part 19

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Las butacas que habían escogido no eran casualidad. Subieron hasta la doceava fila en una de las esquinas, lejos de la gente que se había ubicado cerca de la zona central de butacas.

— ¿Has escogido estas por alguna razón? —preguntó Tom con tono divertido y elevando una ceja. Lucy carcajeó por lo bajo y negó con la cabeza.

Mentía.

Las luces tardaron unos minutos más en apagarse, haciendo que todos dejasen sus teléfonos móviles en silencio y guardados. El gran y fuerte sonido de las animaciones hizo que la rubia pegase un pequeño salto en su asiento, sorprendida de que el volumen fuese tan alto. Tom rio, llevándose un leve golpe en el hombro por parte de la joven.

La mano del castaño reposaba sobre el muslo de Lucy, quien llevaba una falda aquella tarde aprovechando que hacía un día muy soleado y no hacía tanto frío. Esta se sonroja ligeramente ante su toque, respirando profundamente para no dejar sus hormonas revolotear. Daba leves caricias con el pulgar, consiguiendo que a los minutos, la piel de la rubia se erizase. Sabía que no lo hacía de una manera sexual, pero aún así conseguía revolucionar todo su sistema nervioso.

A medida que la película avanzaba, más asustada estaba Lucy. Trataba de hacerse la dura, reprimiendo el miedo. Sin embargo, tras una escena en la que el asesino sale de su escondite, la rubia vuelve a pegar un salto en su asiento, haciendo a Tom reír de inmediato.

— Ven aquí —exclama este, palmeando su regazo. Lucy no se lo piensa, levantándose de su butaca para hacerlo en las piernas de Tom, sintiendo los brazos de este abrazar su cintura con firmeza, atrayéndola a él.

Sus fuertes y tonificados brazos alrededor de su cuerpo era la receta para su destrucción. Lucy no pudo evitar sonreír, echándose hacia atrás hasta reposar su espalda en el pecho de Tom. Debido a la diferencia de altura, la barbilla del castaño quedaba apoyada en el hueco entre su cuello y su hombro. Las manos de Lucy viajaron hasta las de Tom, acariciándolas con suavidad.

Sentir el tacto de Lucy sobre sus manos hacía que Tom sintiera muchas cosas, muchas muy intensas. El olor de su perfume contra él y la suavidad de su piel al descubierto.

Dejó de mirar a la gran pantalla para mirar el perfil de la chica, quien sonreía. Aquello provocó la sonrisa de Tom, que relame sus labios al notar su corazón latir con fuerza ante la imagen.

Le encantaba esto. Le encantaba Lucy.

Esta podía notar los ojos de Tom en ella, poniéndola nerviosa. Carraspeó su garganta a medida que se revolvía sobre el regazo del castaño en busca de la posición en la que estaba más cómoda. Sin embargo, la mano de Tom en su cadera haciendo que sus movimientos cesaran le sorprende, haciendo que se gire para poder mirarle por encima de su hombro.

— No te muevas —demanda este. Lucy frunce el ceño y a los segundos comprende, aflojando su expresión al instante.

— Ya veo.., ¿qué pasa, Tom? —susurra, mordiendo su labio inferior y acercándose al oído del más alto. Su espalda quedaba completamente apoyada sobre su pecho, reposando su cabeza en el hombro de Tom.

— Solo no te muevas —repite, carraspeando su garganta por los nervios— Estamos en un cine.

Eso es todo lo que Lucy necesitaba para comenzar a desatar el caos allí mismo. Solo bastaba que le dijeran que no podía hacer algo para hacerlo.

Las caderas de la joven bailaban en círculos sobre su regazo, mientras que poniendo sus manos sobre las de Tom, las guía a su cadera para que las agarrase. Tom cierra los ojos, apretando su mandíbula.

— Ya está bien, compórtate —espeta este, apretando el agarre en la cadera de la joven para que parase— Compórtate, Lucy.

— No estoy haciendo nada malo, solo estoy buscando la postura más cómoda —se excusaba. Tom chasquea la lengua y cierra los ojos, pensando en cualquier cosa menos en el hecho de tener el cuerpo de Lucy sobre su miembro.

STEPFATHER  (TOM KAULITZ)Where stories live. Discover now