Capítulo 2 - Lágrimas Amargas

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- Le puse flores azules, por que a mi mamá le gustan y este sombrero - Decía el pequeño que iba en el asiento trasero contándole como había hecho su trabajo manual.

*Pense que me iba a tener miedo después de ese largo minuto de silencio. *  Pensaba la pelirroja recordando como en el salón se le quedó mirando un largo tiempo con esos enormes ojos azules, penso que en cualquier momento iba a llorar. Hasta que grito de repente su nombre, acordándose que la conoció en la cena de navidad de la empresa en la que trabaja sus padres. Debe admitir que eso sí la tomó por sorpresa y después se fue con ella como si nada.
*Este niño es poco raro* Pensó en sus adentros.

-¡Señorita Sharp! - Exclamó el pequeño para llamar su atención.

-¿Q-Que? ¿Que pasa? ¿Te duele algo? - Se detuvo para ver que le pasaba.

- Ya pasamos mi casa - Dijo con una sonrisa.

-Ya veo... Esta bien - Comentó antes de retroceder con el auto, para así al fin estacionar en la entrada de la casa. Bajo primero para ayudar al pequeño con sus cosas y llevarlo dentro.
-¿Tienes hambre? -

-¡Si! - Contestó mientras podía su abrigo en el armario y se cambiaba de zapatos. Le pasó unas pantuflas de su mamá para que pudiera ponerse.

-Ouh... Gracias - Dijo mientras hacia lo mismo que el pequeño.

-De nada, ya vuelvo - El pequeño subio las escaleras llevando sus cosas a la habilitación.

La pelirroja no puedo evitar dejar escapar una sonrisa le recordaba a su hermano cuando iba a la escuela, camino hacia la cocina y miro el refrigerador para ver que podía hacerle al pequeño, pensó en hacerle unos espaguetis con albóndigas, tomó todo lo que necesitaba y procedió a ponerse un delantal y lavar sus manos . Mientras condimenta la carne no pudo evitar sobresaltarse al escuchar el grito del pequeño.

-¡No! - Estaba en la entrada de la cocina con una carita de querer llorar.

-¿Que? ¿Que pasa? - Es que acaso no les gusta esta comida pensaba en su mente.

-Yo, quiero ayudar... Siempre ayudo a mamá - Exclamó mientras se iba a lavar las manos y tomar su mini delantal.

-Ehm... ¿No eres muy pequeño para estar cocinando? - Pregunto extrañada mientras mira al niño acercar una banquita para poder parar en ella.

-No... Mi mamá me enseñó y yo puedo - Dijo muy orgulloso de saber por lo menos condimentar comida.

-Está bien esta bien, termina de condimentar la carne, ojo nada de tocar la estufa y el agua caliente ¿Okey? - Dijo la pelirroja mirando al pequeño.

-Okey- Contestó mientras acercaba los condimentos para seguir con lo que había comenzado la mayor. En el proceso de mezcla de todo el pequeño cantaba, una canción algo sobre unas palomas volando.

- Y.... ¿Que tal la escuela?- Pregunto al ojos azules para que las cosas no se pusieran incómodas.

-Bien, estuvimos haciendo muchas oraciones hoy - Respondió tranquilo mientras estaba en lo suyo.

-Eso bueno, tener muchos conocimientos - Respondió mientras pensaba como decirle al pequeño lo que pasó.

Se paso toda la tarde ayudando al pequeño con la casa y su tarea, ya inevitablemente cuando se aseguró que había cenado, llamo a Neige para que viniera junto a ella en el sillón, para ella era un deja vu ya que años atrás estuvo en la misma situación, solo que aquella vez era su padre el que se había ido, no lo pudo llorar como debía tenía que ser fuerte para su hermano.

-Señorita Sharp- Llamo su atención con su voz llena de inocencia e intriga. - ¿A que hora vendrán papá y mamá? -

Esa pregunta le hizo sentir un nudo en la garganta, tomando fuerza para que no se le quiebre la voz, le acarició el cabello al niño.
-Neige... Tus padres... Ya no volverán -

Una madrastra InusualWhere stories live. Discover now