- Primero de todo María, tutéame por favor que me haces sentir mayor, y segundo, tienes toda la razón del mundo.

Tras montarnos en el coche y tras unos diez minutos de viaje llegamos a la casa de los Bellingham, ubicada un poco a las afueras de la ciudad. Jude me ayuda a sacar la maleta del coche y junto con Denise nos dirigimos hacia su casa. 

De Madrid al cielo (1ª Temporada) ‖ Jude BellinghamOù les histoires vivent. Découvrez maintenant