Capítulo 3: Hay que comenzar

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Esa mañana Madeline se había despertado intentando no despertar al pequeño, que se durmió con ella debido a las pesadilla, se aseguró de arroparlo bien, se puso la bata y bajo a preparar el desayuno para todos.

Después de unos minutos el pequeño Neige comenzó a despertarse, aunque al inicio con una mirada borrosa no pudo distinguir que estaba en la habitación, mientras se acurrucaba entre las suaves sábanas intentaba hacer memorias.

- Es cierto... No podía dormir, la señorita Sharp me trajo aquí - Recordó el pequeño abrazando la almohada intentando asimilar qué ya no tenía papás, ¿Que debía hacer? ¿Lo enviarían con sus tíos? Todos aquellos parecían volverse una angustia qué apretujaban su corazón robándole la poca paz, hasta que fue sacados de que años pensamientos por una voz.

-Neige... ¿Estas bien? - Preguntaba la pelirroja desde la puerta al verlo afectado, se acerco a él y extendió sus manos hacia él.

El pequeño la miro unos minutos antes de levantarse y aferrarse a ella, en verdad solo quería todo estuviera bien, como era antes todo.

-Tranquilo estas a salvo aquí - Lo tomo en brazos y se lo llego a la cocina para que pudiera desayunar.
-Después de comer hablaremos algunas cosas ¿Si? - Solo sentía como el pequeño asintia aun en su hombro.  Le dio un pequeño beso en la cabeza y lo hizo sentarse en la silla, le servia el desayuno para pudiera comer algo ya que anoche se había directo a dormir, no sabía si era el agotamiento físico o mental, de todos modos ha sido mucho para un niño penso en sus adentros.

Neige solo miraba como Madeline servia otro plato de comida y se servía el de ella para comer con él, tomando su tenedor comenzó a probar la comida, no podía negarlo tenía mucha hambre pero a la vez no le sentía el sabor a la comida, tal vez los juegos de su mente que le estaba jugando una mala pasada.

-Neige, si no te gusta puedes decirlo, te puedo hacer otra cosa, tranquilo - Comento Madeline tranquila mientras comia su desayuno.

-Y-yo... ¿No es descortés? - Pregunto el pequeño todo apenado sin saber que decirle.

-Claro que no, si algo no te gusta no se te debería obligar comerlo o aceptarlo - Comento mientras tomaba un sorbo a su café.
-¡Gordon! Se te va a enfriar la comida -Llamo a su hermano.

-Ya voy ya voy - Indico el chico desde arriba.

El pequeño apenado miro a la mayor y pregunto.
-¿Puedo comer cereal? -

-Claro Manzanita - Acaricia su cabeza y se levantó a prepararle algo de cereal.

Neige solo pudo escuchar y posteriormente ver como un chico pelirrojo ojos verdes con cabello risado corto llegar hasta la mesa.

-Hola Neige, un gusto en conocerte al fin - Dijo de manera amable mientras se sentaba.

-Mucho gusto... Señor Gordon - Indico con una leve sonrisa.

-Por favor solo dime Gordon, todavía no tengo tanta edad - Dijo risueño.

El pequeño asintió antes de voltear a ver que Madeline le entregaba un tazón con cereal y con una pequeña sonrisa agradeció para comer. Era parecido al que tenía en casa aun recordaba su último desayuno con sus padres, todo parecía bien qué ellos iban a trabajar y luego regresarían para cenar juntos, aun siente que todo pasó muy rápido. Se concetro en terminar su desayuno, de todos modos tenía que volver a clases con la mejor actitud posible como siempre se le habia enseñado.

-Neige - Llamo la atención del pequeño que la volteo a ver confundido.
-Más tarde iremos a un lugar, quiero que conozcas a alguien ¿Si? -

-¿Conocer a alguien? - Pregunto un poco sorprendido.

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⏰ Última actualización: Apr 25 ⏰

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Una madrastra InusualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora