Ramón y cosas raras.

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Como primera impresión fue extraño, estaba oscuro y con muchas trampa con puntas muy afiladas, creo que ahora me siento mucho más en peligro que hace unos momentos. Sin decir ninguna palabra y sin mirarse, el lugar donde estaban empezó a descender lentamente, dejando a la vista un túnel con muchas provisiones. Una vez que se detuvo, era algo diferente el lugar. Esta grande y bastante espacioso, bien ordenado cada cosa y en cierta parte, dividido a diferentes actividades.
___ seguía inmóvil, solo viendo su alrededor, mientras que Ramón se apresuro a buscar algo y regresar con las manos ocupadas.

- Toma. -entregándole unas toallas- Secate antes de que mojes mi piso. -

Una forma peculiar de empezar, parecía que siempre iba a comenzar así.

- Agradezco tu brusca amabilidad. -colocándose la toalla al rededor de la espalda- Pero no vine a darte terapia, solo a darle un recado. -

- Vaya, así que eres la nueva asistente y amiga de Poppy. Que te parece si te largas de una vez y dejas de molestarme. -cruzado de brazos.

- Me gustaría tomarte en serio -acercandose a él-colocando sus brazos en la cadera- pero hacerlo seria ofender tu inteligencia. -sonriendo.

La expresión de Ramón fue una mezcla de enfado y confusión, aunque después mostró una pequeña sonrisa burlona.

- Bueno, entonces ¿Por qué estas aqui? -sin dejar de observa a sus ojo, arqueando una ceja.

- Porque puedo y porque quiero, además, es algo mareante y empalagoso llegar a un sitio totalmente diferente a lo que recuerdo. -

Hubo unos momentos de silencio, por alguna razón ___ sentía un vacío en su corazón, era una sensación como si extrañara su propio hogar.

- Es difícil adaptarse pero ellos no son malos, solo son un poco torpes y descuidados y al mismo tiempo, se preocupa por los demás y se empeña mucho para que todos se sientan felices. -

- ¿Seguro que hablas de todos? O mas bien... -acercándose- de ella, la pecosa. -

Alejándose, estaba indignado, tratando de evitara que observara su rostro grisáceo. Por la poco información y comportamiento, deduje que ella era la única que insistía para que él se integrara a los demás, esto esta rozando un poco la línea para el síndrome de Estocolmo. Insistirle a alguien no esta mal pero él no la ha tratado muy bien que digamos.

- Bueno, viendo la situación, me voy. -dando media vuelta para subirse a la plataforma del elevador casero.

- Espera. -arrepintiéndose de haberla agarrado la muñeca- No es que me interese pero... ¿No venias a algo más? -ocultando ese sentimiento que tiene muy al fondo de su corazón.

- Ya que lo mencionas, sí. -volteando para miralo- Poppy quiere que vayas a su pijamada, sin embargo, no estoy de humor para que me respondas con un no. -

- Si ya sabias la respuesta, ¿Por qué viniste? -curioso.

Hubo un momento de silenció. ___ quería expresar libremente que sintió un poco de lastima al ver que todos los demás se burlaban de él, queria saber si esa soledad realmente no le dolía, porque había algo dentro de ella que pareciera conocer esa situación, apartado de los demás sin poder dejar esa carga mental por un pasado no tan agradable, ese pasado triste que a veces hace que nos pongamos grises. No se, posiblemente el corazón de pollo de ___ podría malinterpretar lo que ese troll tenía.

- Se sincero, ¿Quiénes que me quede aquí, contigo? -

Observe esos ojos azules mientras esperaba una respuesta y después de unos segundos lo había entendido. Dicen que los ojos son la ventana que da directamente a nuestra alma, es una frase cursi ¿verdad? Pero esos ojos parecían como si me trataran de decir algo, no sé si sean los efectos secundarios de perder casi la memoria, pero creo que él no quiere estar solo.

Los Trolls y su amiga ___ (Tn)Where stories live. Discover now