Cincuenta Sombras de Neymar | ✔

#Capítulo 61: La boda (Parte 1)

#MaratónDiaria50SombrasdeNey

________ POV

—¡______! ¡Reacciona! Ya estas viniendo con algo para comer o Dios sabe que pasará —grita Alison a través del móvil.

—Llevas el pijama puesto, ¿verdad?

— ¿Qué tiene que ver el maldito pijama? ¡Ven ya!

—Pues que tú vas en pijama y yo con un vestido.

— ¡Qué más da! Mueve tu culo aquí, hoy Justin trabaja y estoy sola con un psicópata en el salón.

— ¡Voy ya! Pero, ¿Qué llevo...? —antes de que pudiera decir más, Alison había colgado.

Genial, el hijo de puta ha vuelto a fastidiarme, siempre o hace de alguna forma u otra. ¿Qué hago ahora?

—Neymar, tengo que irme.

— ¡¿Qué?! ¿Qué ha pasado?

—Sergio ha ido a la casa Alison para ver sí estoy allí.

—Joder... te juro que voy allí y le pego la ostia que le debo.

—No, mejor estate quieto. Lo siento de verdad, pero lo he pasado muy bien, me ha encantado que me cocines en serio.

— ¿Cuándo te voy a volver a ver?

—No lo sé, pero sé que nos volveremos a ver qué es lo importante —cojo mi bolso y mis llaves y abro la puerta.

— ¡________! —grita, entonces me giro—. ¿No vas a despedirte de mí?

Sonrío—. Pues claro —digo, voy hasta él, me pongo de puntillas, le doy con mis brazos y le planto un beso en sus gruesos labios—. Chao.

—Adiós...

Su cara pide a gritos que me quede pero por mi bien, por nuestro bien, debo ir. Salgo por la puerta cerrándola a mis espaldas.

Ando mientras pienso qué comprar para comer, algo que esté cerca. Entonces a la esquina veo un restaurante chino, es lo único que veo cerca de mi coche, así que corro y entro pidiéndolo más básico y no demasiado.

Cuando el chino me da lo que pedí, corro de nuevo solo que hasta mi coche, arranco y voy en dirección de la casa de Alison.

...

Estaciono el coche cerca de la casa. Cojo la comida y lo cierro, camino hasta la casa de Ali y llamo a la puerta. Entonces una enfadada Alison con una sonrisa muy falsa, me abre.

— ¡_______! Cuanto has tardado —dice Ali.

—Es que había cola.

— ¡Sergio está aquí!

— ¿Sergio? —finjo desconcierto, voy hasta el salón donde lo veo sentado en el sofá—. ¿Qué pasa?

—Nada, solo venía a ver como lo estabais pasando y a darte las llaves de la casa, yo también saldré.

— ¡Ah! Estamos pasándolo bien, ahora veremos una peli. ¡Que lo pases bien! –le digo intentando sonar todo lo normal posible.

—Está bien... —nos mira de arriba abajo a ambas para luego marcharse.

Cuando lo vemos salir por la puerta, ambas nos miramos y respiramos.

—Joder... no sabes que tensión tenerlo ahí todo el rato. Él y yo no nos llevamos nada bien y lo sabes.