un hijo ¿Si Pino? (capitulo 1/TP2)

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Él castaño se encontraba junto con el rubio en la habitación qué debes en cuando compartían, el castaño se encontraba pintando y el rubio tocando una melodía bastante bella en su piano.

-¿Qué pintas Pino?-pregunto el rubio-

-él paisaje de Gravity Falls-dijo el castaño más concentrado en la pintura qué en su pareja-

-¿Extrañas estar con tus tíos o con Estrella fugaz?-preguntó dejando dé tocar. Desde qué Dipper y él vivían juntos Dipper sólo pinta cosas relacionadas al pueblo-

-...-él castaño solo separó el pincel de la pintura para dar paso a un silencio sepulcral- me tengo que ir Bill, voy a ver a Will-dijo antes dé dirigirse a la puerta, su voz era suave y algo triste-

-Pino...-dijo El rubio con un falso interés antes dé teletransportarse detrás del castaño para abrazarlo, seguido dé soltar sus feromonas-

-Bill, suéltame, me tengo qué ir-dijo él castaño con la mirada perdida en él arco de la puerta, estaba a tan solo un paso de salir, pero él agarre del demonio lo impide-

-Pino, sabes muy bien que no me gusta cuando quieres algo qué no se puede-dijo apretando al castaño- pero...-le dió vuelta a su "pareja"- sí quieres puedes ir con tú familia-dijo finalmente con una mirada burlona-

-¡¿En serio?!-pregunto sonriente él castaño con ingenuidad, puesto extrañaba a su familia-

-sí, claro. Sí quieres qué té manden a un Manicomio, pues ve, no té lo impido- dijo él rubio haciendo qué él castaño aterricé dé su ilusión, podría ser estúpido pero yá se le había olvidado qué su tío Ford yá sabía su sexualidad-

-... Verdad qué mí tío Ford yá lo sabe- penso El castaño quien al sentir qué Bill lo soltó solo sé dirigió a su pintura y dejarla tirada junto a otro montón dé pinturas del mismo pueblo unas más grandes qué otras-

-¿Té quedas conmigo y eres tú mismo, o té vas con tú familia directo al Manicomio, Pino?-dijo el rubio soltando demasiadas feromonas pará jugar con él juicio del castaño-

-me quedo contigo Bill-dijo para luego dirigiéndose a la cama a sólo sentarse-

-así me gustar-dijo el rubio con malicia pará luego acercarse levemente al castaño-

La habitación se hundió en un silencio cómodo, el rubio solo miraba al castaño una qué otra vez, por un momento aquél silencio fué incómodo pero luego, luego se convirtió en la sentencia del castaño sin qué él mismo supiera.

Él rubio decidió acercarse al completo al castaño pará sujetar su cara suave, su piel blanca con delicadeza para robarle un beso de lengua qué fué correspondido por él castaño, al instante qué se separon el ambiente había cambiado, yá no era silencio. A los ojos del castaño era un ambiente dé ensueños, a ojos del demonio era un ambiente curioso, no le gustaba ni le disgustaba, era ¿Aceptable? Neh no importa.

Las miradas de aquella pareja prohibida se encontraban hundidas la una con la otra mientas qué el espacio entre ambos se cortó hundiéndose en más y más besos algunos fugaces, otros con lengua, otros solo era el típico beso de bodas; en un momento él rubio se tiró sobre él castaño dejándolo bajo suya; tendido en la cama con un ambiente qué yá sabía a qué forma moldear.

Él rubio empezó a depositar besos y dejar chupones en él cuello del castaño mientras jugaban sus manos en los pezones de éste, dándole pequeños pellizcos dé vez en cuando

-Bill...-dijo el castaño claramente sonrojado-

-¿Sí, Pino?-pregunto el rubio antes de empezar a subirle la camioneta al castaño-

•°Mi Mayor Error°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora