𝐑𝐀𝐌É
• Percy y Corinna eran la perfecta definición de Ramé.
Cuyo significado es la suma de lo caótico y de lo hermoso a la vez, pues no existiría lo uno sin lo otro. La mezcla perfecta de lo bello en el desastre, como la metamorfosis de una marip...
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Podía sentir que el frío del ambiente congelaba mis huesos y hacía que estornudara constantemente, pero eso no me importaba realmente, podría aguantar todo el frío del mundo con tal de mantenerme cerca de ellos, a esos dos niños que considero mis amigos y sobre todo familia.
Conozco a Bianca y Nico desde que era una niña, nuestras madres eran amigas muy cercanas, realmente no recuerdo mucho sobre lo que pasó casi no recuerdo nada antes del que ese abogado nos dejó en ese hotel, solo se que nuestros madres murieron y yo me di la tarea de cuidarlos y mantenerlos a salvó, los quería y eran lo único que me quedaban.
Podía verlos hablando sentados, bueno al menos Bianca, Nico era el que habla y movía sus manos en forma de expresarse, el era un niño muy enérgico. Hubiera querido acercarme para estar con ellos pero el sub director: el doctor Espino, no me dejaba acercarnme, según el debemos mantenernos con los de nuestro grado.
Estar lejos de ellos me pone muy nerviosa, desde hace unos días tengo un mal presentimiento como si algo grande va a cambiar y la actitud de Espino es muy sospechoso y claramente eso no ayuda a mi ansiedad, no saber lo que va a pasar me causaba mucho estrés y más si se trata de Bianca y Nico.
—Los estás mirando muy fijamente, disimula si no quieres que los demás te vean raro.
Salte ante la repentina voz, cuando me di vuelta pude ver a Grover que se sentaba a mi lado, Grover era un chico extraño pero era agradable siempre quería acercarse a nosotros, pero una vez más Espino llegaba y lo alejaba.
—Solo tengo un mal presentimiento, así que tengo que los tengo que vigilar.
—¿Siempre eres así de paranoica? —dijo Grover.
Lo mire fijamente, sentí que me estaba criticando pero no le di importancia.
—Bueno... yo soy como su hermana mayor tengo que preocuparme —le dije— y por alguna extraña razón siempre nos pasa cosas raras.
—¿Cosas raras? —me dijo— ¿Que tipo de cosas raras?
Parecía realmente interesado y por un momento quise contarle, pero me detuve al pensarlo bien, ¿que clase de tonto nos creería que vimos al conductor de autobus tenía cuernos de carnero? Absolutamente nadie, es más nos mandarían a un manicomio.
—No, nada, no pasa nada —comenté nerviosa.
Grover Hiba a decir algo más pero Espino apareció al frente de nosotros.
—¿Qué hacen ustedes dos aquí?-pregunto muy serio— deberían estar alistándose para el baile de esta noche.
—Solo estábamos hablando un poco —dije molesta por la interrupción.
—Pues dejen de hacerlo y vayan a prepararse.
Se dió media vuelta y se fue dejando a Grover asustado y a mi molesta, no entendía la necesidad de separarnos y eso solo lo hacía más sospechoso.
